En momentos en que el fuego asesino de las armas militares extienden la muerte sobre el planeta, resulta imperioso aunar la cadena de unión fraternal y humana para sostener la paz para la igualdad y la libertad de la humanidad.

Unir lo disperso es la labor operativa del grado 33 y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, y ese es el objetivo de la Unión Masónica Mundial de Soberanos Grandes Inspectores Generales que presido en la actualidad.

Frente a las guerras que se desarrollan en el mundo y que ponen en riesgo la subsistencia humana, impulsamos un espacio para que nos vuelva a articular y aunar como cadena de unión universal para una sociedad más justa, más Igualitaria, más libre, más solidaria. Esencialmente humana.

Por eso, hacemos este llamado, para propiciar un espacio de diálogo, reflexión y acuerdos que permita alcanzar esa labor, en la más absoluta pluralidad, para generar una unidad en la diversidad.

Consideramos que la masonería tiene la responsabilidad de seguir aportando a la reflexión humana, en este momento crítico que le toca vivir. No desde paradigmas rígidos y cerrados, sino desde la construcción de diversas cosmovisiones que creativamente nos permitan superar la tempestad.

Y aquí es necesario comprometerse a una labor que sostenga la defensa de la igualdad humana, frente a las injusticias de la desigualdad del poder que restringue la libertad de la humanidad.

En ese camino, desde las diferentes miradas, concepciones y posiciones, debemos propiciar el constante diálogo con respeto para encaminarnos a una sociedad que pueda superarse a sí misma. Es un desafío que tenemos como Masones para la Humanidad.

Tal como lo señalan reglamentos masónicos como las Constituciones de Federico de 1762 y 1786, reafirmada en la Declaración de Ginebra de 2005, especialmente del artículo II, que nos da la «misión y peculiar deber, el instruir e ilustrar a los hermanos; conservar entre ellos la Caridad, la Unión y el amor Fraternal, y dedicarse, por último, y en todas partes, a ejercitar la paz y la misericordia».

Por eso, la masonería será la defensa de la justicia, de la igualdad de género, del ambiente, de la paz, de la República, de la Democracia, de la autonomía de los pueblos, de la diversidad religiosa, de la diversidad cultural, del amor al prójimo; o no será.

Siempre con la convicción indeclinable que el Rito Escocés Antiguo y Aceptado busca incesantemente la Verdad y la Justicia a la luz del conocimiento, el respeto de los DDHH y de los principios de Igualdad, Libertad y Solidaridad Humana.

Así, reafirmamos la defensa de los derechos de toda la humanidad en sus diferentes condiciones, de las culturas ancestrales, del fomento de la libertad de conciencia y la laicidad.

Por eso, enfatizamos la incorporación de toda persona sin distinción de género a los altos grados filosóficos y el rol de la educación integral y solidaria como la manera más idónea para la formación de una ciudadanía libre, responsable y comprometida con su sociedad.

Porque ratificamos el carácter de progreso de la masonería, que tiene asimismo por objeto «la Unión, la Felicidad, y el Bienestar de la Familia Humana en General y de cada persona en particular. Y debe, pues, trabajar con confianza y energía y hacer incesantes esfuerzos por conseguir esos objetivos, únicos que reconocen dignos de ella»

Así, seguiremos el propósito de promover la mayor colaboración entre masones de todos los Orientes, Ritos y Organizaciones, paso paso para enfocar hacia el fortalecimiento de la unidad de la Orden Masónica, fomentando la integración progresiva de los pueblos y países de los continentes, abrazando a la humanidad entera en la coherencia con nuestros ideales universalistas. En definitiva, en la búsqueda imperiosa de la Paz.

Por eso reitero, en este momento donde la muerte acecha y un conflicto global está latente, no podemos dejarnos caer en la barbarie y debemos sostener nuestra labor civilizatoria, sencillamente sobre nuestro apotegma Ardo ab Chao (Orden al Caos), tal como el ideal kantiano de la Paz de las Naciones.

Por eso, así como en distintos momentos de la humanidad, iniciados en la hermandad propiciaron acuerdos de concordia, queremos generar un llamado a lograr la Paz Mundial.