En las relaciones exteriores, como en la vida en general, se puede hacer y decir cualquier cosa, menos evitar las consecuencias. Y el gobierno de Javier Milei es un rosario de desaguisados desde que asumió el cargo. No vale la pena recordar el recule con los gobiernos de Brasil y China luego de maltratos varios solo para mostrar ante propios y ajenos un alineamiento absoluto con Estados Unidos, Israel y el Reino Unido o con el clima ultraderechista que reina en buena parte de occidente. Algunas de esas secuelas se volvieron a percibir el domingo pasado cuando un posteo de la cuenta en la red X de Brics News mostró a un sonriente Vladimir Putin junto a la foto de una plataforma petrolera sobre una superficie congelada. Tan congelada como debió quedar la dirigencia política tras leer el texto: “Rusia descubre reserva de petróleo y gas en territorio antártico británico. Contiene un valor estimado de 511 mil millones de barriles de petróleo, 10 veces la producción del Mar del Norte en los últimos 50 años”. 

Un analista foráneo podría pensar que esta novedad, a una semana del comienzo de la 46ª Reunión Consultiva del Tratado Antártico en Kochi, India, habría sido suficiente como para una respuesta contundente de la Cancillería argentina. Según el tuit, el territorio es británico, pero se trata de un espacio en el que coinciden reclamos de Argentina y Chile y que también pretende Londres. El mensaje creó zozobra del otro lado de la cordillera, donde el presidente Gabriel Boric adelantó que su gobierno se opondrá “a cualquier explotación comercial de minerales e hidrocarburos y trabajaremos en conjunto con todos los países reclamantes y los firmantes del Tratado Antártico para velar por el respeto de esta norma por parte de cualquier nación», posteó el jueves.

Por estas llanuras, en cambio, el vocero presidencial Manuel Adorni tomó nota del asunto en su conferencia mañanera y se limitó a decir que el tema no era nuevo, que en el Palacio San Martín estaban estudiando la situación y que oportunamente se tomarán “las acciones que correspondan”. Hasta este sábado eso era todo. Diana Mondino y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, andaban de gira por Washington, donde se vieron con el Consejero de Seguridad de Joe Biden, Jake Sullivan y el titular de la comisión de Relaciones Exteriores de la cámara Alta, el senador demócrata por Maryland, Ben Cardin. También estuvieron por los think tanks conservadores Meridian International Center -ligados al Departamento de Estado-, el Instituto Cato -fundado entre otros por Murray Rothbard, uno de los mentores de Milei- y del Citi Bank Group. Luego, Mondino firmó un “entendimiento marco estratégico” con el secretario de Estado Antony Blinken. Milei, por su parte, no se quiso perder el mitin neofranquista de Vox en Madrid, donde sería la estrella de la jornada (ver aparte). Ya tendrán tiempo de responder oficialmente. O no.

Se recordará la respuesta de tono canchero de Mondino cuando en febrero el canciller británico David Cameron se paseó por las Islas Malvinas. Y la respuesta de Milei a la periodista de la BBC que le preguntó, el 6 de mayo, si no pensaba que esa visita del exprimer ministro del Reino Unido era una provocación. “Ese territorio hoy está en manos del Reino Unido. O sea, tiene todo el derecho de hacerlo”, respondió. Y si, la corona de los Windsor tiene aspiraciones en la región desde la usurpación del archipiélago en 1833.

El Tratado Antártico, firmado en 1959, tiene a Argentina como uno de los 12 países “fundadores” en virtud de que es el primero que tuvo una base en aquellos hielos, en 1904 y en las Islas Orcadas. Fue durante el último tramo de la segunda presidencia de Julio Argentino Roca, otro mentor de Milei. El convenio, al que adhieren 54 naciones, deja en suspenso todo tipo de reivindicación territorial pero también lo califica de “reserva natural dedicada a la paz y a la ciencia”. Por eso en India se llevará a cabo también la 26ª reunión del Comité para la Protección del Medio Ambiente (CPA), suscripto en Madrid en 1998 y que garantiza al respeto por el medio ambiente en el sexto continente por 50 años. Los papeles dicen que después de 2048 se verá.

Pero en este clima pre bélico a nivel mundial, es llamativo que Rusia haga un anuncio semejante. Aunque quizás no tanto: la Argentina de Milei renunció a formar parte del grupo Brics ampliado, el 1 de enero pasado. Allí están algunos de estos actores que desafían el poder global, como China, Rusia, India y Brasil, con variadas razones para plantarse frente a estas nuevas relaciones carnales de la Casa Rosada. China porque es la principal potencia económica mundial, Rusia por su poderío militar demostrado en Ucrania. Brasil, porque la base de la OTAN que ya está en Malvinas y la otra que ofrece gentilmente Milei en Tierra de Fuego, son una amenaza para su propia soberanía. ¿Quién podría ser el enemigo más poderoso del imperio anglosajón en el Atlántico sur? Uno que además integra el grupo de naciones que le disputa el poder.

Itamaraty, por otro lado, no olvida el papel que jugó la dictadura brasileña en 1982 en favor de la soberanía argentina en Malvinas, una posición que mantenía desde antes y que no cambió con la recuperación de la democracia. Lo que sí cambió fue la defensa argentina del territorio nacional. 

Treinta Vacas Muertas bajo el hielo

No es mucho lo que se sabe del descubrimiento de la mayor reserva de petróleo y gas del planeta, según la información que dejó trascender Rusia. La investigación comenzó en 2020 y el trabajo lo llevaron a cabo especialistas del buque Alexander Karpinsky, una nave operada por la empresa Russian Geological Exploration Holding, que se dedica a la búsqueda de reservas minerales para la explotación comercial. En el último viaje, la expedición parece haber dado frutos en un área que está bajo el reclamo de Argentina y en parte también de Chile, aunque el informe atribuye la soberanía a Londres. De ser verdad que ahí debajo del hielo hay 511.000 millones de barriles de crudo, se estaría hablando del equivalente a 30 yacimientos como el de Vaca Muerta.

Que Chile y Argentina tengan aspiraciones territoriales tiene sentido porque son los países más australes del mundo y, además, hay una continuidad geológica de la plataforma continental. En todo caso se debería en algún momento delimitar hasta dónde llega el espacio helado de cada nación, si es que finalmente se decide el reparto de las riquezas que habitan en esas regiones. Lo que pretende el Reino Unido se basa en la usurpación de las islas Malvinas, Georgias, Sandwich y Orcadas, territorios que Javier Milei está reconociendo como ya perdidos para la causa nacional. Aunque en verdad no da señales de creer en ninguna causa nacional. Como también es negacionista del cambio climático, seguramente poco le interesa saber que en India se inicia la 26ª reunión del Comité para la Protección del Medio Ambiente (CPA).