El Ministerio de Cultura de la Nación presentó un cuadernillo digital descargable con “propuestas, herramientas y reflexiones sobre la dimensión digital de los museos en tiempos de distanciamiento social”. Lo hizo a través del área de Formación y Redes de la Dirección Nacional de Museos y la Dirección Nacional de Gestión patrimonial de la Secretaría de Patrimonio Cultural.  

Según se consigna en la presentación, el desarrollo de contenidos digitales “es una forma de mantener abiertos los museos y estar cerca de sus visitantes”

El objetivo principal de la propuesta es “encontrar herramientas y contenido para generar vínculos entre los museos e instituciones culturales y el público.”

“Con un muestreo nacional e ilustrativo de experiencias diversas –dice el documento-, los invitamos a pensar el potencial del universo digital en este momento particular que estamos viviendo todos y todas en el mundo entero.”

El cuadernillo puede descargarse de manera gratuita en https://compartir.cultura.gob.ar/contenidos-digitales-y-museos/

Una de sus características es que se lee con la modalidad del libro, es decir, pasando las páginas como si se tratara de un libro tradicional. Cada vez que se pasa una, hay un leve sonido que evoca el que se produce al dar vuelta una página de papel.

El cuadernillo aclara que está hecho sobre la premisa de que la dimensión digital no reemplaza a la dimensión física, sino que la complementa. También indica que la pandemia les ha planteado a los museos un gran desafío: establecer cuál es su función hoy en que el coronavirus hace imposible visitarlos y cuál será en los momentos posteriores a la pandemia.

Uno de sus objetivos es promover la discusión dentro de las instituciones museísticas, para lo que aporta diferentes materiales periodísticos aclarando que la producción profusa y constante de estos materiales hace que el cuadernillo no esté cerrado sino abierto a la aparición de nuevos contenidos.

Quienes trabajen en un museo encontrarán información clara tanto sobre las posibilidades de reciclar y generar nuevos contenidos como sobre las herramientas digitales que tienen a su disposición para hacérselo llegar a los visitantes virtuales. Las actividades abarcan desde conversaciones públicas de actualidad hasta mostrar el “detrás de escena” de un museo y diseñar visitas guiadas virtuales y encontrar nuevos enfoques para mostrar sus colecciones.

Entre las herramientas de trabajo que se ofrecen se indican también los modos de evaluación de las propuestas, la forma de aprovechar y relacionar contenidos ya existentes en la web pero que se encuentran dispersos, participar en acciones conjuntas con otros museos. La información es precisa y detallada, ya que enumera los ofrecimientos que realiza cada uno de los museos citados.

También se indica de qué modo difundir las propuestas museísticas virtuales a través de las redes sociales y de qué forma suelen encarar esta difusión los museos.

A través de sus 74 páginas, el cuadernillo ofrece información concreta para que en tiempos de pandemia, invirtiendo la ecuación tradicional sean los propios museos los que salgan a buscar a sus visitantes. Un beneficio no explícito de la publicación es que puede ayudar a quien lo lea sin pertenecer al personal de un museo a ver las posibilidades que permite el mundo digital para transmitir todo tipo de contenidos.