Francisco Echarren asumirá mañana como nuevo subsecretario de Vivienda, Tierra y Hábitat de la provincia y se convertirá en el segundo peronista en el Gabinete de María Eugenia Vidal. Intendente de Castelli, un municipio de 9000 habitantes, revalidó su mandato en 2015 por el Frente para la Victoria. Durante el gobierno kirchnerista integró el Grupo Oktubres, del ex ministro de Planificación, Julio De Vido, y ahora formaba parte del Grupo Fénix que lidera Véronica Magario (La Matanza), nacido como contracara del Grupo Esmeralda, más dialoguista, de Martín Insaurralde (Lomas de Zamora).

El pase generó sorpresa y críticas, pero además dio por tierra con la unidad que vienen ensayando intendentes y legisladores del PJ para negociar con Vidal la votación del Presupuesto y la ley impositiva 2017. Hacia adentro del Fénix también generó una grieta ya que Echarren siempre había negado los rumores: unos están enojados; otros salieron a bancarlo públicamente, como el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, a quien indican como el gestor del acuerdo con la gobernadora.

Aunque asume en una Subsecretaría del Ministerio de Infraestructura, Echarren fue convocado con un objetivo más ambicioso: poner en marcha en 2017 la Agencia de Tierra y Vivienda, un ente autárquico que contaría con un presupuesto de 10 mil millones para facilitar el acceso a la vivienda y regularizar las villas. Entrevistado por Tiempo, habla del proyecto y asegura que “no va a dejar de ser peronista” por sumarse al gobierno provincial, además critica a los que “hablan y nunca administraron nada”, pero evita definir de qué lado estará en la campaña.

–¿Cómo surgió el ofrecimiento de Vidal?

–Arrancamos charlando de política y gestión. Siempre flotó por el aire esta intención de sumar a un intendente joven, con una gestión activa en su municipio, pero no se avanzó hasta que hubo una oferta concreta sobre un área central como es la tierra y la vivienda, que no es sólo un reclamo de una fuerte de franja de la sociedad, sino que va en línea con lo que están planteando el Papa, todas las organizaciones sociales y la CGT. Tenemos un proyecto que no se hizo en los últimos 30 años en la provincia.

–¿De qué se va a ocupar la Agencia?

–De generar suelo urbano para las familias que no pueden acceder por sus propios medios y también de la construcción de viviendas para distintas franjas sociales. La Ley de Hábitat, que es revolucionaria, dota de herramientas al Estado. Es muy amplia: regula la especulación sobre la tierra, tiene que ver con loteos más ágiles, entre otras cosas.

-¿Va a ser un ente autárquico? ¿Cómo se financiará?

–Hoy asumo en la Subsecretaría de Vivienda que ya existe. Es una transición: en los próximos 90 días vamos a hablar, entre otras cosas, de cómo va a funcionar esta Agencia y vamos a trabajar en la ley que se necesita (para crearla). Financiamiento ya tiene, porque la provincia recibe fondos del Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI), la Ley de Hábitat tiene recursos específicos afectados de Ingresos Brutos y el gobierno nacional también gira dinero. Lo que hay que hacer es usar más inteligentemente estos recursos.

–Hay más de un millón de familias que no tienen viviendas. ¿Cuál es el objetivo a alcanzar en 2017?

–En los próximos seis meses vamos a tener un diagnóstico y una proyección más cercana a la realidad. Todavía no me hice cargo, así que no puedo decir cuál sería nuestro objetivo de máxima o de mínima.

–¿Vidal también le pidió regularizar la situación de villas?

–Es otro tema que también incumbe a esta área. Hay 1500 barrios en la provincia que todavía no están regularizados, muchos de ellos sin la infraestructura urbana necesaria. Es un desafío a largo plazo, no va a alcanzar con el esfuerzo y el compromiso de esta gobernadora, pero dejará sentada una política pública que va a tener que continuarse.

–¿Se van a sumar otros intendentes peronistas al gabinete?

–Vidal es una persona muy abierta, no tiene preconceptos ni prejuicios. Le interesa abordar los temas y darles una solución. En ese marco, la verdad es que si del otro lado también hay una apertura se puede sumar cualquiera.

–¿Qué le dijeron sus colegas del PJ?

–Cuando uno está por tomar una decisión, la toma y después la explica. Y así fue: yo hablé con muchos intendentes con los que tengo afinidad y confianza y todos coincidimos en que se pueden hacer muchas cosas para la gente. Y la verdad es que también la clase dirigente tiene que dar una señal clara a la sociedad: no puede ser que nos pasemos discutiendo cuestiones políticas. Hoy hay dirigentes que están discutiendo los cargos electivos de 2017 y en el medio la gente tiene muchísimas dificultades.

–¿Qué le responde a los que lo critican incluso dentro del Grupo Fénix?

–Cuando conformamos el Grupo Fénix lo hicimos con una idea clara que es que la gente viva mejor. Después hay contradicciones, cuestiones que uno sabe que no va a poder solucionar ni de adentro ni de afuera, ahora uno tiene que tener la conciencia y la voluntad de que en cualquiera de los contextos va a trabajar para la gente. Yo me siento profundamente peronista, en Castelli en cinco años puedo dar testimonio del peronismo; hay algunos que hablan y nunca administraron nada, no hicieron peronismo en realidad. El peronismo es amplio y hay lugar para todos, pero también hay que tener responsabilidad al momento de emitir una opinión.

-Dijo que va a colaborar con Vidal pero “no se va a pintar de amarillo”. ¿Para quién va a hacer campaña en 2017?

–Lo que quise decir es que aceptando este desafío enorme no voy a dejar de pensar como pienso, no voy a impostar mi ideología, no voy a dejar de ser peronista.

–¿Pero por quién va a hacer campaña?

–No quiero hablar de la cuestión electoral porque es justamente lo que estoy criticando. Sería una falta de respeto a la gente y a la gobernadora decir cómo me veo el año que viene, si en un partido o en otro.

–¿Cómo ve al peronismo? ¿Puede lograr la unidad?

–El peronismo está transitando una etapa difícil porque no hay un líder nacional. Cristina Kirchner, que es el peso pesado del peronismo, no tiene definida su candidatura y eso provoca muchos movimientos que generan estas idas y vueltas. Y hasta que no surja una figura igual o superior a Cristina y ella no defina si va a ser candidata o no, el peronismo va a fluctuar. «