“Ayer murió por culpa del gobierno de los Estados Unidos. Sin atención médica. Estaba muy mal. Tenía fiebre y llagas, y dolor de pecho. Y no se la dieron (la atención médica). No le daban para bañarse. Dejaron que se muriera allí. Ya habían firmado su deportación para que se fuera a Venezuela. No lo sacaban. No nada. Lo dejaron morir allí como un perro. Necesitamos ayuda, que lo trasladen, no es justo que haya muerto de esa manera». Con desesperación, Rosana Fajardo es quien denuncia la muerte de su esposo, Luis Manuel Rivas Velásquez, un animador e influencer venezolado conocido como Luis Frío. Estaba detenido en la prisión Alligator Alcatraz, el centro de detención de inmigrantes que abrió sus puertas hace poco más de un mes tras la visita celebratoria de Donald Trump y que comenzó a funcionar de forma urgente, a pesar de estar en plena construcción.
Ada, hermana del influencer también posteó una dolorosa despedida de Luis Frío, quien para los medios que divulgaron la información se convertía en la primera víctima fatal de la nueva cárcel, a la que no le faltan ya denuncias de malos tratos torturas y hacinamiento.
Claro que horas después, la periodista venezolana Carla Angoila, con residencia en Miami, y cercana a Tricia McLaughlin, secretaria de DHS (Departamento de Seguridad Nacional), a cargo de la prisión, aseguró que «no murió, fue un desmayo», y que por lo tanto fue trasladado a un hospital. Fue la escasa información suministrada y se mantiene la incógnita sobre si vive y, en tal caso, su real estado y a dónde fue trasladado.
Alligator Alcatraz está ubicada en una antigua pista aérea de los Everglades, cerca del centro de Miami. Fue inaugurada el 1 de julio en medio de controversias. Legisladores y organizaciones de DD HH denunciaron condiciones de hacinamiento, calor extremo, atención médica insuficiente y trato inadecuado. Ante esto, hace pocas horas, la jueza Kathleen Williams, del Distrito Sur de Florida, determinó suspender de modo inmediata, de cualquier trabajo de construcción adicional en las instalaciones. Aunque, por el contrario, la administración Trump pleanea abrir nuevas prisiones de ese tipo en Arizona, Nebraska y Luisiana. Los últimos dos Estados son gobernados por republicanos. «