El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció la amenaza militar de EEUU por el despliegue de buques militares en las costas del Caribe. «Ocho buques de guerra, 1.200 misiles y un submarino nuclear apuntan a Venezuela. Esto constituye la máxima amenaza para América Latina en su historia», afirmó Maduro ante la cumbre de cancilleres de la CELAC, celebrada en formato virtual bajo la presidencia de Colombia, que convocó la cita de urgencia en respuesta al despliegue de los barcos militares estadounidenses.

Maduro denunció que ese despliegue supone «una amenaza extravagante, inmoral, injusta y absolutamente criminal y sangrienta». «Ellos han querido avanzar a lo que llaman la máxima presión, en este caso militar (…). Ante esto hemos declarado la máxima preparación de Venezuela: ante la máxima presión, la máxima preparación», argumentó.

El mandatario venezolano señala como responsable de esta hostilidad al secretario de Estado, al que descalificó veladamente por proceder de la «mafia de Miami» y por querer «manchar el apellido de (el presidente Donald) Trump de sangre». En tal sentido, recomendó al mandatario estadounidense que «debe cuidarse, porque Marco Rubio quiere llevarlo a una guerra contra Suramérica y manchar el apellido Trump de sangre (…). Quiere llenarle las manos de sangre, sangre caribeña y latina», advirtió.

«La mafia de Miami ha tomado el poder político de la Casa Blanca y del Departamento de Estado norteamericano», resalta Maduro en referencia a que los sectores más extremistas impuso su visión en la política exterior hacia Latinoamérica y el Caribe «porque amenazar a Venezuela, es amenazar al continente entero».

Maduro instó a EEUU respetar el Tratado de Tlatelolco, aprobado por los 33 países de América Latina y el Caribe, que prohíbe la fabricación, uso, utilización o activación de cualquier arma nuclear en todo el territorio, que abarca desde México hasta la Patagonia, incluyendo todo el Caribe.

El jefe de Estado señaló que en la región caribeña existe consenso en relación a la preservación de la paz. «La inmensa mayoría de gobiernos nacionales están conscientes que hay que acompañar a Venezuela en la preservación de la paz y la soberanía de nuestro país y de la región», expresó.

En ese sentido, Maduro saludó en conferencia de prensa la iniciativa de su par de Colombia, Gustavo Petro, de convocar a una Cumbre de Cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

«Ojalá se convoque lo más pronto posible una cumbre presidencial, así sea virtual, de jefes de Estado y de Gobierno de la Celac para promover este debate y abrirle el espacio a Venezuela para denunciar todos estos planes de agresión militar», puntualizó.

Asimismo, dijo que espera que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) «reaccione» ante las denuncias hechas por Caracas. «Esperemos que el secretario general de la ONU y los organismos de Naciones Unidas reaccionen a tiempo y no se dejen arrasar por los acontecimientos, como ha pasado en otras áreas del mundo», recalcó.

El despliegue se produce en medio de las crecientes tensiones entre Washington y Caracas tras el anuncio a principios de agosto por parte de la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, de una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a la captura de Maduro, a quien acusa de liderar un cartel de droga.

Estados Unidos no declina su guerra psicológica contra Venezuela

En febrero, EEUU designó a una serie de carteles de la droga como organizaciones terroristas globales, entre ellas Tren de Aragua, Cartel de Sinaloa, Cartel del Noreste, Carteles Unidos y MS-13. El llamado Cartel de los Soles, al que considera liderado por la cúpula política de Venezuela, fue ingresado en la lista a finales de julio.

ALG con Europa Press y Sputnik