Derecha e izquierda brasileña mueven sus fichas en el tablero político internacional. Por un lado, Luiz Inácio Lula da Silva se suma a un acto de la centroizquierda argentina, liderada por Cristina Fernández y Alberto Fernández. En tanto que, a contrapartida, Jair Bolsonaro recibe la visita del ultraderechista Santiago Abascal, del partido Vox, quien le manifiesta su apoyo a la aspiración de reelección a la presidencia de Brasil el 2 de octubre de 2022.

En sus discursos, Abascal arengó contra la “amenaza narcocumunista” y la “cultura del marxismo”, y convocó a la formación de “una alianza de todos los patriotas del mundo”. Esa movida tiene como alter ego el viaje realizado por Lula a Argentina, quien cumplió una promesa a los mandatarios argentinos, en gratitud al apoyo recibido durante los 580 días de prisión que sufrió el líder petista en una causa armada por el ex Juez y ex Ministro Sérgio Moro como Lawfare para proscribir la candidatura de Lula en 2018.

Lo hizo en un día especial, porque en Argentina se celebra la recuperación de la Democracia y es el Día Internacional de los Derechos Humanos. Así, junto al Pepe Mujica, exmandatario uruguayo, Lula acompañó a Cristina y Alberto en la entrega de los Premios Azucena Villaflor y fue orador en el Acto junto a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada en un lugar histórico.

En el balcón frente a la Plaza de Mayo, el diputado petista Paulo Pimenta comentó exultante a Tiempo Argentino: “Estoy emocionado de estar en el lugar desde donde Evita les hablaba a las y los trabajadores”. Además, se manifestó feliz y agregó “es una agenda histórica de Lula, porque luego de sumar apoyos en su viaje a Europa, de los principales líderes del viejo continente, ahora establece un vínculo con Argentina, que es el principal socio comercial de Brasil en el Mercosur, segunda economía de América del Sur, y que históricamente establece lazos de amistad y alianzas estratégicas en política internacional”.

En respuesta, en ejercicio de la presidencia pro tempore del Mercosur, Jair Bolsonaro decidió suspender la presencialidad de la Cumbre de Presidentes del Bloque, prevista para el 16 y 17 de diciembre en Brasilia, por lo que Itamaraty informó a sus pares de Argentina, Uruguay y Paraguay que todas las reuniones serán por videoconferencia, argumentando cuestiones sanitarias.

Más allá que aún no oficializa su candidatura por parte del Partido dos Trabalhadores, sumando los apoyos europeos y latinoamericanos, es claro que Lula proyecta la gobernabilidad de un futuro gobierno. También lo hace en el plano interno, sabiendo que el establishment puede bloquear su postulación, busca los consensos hacia el centro, intentando una “Unidad Nacional”. En esa línea fueron sus encuentros con Fernando Henrique Cardoso y de las conversaciones que sostiene con el ex gobernador paulista Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), donde lo está tentando con el acompañamiento en la fórmula presidencial, tema que es discutido en el seno del PT, donde las alas izquierda prefieren llevar figuras nuevas de la izquierda, como Guillerme Boulos o Manuela D’Ávila.