La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) anunció su regreso luego de cinco años de parálisis.

En su cuenta oficial de X, el bloque sudamericano publicó: «Luego de 5 años, Unasur inicia su proceso de reactivación institucional con la realización de la primera reunión de uno de sus Órganos: el Consejo de Delegadas y Delegados».

«Se reinician así los trabajos sustantivos y administrativos de los Ministerios de Relaciones Exteriores de los Estados Parte para revitalizar el funcionamiento de la organización», complementa el posteo.

Se trata de un paso formal de lo que Lula promovió en el encuentro de Brasilia en agosto de este año en donde logró reunir a todos los jefes de estado de la subregión luego de 11 años.

Sin embargo, la cumbre de Brasilia no terminó como esperaba Lula. El retorno de Unasur quedó suspendido ante la falta de consenso entre los países que abandonaron el bloque años atrás. La intención del presidente brasileño era confirmar el regreso de la mayoría de los países sudamericanos al bloque, tal como lo dijo en el discurso de inauguración en el cual remarcó los logros de Unasur y las «graves consecuencias» de su congelamiento.

El caso más emblemático fue el de Uruguay, cuyo presidente Luis Lacalle Pou dejó en claro que «no hacen falta más espacios».

La Unasur fue paulatinamente paralizada con la llegada de presidentes de derecha que fueron abandonando el espacio.

Ahora, cuatro meses después de aquella reunión en Brasilia, Lula reactiva el mecanismo de integración en medio de una serie de tensiones y disputas. Esto no es casual, Brasil quiere sociabilizar la resolución del conflicto entre Venezuela y Guyana y suavizar el impacto que implica la llegada de Milei.

Por su parte, la cancillería argentina aún no resolvió la posición a tomar respecto de Unasur (si abandonar o permanecer) pero las posiciones del gobierno sugieren que no sería prioridad.