El hermetismo mediático en el que está envuelta la Ciudad de Buenos Aires, pudo ocultar, en gran medida, el incendio ocurrido el martes de la semana pasada en uno de los hospitales neuropsiquiátricos más importantes del país como es el Hospital Moyano.

Tiempo fue uno de los pocos medios que se hizo eco de esta situación. Durante el siniestro, hubo 66 pacientes evacuados y se desmoronó el techo de un pabellón. A más de una semana de ocurrido el incendio, trabajadores y trabajadoras del centro de salud mental, denuncian la falta de acción del Ejecutivo porteño para determinar el origen del siniestro y para poner a punto los pabellones afectados, para que los servicios funcionen normalmente. Este miércoles realizaron un abrazo al edificio hospitalario para exigir acciones rápidas por parte de las autoridades porteñas.

El gobierno de la Ciudad todavía no dio plazos para poder reparar los servicios afectados que se realizaban dentro de los pabellones Griessinger y el Santa María, las pacientes siguen distribuidas en otros lugares, atendidas por sus equipos que tampoco pueden acceder a sus oficinas porque ahí no sólo funcionan servicios de internación sino también musicoterapia, la radio de las pacientes y el vacunatorio, entre otros servicios”, explicó a Tiempo Mariano Veiga, Psicólogo del Hospital Neuropsiquiátrico Braulio Moyano y Secretario General de la Asociación Gremial Interdisciplinaria del Hospital (AGIHM).

Abrazo al Hospital Borda
Foto: Prensa AGIHM

Del abrazo al edificio ubicado en el barrio de Barracas, participaron trabajadores y trabajadoras del centro de salud, referentes sociales, sindicatos y legisladores porteños, entre otros. Todos subrayaron la falta de acción por parte del gobierno de Jorge Macri y  temen que las obras de reparación de los pabellones afectados no se lleven adelante.

“La verdad que estamos muy preocupados porque tenemos miedo de que esto quede así y no se termine de arreglar rápidamente. A los hechos me remito, ha habido otras situaciones similares en otros hospitales donde tardaron meses o que nunca se arreglaron. Esperamos que el gobierno tome cartas en el asunto porque plata tiene, dinero hay para destinar a la salud mental”, agrega Veiga.

Por su parte, la diputada porteña del FIT, Celeste Fierro, manifestó su preocupación por el estado crítico que atraviesa el sistema sanitario en todo el distrito porteño. “La situación de la salud pública en la ciudad, de precarización, de presupuestos completamente insuficientes, la venimos denunciando desde hace años y en particular el abandono de los hospitales de salud mental”, indicó la legisladora y aseguró que lo ocurrido en el Moyano muestra justamente la desidia y el abandono de todo el sistema de salud.

“Por eso hemos presentado un pedido de informe, además de, por supuesto, una declaración de preocupación ante esta situación que puede volver a suceder. Por eso exigimos mayor presupuesto para salud, mayor presupuesto para infraestructura, para resolver los problemas urgentes y que además se cumpla la ley de salud mental. Ahora quieren aprobar y llevar adelante un protocolo que está por fuera de todos los límites de la ley”, termina.

El temor fundado

Las y los trabajadores del Hospital Moyano, temen que el Gobierno de la Ciudad demore mucho las obras de refacción de los pabellones afectados por el incendio o, en el peor de los casos, las obras jamás se inicien. El temor está fundado en varios ejemplos recientes ocurridos en diferentes centros de salud: “En Salud Mental, la Casa de Medio Camino del PREASIS (Programa de Externación Asistida para la Integración Social), dijeron que la cerraban para repararla y hace años que nunca más la abrieron”, recuerda el Piscólogo del Moyano Mariano Veiga.

“Otro ejemplo”, recuerda el especialista, “son los Consultorios que dan a la calle Brandsen del Hospital Borda, el otro centro de salud mental. Están sin terminar, jamás explicaron si es por falta de presupuesto o por falta de personal que no lo quieren abrir”, agrega.

Entre varios ejemplos similares, recuerda algunas situaciones ocurridas en los hospitales Durand y Álvarez. “Allí cerraron varios sectores por falta de personal o por problemas edilicios. En el Hospital Álvarez en 2016, el Pabellón A fue utilizado por otros sectores por muchas demoras en las obras de remodelación del Hospital, y en el Durand usan como depósito algunas salas de quirófanos.