La caída en los giros de coparticipación y otros recursos realizados por el gobierno nacional prendió la alarma en casi todas las provincias. No es para menos: en mayo los montos girados se redujeron en 23,3% en términos reales con relación al mismo mes del año pasado. Si se toman solamente los valores correspondientes a la coparticipación federal, la caída es todavía mayor: 26,2% interanual.
Las cifras provocaron zozobra en todas las jurisdicciones. Por eso este martes se realizó una reunión de emergencia organizada por el Consejo Federal de Inversiones, el organismo del que participan todas las provincias. Los gobernadores allí reunidos resolvieron pedir al presidente Javier Milei una audiencia para discutir una reforma fiscal que ordene las responsabilidades impositivas y el reparto de los recursos.
“Al considerar la situación provincia por provincia, se advierte una performance homogénea en mayo: todas las jurisdicciones exhibieron decrecimiento en sus Recursos de Origen Nacional en términos reales. Río Negro mostró la mayor caída (-26,5%) mientras Salta fue la provincia con menor caída en términos reales (-19,9%). El promedio del conjunto se situó en -23,3%”, detalló un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
La caída en la coparticipación se debe, principalmente, al descenso en la recaudación impositiva por parte del gobierno nacional, que el mes pasado fue de 18% una vez descontada la inflación. De esos recursos recaudados, a grandes rasgos el 56% se reparte entre las provincias y el 44% se lo queda la Nación (aunque algunos tributos tienen asignaciones específicas y se les da participación a otros organismos).
Semejante reducción de la torta a repartir no sorprendió a nadie. Se sabía que iba a ser menor que el año pasado porque el buen dato de mayo de 2024 tuvo como causa un ingreso extraordinario por el Impuesto a las Ganancias, ya que las empresas debieron tributar por los grandes beneficios que lograron tras haber dolarizado sus carteras en los meses previos al triunfo electoral de Javier Milei.
Pero también cayó la cobranza en otros tributos ligados a la actividad económica, como el IVA, como consecuencia de una caída en el consumo interno a la que no se logra ponerle freno. “La recaudación por IVA cayó 1,0% en términos reales. Por su parte, Ganancias se desplomó 39,8%. La ventaja estadística que benefició la comparación interanual entre diciembre de 2024 y abril de 2025, al contrastar con meses de baja recaudación, jugó en contra en mayo. En junio, volverá a operar a favor”, señaló el trabajo.
La fuerte caída en la ayuda del gobierno central constituyó un verdadero dolor de cabeza para algunas provincias (Santiago del Estero, Formosa, Jujuy, La Rioja, Catamarca) en las que la coparticipación federal representa más del 60% de sus ingresos, según el cálculo realizado por el CEPA. Otras también suelen recibir otros recursos de origen nacional (por ejemplo contribuciones para la seguridad social, en aquellas que no han transferido sus cajas previsionales a la Nación) que representan entre siete y 13 puntos adicionales de sus ingresos totales.
En el otro extremo, los niveles de recaudación de recursos locales son sensiblemente mayores, como en los casos de Chubut y Neuquén, ambas con fuertes ingresos propios por regalías hidrocaburíferas, y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sede legal de gran cantidad de empresas.
Con ese panorama, los gobernadores recordaron el punto del meneado Pacto de Mayo, suscripto en julio del año pasado, en el que la Nación y las provincias se comprometían a “la rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual” y pidieron hablar con el Presidente. La cuestión, además de económica, suma ribetes políticos.