En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, León Gieco compartió una versión muy especial de su canción «El Desembarco», acompañado por Ian Moche, el niño de 12 años con autismo que se transformó en un símbolo de la lucha por los derechos de este colectivo. La interpretación no es solo musical: es un gesto de visibilidad y denuncia, que cobra más fuerza por el contexto actual: el joven es víctima de ataques personales y mediáticos por parte del presidente Javier Milei y sus seguidores y padece las políticas de abando del gobierno libertario.
Ian Moche se hizo conocido primero en las redes por hablar abiertamente sobre autismo y derechos de las personas con discapacidad. Su militancia busca concientizar sobre la neurodiversidad y las dificultades que enfrentan los niños y adolescentes con TEA en Argentina. Sin embargo, este año fue atacado públicamente y en forma reiterada por Milei, quien lo acusó de “operar contra el gobierno”, lo que desató una ola de hostigamiento digital hacia el niño y su familia. A pesar de que la justicia rechazó la demanda presentada para protegerlo, la repercusión social fue masiva y generó un debate sobre violencia simbólica y derechos de las personas con discapacidad.
Gieco y Moche, mucho más que una canción
La colaboración entre Gieco y Moche transforma «El Desembarco» en mucho más que un encuentro musical. La canción, que originalmente aludía a la memoria, la represión y la impunidad, se vuelve hoy un símbolo de inclusión y resistencia. La voz de Ian, marcada por su experiencia personal y su visibilidad, da un peso ético y político a la interpretación. El dueto convierte el arte en herramienta de conciencia social, recordando que las luchas por derechos y reconocimiento no terminan en la historia: siguen presentes.
La puesta en escena del video, con producción de Gustavo Zuviria y Gustavo Taranto, dirección audiovisual de Joa Feijoo y un registro cuidadoso de cámaras y sonido, acompaña esta dimensión simbólica. Cada gesto, cada mirada y cada línea de la canción dialoga con el mensaje de inclusión, visibilización y defensa de derechos. La colaboración se convierte así en un acto de solidaridad intergeneracional y un llamado a la empatía.