Una década después de su último trabajo, Detonantes regresa al ruedo con un nuevo disco cargado de rock, rock and roll y blues. El trío formado por Joaquín Carámbula (guitarra y voz), Nicolás Bolo (bajo) y Juan Manuel Colonna (batería) presentará Bola rápida el jueves 5 de junio en Niceto Club.
El álbum incluye “La rockola”, el single editado en febrero, y otras nueve canciones que oscilan entre la potencia del rock clásico, la cadencia del blues y la energía cruda del rock and roll. Las letras exploran temas como el amor, la amistad y la pasión por la música. Todos los videoclips fueron filmados en el mítico bar de la calle Rodney.
Carámbula no oculta su entusiasmo: “La verdad es que estamos contentos. Tenemos disco nuevo, un concierto para iniciar una gira y la posibilidad de tocar con viejos amigos. Además, vamos a repasar temas viejos. No se puede pedir mucho más”.
—¿Ustedes son la prueba de que el rock no ha muerto?
—No sé. Hoy todo está más fragmentado. Lo masivo parece ser lo único, pero eso no significa que los géneros menos populares hayan desaparecido. Nuestro disco tiene diez temas de géneros que tal vez no estén de moda, pero es lo que sentimos. Las nuevas generaciones escuchan otras cosas, y está bien. Hay público para todo. A mí me gusta lo clásico, pero también escucho cosas nuevas.
—¿Y no te molesta que los más jóvenes se inclinen por otras expresiones?
—Para nada. Cada época te marca. Lo que escuchás en tu juventud te acompaña toda la vida. Puede haber cosas menos elaboradas, sí, pero también hay cruces con el rock, nuevas fusiones, y eso está buenísimo. Así se evoluciona. El rock, en esencia, siempre fue algo disruptivo. Para mí, lo más importante es la actitud. Una mirada, una postura frente a la vida. En ese sentido, el rock sigue vivo. Dillon, Wos y otros tienen esa actitud rockera, aunque hagan otra música.
—¿Qué quisiste transmitir con estas nuevas canciones?
—Son de sonido clásico, pero con nuestra mirada. Siempre digo que la guitarra es mi antena con el mundo. La música me conecta conmigo, con los otros, con la vida. Las letras nacen de vivencias, pensamientos o emociones. A veces son historias ficticias, pero que me conmueven. Me gusta cuando la música y la poesía se cruzan. A veces la letra es muy simple, solo un apoyo para el sonido. La música es una excusa para decir lo que uno siente.
—¿Es difícil ser músico hoy?
—Claro. Hay una parte creativa hermosa, pero también una realidad dura. No es solo tocar con amigos, aunque eso sea lo más lindo. Hay frustraciones, esfuerzo y trabajo que no se ve. No hay una carrera para ser banda de rock. No hay un método. Es un camino incierto, azaroso. Hay mucho estereotipo alrededor, pero la base es otra cosa: lo creativo. La canción, lo que quisiste decir, cómo la armaste. La madrugada no lo es todo: la mañana siguiente también importa. Las modas no deben influir. Hay que hacer lo que uno siente.
—Tu familia tiene una fuerte impronta artística. ¿Te marcó?
—Muchísimo. Mi hermano Gabriel es uno de los guitarristas que más admiro, acá y en el mundo. Tocó con Fito Páez y Fabiana Cantilo. Aprendí de él con solo verlo. Mi hermana María es actriz. Mi viejo, aunque era actor, amaba la música. Aprendí de él incluso en sus últimos años, cuando ya casi no tocaba. A veces no hace falta que te enseñen: solo compartir un momento ya deja una huella. También aprendí de amigos, de músicos que fui cruzando. Todo influye: libros, películas, la vida misma.
—¿Creés que hoy el arte y la música son más necesarios que nunca?
—Sin dudas. El arte es una casa. Un refugio. Todos necesitamos un lugar donde apoyarnos, y a veces eso es una canción. Puede llevarte a otro mundo, a un recuerdo, a una emoción. Por eso también grabamos los videos en el bar de Chacarita, donde empezamos a tocar. Fue muy movilizador. Tocamos para amigos. Fue una experiencia hermosa y muy positiva. Compartir hoy, en tiempos tan individualistas, me parece un acto político.
—¿Cuál es el plan ahora?
—Después de Niceto, salir a tocar a full. Eso es lo que más nos gusta. Estamos cerrando fechas en Rosario, Córdoba y también en el conurbano. Para veinte o para doscientos, es lo mismo. Hay que hacer lo que uno ama y darle con todo.
Detonantes en vivo
La banda formada por Joaquín Carámbula (guitarra y voz), Nicolás Bolo (bajo) y Juan Manuel Colonna (batería) presenta Bola rápida. El jueves 5 de junio a las 20, en Niceto Club (Niceto Vega 5510).
