Luego de presentaciones exitosas (con localidades agotadas) en el teatro 25 de Mayo en Villa Urquiza a principio de año, dos funciones en el teatro Roma de Avellaneda y  cuatro presentaciones en Sala Zavala Muñiz del Teatro Solís de Montevideo, se repone la obra Bosque adentro, de Carla Moure y con dirección de Corina Fiorillo. Las citas serán este viernes y sábado en el Picadero. Esta pieza indaga en lo más profundo de un vínculo familiar desde distintos ángulos, contando un viaje de una madre con su hija hasta Bariloche, donde  van para ver a su padre luego de que empeorará su enfermedad. Tiene algo de humor, ternura y drama, como toda relación familiar. Lo que genera un nivel de identificación elevado en la platea.

Una obra que narra con una puesta en escena austera pero efectiva cómo en el devenir de la ruta al sur se van conociendo verdades ocultas entre las protagonistas, viendo qué las une  y qué las distancia más allá de la brecha generacional. La hija, interpretada por Agustina Benavides, así como la madre, interpretada por Inés Estévez, lidiaran también con una figura patriarcal y distintas problemáticas contemporáneas entre otros vaivenes emocionales que se pueden vivenciar en este sólido guión.

“Esperemos que podamos seguir haciéndola, pero bueno, no sabemos. Está escrita y dirigida por mujeres, protagonizada también por nosotras dos pero habla de todos los vínculos humanos. No es una obra sobre lo femenino. De hecho, hay tres hombres que no están en escena, pero están presentes tácitamente: la ex pareja de la hija, un adolescente; el padre de la chica y ex de mi personaje, y el que sería el abuelo, o mi padre. No están, pero son determinantes. Por eso el texto tiene una potencia que identifica o genera empatía con cualquier persona”, comenta Estévez. “A todos nos toca, hay una fibra que se siente reflejada  en todos y todas con lo que estamos mostrando”, agrega.

Benavides y Estévez.
Foto: Prensa

Estévez y un personaje demandante

Su personaje lo fue construyendo con detalles, a través de leer el guión, viendo cómo asume las circunstancias que atravesaba, “pero tuve mucha libertad. Fue por el lado concreto, pude componer un personaje bastante diferente a mí, alguien que por lo que le paso le cuesta la manifestación afectiva, expresar lo que le pasa por dentro. Es algo que les pasa a muchas personas. Expresa el amor desde el cuidado, pero no desde la manifestación verbal pura. Componer un personaje que no puede transmitir sus sentimientos exige un trabajo muy profundo, muy rico y a la vez sutil, porque aporta mucho a lo que queríamos contar y cómo. Hay algo de masculino en ella. Pero hay drama, hay comedia, desde el humor o desde algo identificable nos podemos ver reflejados. Eso me parece que es la potencia mayor de esta obra.”

La actriz, que se destacó en televisión en programas tales como Verdad consecuencia, Vulnerables, el unitario Tiempo final o Pequeña Victoria, así como en la gran pantalla en películas como La fuga (dirigida por Eduardo Mignogna) o El misterio de la felicidad (de Daniel Burman), está contenta de poder volver a hacer teatro. “La programación oficial tiene un tiempo de duración, pero por suerte pudimos encontrar la manera de seguir haciendo esta obra que creció mucho con un boca en boca muy pero muy potente. Tanto cuando estrenamos, como en los otros dos lugares que la presentamos, la gente terminaba muy conmovida. Se ríen, lloran, es un tobogán de emociones, algo muy lindo. De esas obras que se disfrutan arriba y abajo del escenario”.

Estévez considera que lo socioeconómico incide, pero sabe que la fuerza teatral siempre se impone a la adversidad: “Yo tomo con mucha cautela la situación y la mirada puesta bastante más lejos de  lo inmediato o coyuntural. Las dificultades, cualquiera sean, de tinte  ideológico o concretamente de producción,  va a ser una realidad a sortear. Muchos de nosotros tendremos que ver qué hacer y cómo enfrentar a lo que no nos parezca justo. Nuestras actividades dependen de un contexto social que no sabemos si se va a sostener como tal. Estamos expectantes y en acción. No queda otra que intentar hacer lo mejor posible la tarea de cada uno o cada una, y de ser necesario decir  lo que no nos parece justo, o si tenemos una idea para aportar, compartirla, ponerla en acción.”

Bosque adentro propone múltiples emociones.
Foto: Prensa


Bosque adentro

Una obra de Carla Moure con dirección de Corina Fiorillo. Con Inés Estévez, Agustina Benavides y Tomás Pol. Ciernes 15 y sábado 16 de diciembre a las 22  en el Teatro Picadero, Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857.