La semana pasada se conoció que Luis Petri había ordenado que se prohibía el uso del lenguaje inclusivo en todos los estamentos de las fuerzas armadas. De ese modo, quedaba anulada la posibilidad de hablar de “generala”, “jefa”, etc. A pesar de que este uso del lenguaje no sexista está autorizado y legitimado por la Real Academia Española, el ministro tomó la tan descabellada como innecesaria medida.

Este martes, fue Manuel Adorni, el sórdido vocero presidencial del gobierno de Javier Milei, quien anunció que el mismo presidente había tomado la decisión de prohibir el lenguaje inclusivo y “todo lo referente a la perspectiva de género” en la administración pública nacional. Y agregó, sin dar mayores explicaciones, ““las perspectivas de género se han utilizado como negocio de la política”.

Las bravuconadas de este gobierno contra los feminismos y la agenda de género son habituales. Esta prohibición del uso del lenguaje inclusivo ya se venía dando en algunos lugares, pero desde hoy, se supone, quedó oficializada.

“Creo que el objetivo de verdad es la provocación ante un vaciamiento de agenda. Provocar y quizá lograr que las personas que los votaron también se les alineen más. Creo que mucha gente que votó este gobierno no está totalmente de acuerdo con el lenguaje inclusivo. Porque, además, hubo un uso del lenguaje inclusivo muy fuerte por parte de gobiernos anteriores, entonces es una manera más política de diferenciarse. Creo que tiene más que ver con marcar una postura que con una comprensión profunda del problema”, expresa Carolina Villanueva, directora y co-fundadora de Grow, Género y Trabajo.

“La demonización de la perspectiva de género que viene desde la misma demonización del feminismo. Hay un problema principal que no se entiende, que es justamente para qué trabaja y para que existe el feminismo. Y que se trata de la igualdad de los géneros y de la inclusión del varón y de la propuesta de otras formas de ejercer la masculinidad, y de que todas vivamos vidas libres y dignas, sin que ningún género oprima al otro. La lectura del feminismo a muerte del macho es un poco lo que se malentiende y se traduce a la perspectiva de género”, agrega Villanueva.

Desde el Frente de Orgullo y Lucha, expresaron. “Este tipo de anuncios, que se suceden día tras día, tienen por objetivo construir supuestos enemigxs de la sociedad y saturar a la población con agresiones que agravarán el impacto en las mujeres y diversidades de la violencia institucional y el brutal ajuste del gobierno de Milei afectando el acceso a la alimentación y la salud de millones de personas”.

Aquel delicado asunto del lenguaje inclusivo

En junio de 2022 la ministra de educación porteña había emitido una circular con un intento de prohibición del lenguaje inclusivo en las escuelas y áreas de escolarización. “¿Cómo hablábamos nosotres de nosotres mismes?” se preguntó en ese entonces Manu Mirelles, secretaria académica del Bachillerato Popular Mocha Celis.

En ese sentido, Villanueva expresa. “Que el gobierno diga que lenguaje es el uso de la E, del arroba o de la X habla específicamente que no entienden que el lenguaje es mucho más que eso. Que el lenguaje representa, que contiene y reproduce mensajes y simbolismos. Entonces el lenguaje inclusivo lo que busca es eliminar estereotipos de género, eliminar reproducciones de mensajes sexistas. Y por supuesto, a través de algunas cosas del lenguaje, incluir a personas que no estaban incluidas antes”, dice y agrega, “se trata de fortalecer la representación de determinados grupos de ciudadanos dentro de las menciones y el uso del lenguaje. También tiene que ver con el uso de las imágenes, el lenguaje inclusivo tiene que ver con un montón de cosas”.

Con respecto a si es una estrategia, Villanueva afirma, “eligen un punto donde no hay grandes compromisos internacionales ni grandes consensos sobre cómo hacerlo. Porque, además, cada país tiene sus propios desafíos con su propio lenguaje”.

