El coronavirus no da tregua y las cifras son elocuentes en los países de mayor territorio y población, como la India. El Ministerio de Salud de ese país informó hoy 478 fallecimientos y 103.558 nuevos contagios en las últimas 24 horas, número que rompe su récord previo de 97.894 registrado a fines de septiembre pasado.

Con estos dígitos, el total de contaminados desde el inicio de la pandemia es de más de 12,5 millones y el número de muertos supera los 165.000 en aquel país del sur occidental de Asia. El primer ministro Narendra Modi busca ante todo evitar tener que recurrir a un confinamiento nacional, como el de marzo de 2020, cuyas consecuencias fueron catastróficas para los más pobres. Pero siendo uno de los países más poblados del planeta, con 1.350 millones de habitantes, lidiar con la pandemia con intenciones de aminorar el impacto del virus no es fácil: habrá variadas medidas de contención dependiendo la zona.

Algunas autoridades locales decidieron ayer adelantar el toque de queda de una hora a las 19, aplicar un confinamiento el fin de semana y cerrar bares, restaurantes, cines, piscinas, lugares de culto y lugares públicos. También se prohibieron las reuniones de más de cuatro personas.

En el estado de Maharashtra, que incluye a la megalópolis de Bombay y es el más afectado por el coronavirus, hubo cerca de 60.000 nuevos casos, sobre una población de 110 millones de habitantes en el último conteo, por lo que se espera ver como en los próximos días se aplicaran restricciones escalonadas para que no afectar el funcionamiento de la actividad.

Por ahora India solo pudo aplicar 80 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus, lo cual es un problema porque la velocidad de vacunación para detener el avance debería ser mayor: la logística no es fácil y el malestar de distintos sectores se hacen sentir porque el país produce vacunas para el mundo, pero las que quedan en su territorio no son las que muchos creen que deberían ser. Muestra de esto es que mientras la situación se complica en el territorio de ese país, el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) y la farmacéutica local Panacea Biotec anunciaron un acuerdo para la producción en India de 100 millones de dosis al año de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus.

En un comunicado oficial, tanto Kiril Dmitriev, director del RDIF, como el doctor Rajesh Jain, representante de la farmacéutica india, afirmaron que «las asociaciones de vacunas son la única forma de superar la pandemia. Este acuerdo es un paso importante para producir la vacuna desarrollada por el Centro Gamaleya, para abastecer desde la India a nuestros socios internacionales en todo el mundo». Dmitriev también destacó que la empresa Panacea Biotec lleva décadas de experiencia en la fabricación y distribución de vacunas cumpliendo altos estándares de calidad, ideales para ampliar los suministros de la vacuna rusa, la primera registrada en el mundo y que demostró tener alta eficacia para evitar casos graves. Habrá que esperar para ver si parte de esa producción también quedará en la zona, ayudando a frenar este avance que tanto preocupa a los indios.