El Centro Cultural de la Cooperación será escenario este lunes del estreno de Empresa Nacional de Alimentos, una respuesta soberana, el nuevo documental de Juan Pablo Lepore. La función será a las 18 horas en la sala Tuñón y marcará el inicio de una gira nacional por universidades, sindicatos, espacios comunitarios y ferias, con el objetivo de instalar en la agenda pública el proyecto de creación de una Empresa Nacional de Alimentos (ENA).

La película, conducida por el dirigente social Rafael Klejzer e íntegramente financiada por el Movimiento Popular La Dignidad, pone en primer plano un dato contundente: en la Argentina, diez corporaciones concentran el 90% del mercado alimenticio mientras 16 millones de personas padecen hambre. Desde esa tensión, el film plantea la ENA como una herramienta concreta para democratizar el acceso a los alimentos, acortar las cadenas de comercialización, pagar precios justos a los productores y vender a costo en mercados federales.

El relato viaja desde ferias bonaerenses hasta las plantaciones de tomate en La Rioja y retoma episodios emblemáticos como la frustrada expropiación de Vicentin. Al mismo tiempo, rescata modelos exitosos: la estatal EMAPA de Bolivia, impulsada bajo el gobierno de Evo Morales, y la empresa pública riojana Agroandina. Testimonios de dirigentes, productores y especialistas en soberanía alimentaria acompañan el diagnóstico, que se apoya también en material de archivo histórico sobre la desregulación iniciada en tiempos de Martínez de Hoz.

Juan Pablo Lepore denuncia la concentración del mercado alimentario en su nuevo documental
La película está producida por el Movimiento La Dignidad.

Con guion de Laura Bitto y el propio Lepore, y producción de La Dignidad junto al Centro de Estudios para la Soberanía Popular Mariano Moreno (CESOPMM), la película despliega un registro visual que alterna entrevistas, imágenes de archivo y animaciones. La voz en off de Klejzer conduce una investigación que busca trascender la denuncia para ofrecer un horizonte de acción.

“La idea surgió de un libro, Apuntes para la construcción de una empresa pública de alimentos, de Rafael Klejzer, en el que recopilaron datos, viajando por todo el país y haciendo un laburo de campo sobre el tema de los alimentos, mirando el mercado, la concentración de las multinacionales y todo lo que tiene que ver con estar atados a una matriz agroexportadora que beneficia a muy pocos, en un país sumido en la pobreza y la indigencia. El armado de este documental fue muy vertiginoso porque es un tema urgente”, explicó Lepore.

“Fueron 13 jornadas de rodaje, o sea, 13 entrevistas. Viajamos por La Rioja, Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero, La Plata y otros puntos de la provincia de Buenos Aires”, añadió. “El cine documental es parte de nuestra militancia. Es una herramienta de transformación social para poder aportar al debate en un momento de vulnerabilidad de nuestro pueblo”.

También relató que la idea era ir a Bolivia y Brasil. “Pero, obviamente, con un presupuesto muy acotado no pudimos viajar. Igual contamos la experiencia tan importante de esos dos países que están un paso más allá. Lograron la intervención del Estado en la cadena agroalimentaria; era importante que estén en el documental para demostrar que no es imposible. Esta es una discusión histórica, importante, pero que hoy más que nunca, en un escenario de un gobierno de ultraderecha, fascista, que está destruyendo todo lo que sea estatal y todo lo que beneficie al pueblo argentino, tiene que estar.”

“Necesitamos debatir rápidamente cuál es el rol del Estado. Y cómo una empresa nacional de alimentos es una respuesta en ese sentido para llevar adelante políticas de Estado a mediano y largo plazo que puedan, de alguna manera, pensar en la alimentación como un derecho humano”, sostuvo. “No va a ser hoy, no va a ser mañana, porque esto es algo que hay que pensarlo de fondo. Esperamos que el documental pueda colaborar para reunir argumentos y que puedan implementar esto para ayudar a la gente”.

“Es necesario que todos pensemos en eso, y el rol del Estado es muy importante, porque si no todo queda en manos del mercado, como pasa hoy. Será difícil que empresas como Arcor, Molinos Cañuelas y Molinos Río de la Plata, que controlan el 90% del mercado de los productos de la canasta básica, puedan dejar de buscar su beneficio, que siempre es en detrimento de la mayoría. Que la gente no pueda acceder a la canasta básica de alimentos nos debería preocupar a todos y todas. Creo que debemos pensar en cómo transformar esta realidad para pensar en otro futuro posible”, agregó.

“Buscaremos demostrar en todos lados que podamos este trabajo, que fue un libro y hoy es un documental. Una empresa nacional de alimentos la veo como mandato popular. Pero debe ser una construcción colectiva y en conjunto. Así será una verdadera respuesta soberana a la insensibilidad de un sistema que falla”, concluyó.

Lepore, un director con trayectoria en el documental social

Nacido en Buenos Aires en 1982, Juan Pablo Lepore estudió en la carrera de Diseño de Imagen y Sonido de la UBA y se ha consolidado como un referente del documental político y ambiental en América Latina. Entre sus trabajos se destacan Sin patrón, una revolución permanente (2014), La jugada del peón, el agronegocio letal (2015), Olvídalos y volverán por más (2016) y Agroecología en Cuba (2017), seleccionada en diez festivales internacionales.

Juan Pablo Lepore denuncia la concentración del mercado alimentario en su nuevo documental
En la Argentina, diez corporaciones concentran el 90% del mercado alimenticio.

En 2020 presentó La vuelta al campo, premiada en más de 50 certámenes de Italia, Colombia, Ecuador y España, y en 2024 estrenó Las brigadistas, que obtuvo el premio SIGNIS a Mejor Documental. Empresa Nacional de Alimentos, una respuesta soberana es su séptimo largometraje y reafirma una línea de trabajo centrada en la denuncia de los modelos extractivistas y en la búsqueda de alternativas populares y soberanas.

Con 90 minutos de duración, el film llega para poner en debate un tema de primera necesidad: cómo garantizar el derecho a la alimentación en un país productor de alimentos pero atravesado por la desigualdad.