A 100 días del comienzo del gobierno del ultraliberal Javier Milei, su gabinete está lejos de afianzarse. Esta vez, abandonaron la gestión dos funcionarios que habían sido fuertemente cuestionados: Geraldine Calvella, la joven de 23 años que estaba a cargo del RENAPER; y Armando Guibert, el ex secretario de Transformación del Estado y Función Pública, quien debía echar esta semana a unos 70 mil trabajadores contratados.

«Con la satisfacción del deber cumplido»

Además de tratar de resolver la situación de los trabajadores temporales, Guibert, se encargaba de la negociación paritaria con los gremios estatales. Este lunes renunció a su cargo a través de una carta dirigida al presidente.

Guibert, de 75 años e ingeniero industrial, había llegado al gobierno de la mano del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y por estos días debía definir el futuro de los contratados, ya que se vencían los tres meses de prórroga que habían dispuesto para el sector a fines del año pasado, siendo que estos contratos se renovaban habitualmente de manera automática.

«Por medio de la presente, me dirijo a usted a fin de comunicarle mi renuncia indeclinable, por motivos estrictamente personales (…) a partir del día de la fecha», indicó Guibert, y agregó: «Con la satisfacción del deber cumplido y de haber servido a la Patria desde el lugar con el que me honró, lo saludo a Usted con mi más distinguida consideración”.

El ex secretario había asumido en diciembre pasado y en febrero fue también nombrado, ad honorem, como uno de los directores del Banco Nación.

Fue uno de los funcionarios que había quedado envuelto en la polémica por las subas del 48% en los sueldos del presidente, la vicepresidenta, los ministros y secretarios de Estado del gobierno, tras lo cual el presidente solo desplazó al secretario de Trabajo, Omar Yasin.

Joven, inexperta y con un sueldo millonario

Una de las incorporaciones más cuestionadas en el gobierno, fue la de la militante oficialista Geraldine Calvella, quien con 23 años, había quedado al frente de la Dirección de Fiscalización de Centros de Documentación del Registro Nacional de las Personas. Sin ninguna experiencia laboral ni un título universitario.

Tras las críticas, la joven, oriunda de Saladillo, tomó la decisión de dar un paso al costado luego de haber quedado expuesta en las redes sociales y en varios medios de comunicación. 

Según trascendió, había sido designada el 15 de enero con un sueldo bruto de 2.732.002,60 pesos, lo que le valió el ataque incluso de los propios trolls y bots financiados por el gobierno debido a la falsa imagen de austeridad y eficiencia que Milei se esfuerza por imponer.

Otros renunciados

El entonces ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, renunció luego de haber sido acusado de filtrar datos a la prensa sobre reuniones de gabinete. Su rol de presunto informante le valió que Milei le pidiera la dimisión al cargo. Finalmente, esa cartera fue absorbida por Economía. Otra renuncia que hizo ruido fue la del titular de la ANSES, el cordobés Osvaldo Giordano.

Pero donde mas bajas se produjeron fue en el área de comunicación. Eduardo Roust, Juan Caruso y Belén Stettler dejaron sus cargos cuando antes de los primeros 20 días de gestión ultraderechista. La lista siguió a medida que el DNU y la MegaLey fueron quedando en el camino.