Ocurrió once horas después de que el Senado de la provincia de Buenos Aires le diera sanción definitiva a la autorización de endeudamiento. Eran las 15:30 del jueves -el jueves de las marchas de las Madres en la pirámide de Mayo- cuando el gobernador Axel Kicillof descendió de una combi para participar de la caminata colectiva y del acto que en esta oportunidad -el jueves cayó 4 de diciembre- coincidía justo con un nuevo aniversario del nacimiento de Hebe de Bonafini, sagitariana nacida un 4 de diciembre de 1928.
Kicillof había sido invitado como orador de cierre de la marcha 2486, convocada por la Asociación Madres de Plaza de Mayo. El mandatario bonaerense compartió la actividad con las Madres Josefa «Pina» de Fiore, Irene Molinari de Chueque, Sara Mrad y Carmen Arias, las cuatro con sus pañuelos blancos: a su alrededor los escuchó una multitud apretada, envuelta en banderas y provista en la medida de lo posible de botellitas de agua mineral para aliviar los 33 grados de temperatura.
Era una tarde ardiente como aquella del 24 de noviembre de 2022 en la que se despidió a Hebe en ese mismo lugar. El cielo era impecablemente azul. “Ustedes saben lo que representaba para mí, pero como uno más de millones y millones de argentinos y argentinas de mi generación, de las anteriores y de las siguientes”, dijo Kicillof sobre Hebe al iniciar su discurso. Luego la describió como “la que tenía siempre la palabra justa, la que nunca temió a los poderes concentrados”. “Enfrentaba con su cuerpo cuando hacía falta, con su palabra, pero sobre todo con su inteligencia y su coraje”, la retrató el mandatario bonaerense.
Un par de horas después, Andrés Larroque sumaba un elemento para profundizar la semblanza: “Hebe fue una gran estratega, una gran política. Tenía una gran lectura de los acontecimientos. Y lo que más la ocupaba era el presente: ella siempre miraba en qué medida los discursos se conectaban con la acción política real”, resaltó el ministro de Desarrollo de la Comunidad. Lo dijo en la Casa de las Madres, la sede de la calle Hipólito Yrigoyen. Fue en la presentación de una cátedra que llevará el nombre de Bonafini. La actividad forma parte de un cronograma bautizado “Semana Hebe”.

Kicillof llegó hasta la Plaza de Mayo con menos horas de sueño que lo habitual: había permanecido despierto buena parte de la noche para seguir en tiempo real lo que pasaba con la ley de endeudamiento. Fue, como se sabe, un trámite extremadamente tenso, con cuartos intermedios y negociaciones a contrarreloj. El procedimiento había comenzado en Diputados: concluyó a las 4 de la madrugada con una expeditiva votación del Senado bonaerense. Por la tarde, con la emisión de deuda aprobada, Kicillof dio el presente como invitado principal del acto.
En la Plaza lo acompañaron representantes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), de La Patria es el Otro, de gremios y otras agrupaciones políticas, más pequeñas. Junto al gobernador llegaron varios miembros de su Gabinete: eran Carlos Bianco (ministro de Gobierno), Walter Correa (Trabajo), Cristina Álvarez Rodríguez (jefa de asesores), Victoria Onetto (subsecretaria de Políticas Culturales), Jesica Rey (Comunicación) más el propio Larroque. Kicillof fue presentado por Demetrio Iramain, de Madres. Entre el gentío se encontraban, también, la nieta restituida y diputada porteña saliente Victoria Montenegro, la legisladora electa Berenice Iañez, el diputado nacional Daniel Gollán, la exsenadora bonaerense María Reigada (gremialista de la CTA de los Trabajadores) y José Cruz Campagnoli, también exlegislador de CABA.
Todos ellos integran la corriente ‘axelista’ que desde mediados de 2024 aceleró su instalación y presentación en sociedad con un raid de actos que empezó el 17 de octubre del año pasado -fue una concentración en Berisso bajo la consigna “La Patria no se vende”- y que tuvo su convocatoria más concurrida el 31 de mayo último en el cámping de UPCN, afueras de La Plata.
