El cine argentino volverá a ocupar un lugar destacado en la 73ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Luis Ortega estrenará mundialmente su nuevo mediometraje, Siempre es de noche, dentro de la sección competitiva Zabaltegi-Tabakalera, el apartado más abierto y diverso del certamen, que se desarrollará del 19 al 27 de septiembre.
Hace unos días se supo que entre las producciones que competirán por la Concha de Oro del certamen habrá dos argentinas: Belén, la segunda película dirigida por Dolores Fonzi, y Las corrientes, de Milagros Mumenthaler.
Ortega regresa al festival en esta sección paralela apenas un año después de haber conquistado el Premio Horizontes por El Jockey. En esta ocasión presentará un relato inquietante y poético que reúne a una joven armada y a un poeta con una extraña condición física, ambos aislados en una casa sin conexión con el mundo exterior. La irrupción de un afilador de cuchillos que se enamora de la protagonista desencadena una serie de acontecimientos que alteran la rutina de encierro y llevan a la joven de regreso a la casa de su madre, una mujer con graves problemas de salud mental.

Con producción de El Despacho Cine y ReBolución, el elenco incluye a Ornella D’Elia, Matías Fernández Burzaco, Osqui Guzmán, Ruth Ribero y Bruno Conti, junto a los recordados María Onetto y Daniel Fanego, en una de sus últimas participaciones cinematográficas.
Luis Ortega y San Sebastián
El vínculo de Luis Ortega con San Sebastián es ya una tradición. A lo largo de su carrera participó en secciones como Made in Spanish, Horizontes Latinos y Perlak, donde presentó la multipremiada El ángel (2018) tras su estreno mundial en Cannes. El año pasado compitió con El Jockey y se llevó el Premio Horizontes, consolidando su lugar entre los realizadores argentinos más reconocidos del circuito internacional.
En Zabaltegi-Tabakalera también competirá Bajo las banderas, el sol, la ópera prima del paraguayo Juanjo Pereira, realizada en coproducción con Argentina, Estados Unidos, Francia y Alemania. El largometraje de no ficción, premiado con el FIPRESCI en la Berlinale y el Gran Premio en el Bafici, reconstruye a partir de material de archivo los 35 años de dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay. La película muestra cómo el régimen consolidó su poder mediante el control de los medios, la manipulación constitucional y la represión de la disidencia. Aunque parte de hechos históricos, el film propone un diálogo con el presente, al subrayar la vigencia de las estrategias de control autoritario en América Latina.

Zabaltegi-Tabakalera se consolidó como la sección competitiva más permeable del festival, un espacio que admite todo tipo de propuestas formales y narrativas. Este año reunirá 23 títulos -15 largometrajes, seis cortos y dos mediometrajes- con siete estrenos mundiales y producciones presentadas previamente en certámenes como Cannes, Berlín, Venecia, Locarno o Toronto.
Entre los nombres destacados figuran la paraguaya Paz Encina, que estrenará su corto La felicidad; la francesa Lucile Hadzihalilovic, con La tour de glace protagonizada por Marion Cotillard; el islandés Hlynur Pálmason, con Jóhanna af örk / Joan of Arc; y el británico Harris Dickinson, conocido por su faceta como actor en Triangle of Sadness, que debutará como director con Urchin.
La sección abrirá con Una película de miedo, del hispano-brasileño Sergio Oksman, y se clausurará con Fiume o morte!, del croata Igor Bezinović, sobre la efímera ocupación de la ciudad portuaria de Fiume entre 1919 y 1920. Todas las películas de la sección competirán por el Premio Zabaltegi-Tabakalera, dotado con 20.000 euros (unos 23.400 dólares): 6.000 destinados al director o directora y 14.000 a la distribuidora en España.