“No sorprende otra declaración de guerra contra las mujeres y la diversidad sexual por parte de las autoridades, pero preocupa”, expresaron desde Orgullo y lucha. “Estas medidas afectarán a millones de personas que se verán desprotegidas por su género y su identidad de género y se suma al abandono total del gobierno actual de toda medida a favor de grupos vulnerados”.

Un gobierno contra la perspectiva de género

El Frente Orgullo y Lucha expresó profunda preocupación respecto a esta disposición del gobierno de Milei.

“El anuncio del cierre del INADI y la prohibición de la perspectiva de género afectan a personas violentadas en tanto la autoridad del Poder Ejecutivo Nacional le da carta blanca a la violencia racista, misógina y discriminatoria de todo tipo, algo que alcanza también a las personas con discapacidad”, dice el comunicado difundido el martes.

“La virulencia y crudeza es inusitada, además de ser ilegal. Nuestro país llegó a consensos para la sanción de las leyes de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, de Identidad de Género y Micaela que obliga a la capacitación con perspectiva de género en los tres poderes del Estado que vamos a defender de estos ataques”.

Nombrar para visibilizar

Para la periodista feminista Norma Loto, autora del La Lengua no se Calla: Apuntes sobre la expulsión y la inclusión del lenguaje, este anuncio del gobierno nacional es una acción populista. “Es una noticia que estaba siendo esperada por un amplio sector de la población. Hay muchísimas resistencias al lenguaje inclusivo y no es una resistencia gramatical sino que hay una resistencia sociopolítica a la representación de las otredades”, afirma. “Me pregunto por qué prohibir un lenguaje que vino a unir y no actuar en contra de los mensajes de odio, los discursos de odio que están pululando a cada rato”.

La periodista afirma que también es un aviso previo al vaciamiento de las políticas de inclusión que tiene este gobierno. “El lenguaje no son solamente palabras ni un enunciado, ni una alocución, sino que también son hechos y acciones y van contra eso. El lenguaje inclusivo y no binario viene a ordenarnos. Cuando ponés en palabras algunos pensamientos, algunas ideas, empezás a ordenar el mundo, y en este nuevo, reordenamiento del mundo de la realidad, nos topamos con que el mundo puede ser más diverso. No está hecho en varones y mujeres, sino que hay más diversidades, hay otras existencias que van mucho más allá de esa gramática biologicista que nos enseñaron”, agrega.

Para Loto, esta decisión era esperable dentro de un gobierno ultraconservador en una neodemocracia. “Digo neo democracia porque se trata de una democracia donde los derechos son relativos o casi nulos. Esa es la resistencia porque El lenguaje inclusivo y no binario, apuesta a un mundo donde se representen todas las diversidades y los matices que tiene la humanidad”, expresa.

Con respecto a la prohibición de una perspectiva de género también plantea que tienen que ver con la interpelación a una sociedad donde quienes dominan el mundo desde una zona de confort. “Existimos, fuimos invisibilizadas, invisibilizades, nos negaron la existencia en cuanto a que nos negaron los derechos, Y si el lenguaje inclusivo surge, en las academias, hace ya seis décadas aproximadamente, es no solamente para visibilizarnos, sino por la necesidad de representarnos en palabras y politizarnos. Porque si a mí me nombran, me politizan y si me politizan creo derechos. Esos derechos pueden crear políticas públicas y políticas de contención y derechos garantizados, cosa que, en este gobierno no se está dando”.

Loto afirma que hay que seguir creando palabras. “No se puede detener el camino de la evolución de las lenguas. La lengua hace su camino en la sociedad. La sociedad es la obrera de la lengua. Lo hacemos todos los días. Tenemos que seguir hablando tal cual como nos sale. Y, además, si no existen las palabras para representar, crearlas para reparar y adquirir derechos. Hay palabras que se han inventado para casos específicos como la palabra genocidio que se inventó por dos juristas para llegar a los juicios de Nüremberg. Nosotras también, desde el feminismo, desde los movimientos de géneros, hemos inventado palabras, hemos intervenido palabras, hemos habitado la lengua hay que seguir habitándola. Es una forma de ir contra estos autoritarismos de ultraderecha que han surgido en diversas partes del mundo”, finalizó la periodista.