En sus palabras, Kicillof homenajeó a la mujer que este jueves hubiera cumplido 97 años: “Todos los días y cada día, cuando uno está enfrente de una dificultad o un desafío, se pregunta: ¿qué diría Hebe?” El gobernador también cargó contra el discurso negacionista, aquel que pone en duda la cifra de los 30.000. “Estamos acá para decir con fuerza que son treinta mil. No va a venir ningún mentiroso, ningún ignorante, ni ningún lacayo del poder económico y extranjero a discutir lo que en Argentina es una bandera para siempre”, replicó con fervor.
En la previa del discurso, Kicillof fue abordado por más de una decena de medios: respondió sobre su relación con la Casa Rosada; aprovechó la ocasión para reclamarle a Milei, nuevamente, que le acepte una reunión bilateral. “Yo le he pedido (eso) cinco o seis veces al Presidente de la Nación. Veremos si a esta altura tiene la capacidad y la posibilidad de reunirse con el gobernador de la provincia que más habitantes tiene y que más está sufriendo esta política económica. Porque la provincia de Buenos Aires es una provincia productiva”, remarcó.
¿Se viene la nueva etapa?
La presencia de Kicillof en la Plaza estaba prevista con antelación: el convite había llegado varias semanas antes. Al final (caprichos del calendario y devenires de la política) el acto se concretó al día siguiente de que la Legislatura aprobara el ‘rolloveo’ de la deuda provincial.
Todo parecía resuelto o en camino de estarlo pero a última hora el mileísta Sebastián Pareja sorprendió con una amenaza (habrá que ver si se concreta o queda en simple enunciado): dijo que el Ministerio de Economía de Nación, que debe autorizar la emisión de los bonos de PBA, finalmente “no la convalidará”.
Para Kicillof, el desenlace de la puja por el endeudamiento supone el inicio de una nueva etapa. Hace una semana, el gobernador participó de un plenario del partido Frente Grande que tuvo lugar en Ensenada. Presidente de esa fuerza e intendente del distrito, el anfitrión Mario Secco anunció desde allí el inicio de una campaña. Una nueva. “El gobernador fue claro. Termina esta campaña y empieza la nueva: Axel Kicillof 2027”, declaró mientras el gobernador asentía con aplausos.
Este jueves, tras acompañar a Kicillof en Plaza de Mayo, Larroque fue invitado a hablar en la apertura de la cátedra Hebe. Lo presentó la rectora de la Universidad de las Madres, Cristina Camaño; como intro se proyectó un video con una conferencia de Hebe en la Facultad de Filosofía del año 1986; finalmente llegó el turno del ministro bonaerense. En su discurso, Larroque recordó atributos de la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
“Ella vivía en la verdad, decía lo que veía y lo decía le guste a quien le guste”, sintetizó. “Hebe era acción. Cuando estaba en la Casa de las Madres ella misma atendía el teléfono, un teléfono de línea. Escuchaba pedidos, demandas de gente que estaba en situación de necesidad. En ese momento se paraba el mundo hasta que se resolviera el problema del compañero o compañera”, siguió. “Ese rasgo fundamental es lo que necesita recuperar nuestra dirigencia política”, recomendó en un mensaje dirigido hacia todo el arco opositor.
Hacia el cierre de la charla, Larroque convocó a todos los presentes a comprometerse cada uno con su parte porque -dijo- “es posible volver a generar en la Argentina un gobierno nacional y popular”. “Axel (por Kicillof) era un sobreviviente y ahora es el emergente. Es la esperanza”, aseguró. Y por último arengó: “Si a vos te molesta que haya niños y niñas que no tengan comida, que haya jubilados que no pueden comprar los remedios o pacientes oncológicos que no tienen sus drogas, ¿cómo no vas a apoyar a ese gobernador que se puso de pie?”
Consultado por Tiempo, el titular de la cartera social de la PBA sugirió que Kicillof tendrá un rol clave en el período de que se viene: “Tenemos que celebrar que los bonaerenses van a contar con los recursos necesarios para esta tarea ciclópea que viene desarrollando el gobernador, que es contener una provincia acosada por (Javier) Milei. Nosotros ya lo hemos dicho: vamos a trabajar en la construcción de una alternativa para terminar con la pesadilla que es este gobierno.”