La primera ministra británica, Theresa May, reclamó este domingo que se revise la legislación antiterrorista por considerar que hay «demasiada tolerancia hacia el extremismo» en el Reino Unido, y ratificó las elecciones generales del jueves próximo a pesar de los dos ataques terroristas que causaron siete muertos y 48 heridos en Londres.

«Es el momento de decir basta, es suficiente; cuando se trata de combatir el extremismo las cosas tienen que cambiar», afirmó May en una conferencia de prensa posterior a la reunión del Comité Cobra, el máximo órgano de seguridad nacional.

La declaración refleja un notable endurecimiento de la posición de la primera ministra como consecuencia de los ataques perpetrados anoche en el Puente de Londres y en el mercado de Borough, ambos considerados «atentados terroristas», que provocaran 10 muertos, entre ellos los tres atacantes, y 48 heridos, varios de gravedad.

La jefa del gobierno se mostró partidaria de tomar nuevas medidas, en especial para combatir la difusión de ideologías extremistas en Internet, al asegurar que la policía cuenta con las capacidades necesarias para combatir la amenaza terrorista y establecer penas más duras para algunos delitos.

En consonancia con la decisión de los principales partidos británicos, que después de conocer los ataques decidieron suspender los actos proselitistas, durante la conferencia de prensa en Downing Street, su residencia oficial, May acompañó esa decisión e informó que mañana lunes se volverán a poner en marcha las actividades de campaña y ratificó que las elecciones se realizarán el jueves, tal como estaba previsto.

Este domingo, la organización yihadista Estado Islámico (EI) se atribuyó hoy la responsabilidad de los atentados perpetrados anoche en Londres, que dejaron siete muertos y decenas de heridos. «Un destacamento de combatientes de EI ejecutó el ataque de ayer en Londres», dijo la organización en un comunicado subido al sitio web de la agencia de noticias del grupo militante Amaq.