El stock de la deuda pública de la Administración Central aumentó a U$S 403.044 millones en el mes de marzo, según un informe oficial de la Secretaría de Finanzas. El incremento fue de U$S 16.507 millones con respecto a febrero.

Según el resumen dado a conocer este lunes, el 76% de la deuda corresponde a títulos públicos y el 20% a compromisos con organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional, BID, Banco Mundial y otros). El resto corresponde a Letras del Tesoro, adelantos transitorios del Banco Central y otros instrumentos.

El 65% del monto adeudado está nominado en dólares y otras monedas extranjeras. Del 35% restante, expresado en moneda local, el 82% es ajustable por dólar o por inflación.

Con esos números, si se compara el informe de marzo con el de diciembre de 2023, el incremento de la deuda pública desde el inicio de la gestión de Javier Milei es de U$S 32.380 millones. Desde el Palacio de Hacienda sostienen que la variación se debe exclusivamente a la apreciación del peso desde la devaluación dispuesta a fines del año pasado por el ministro de Economía, Luis Caputo.

A partir de ese momento, el dólar se ajustó a una pauta de sólo 2% mensual y los títulos en pesos, cuyo capital se actualiza al compás de la inflación, crecieron muy por encima de ese ritmo. Por eso el concepto “ajuste por valuación” explica casi toda la diferencia de este trimestre. Más aún, las amortizaciones fueron superiores en U$S 2.213 millones a los créditos obtenidos, según la explicación oficial.

Maraña y maniobra

Aun por detrás de esa maraña de números, el gobierno apeló a un recurso claro: desviar hacia el Tesoro los excedentes de dinero que el sistema financiero colocaba en el Banco Central. Así, la tasa de los pases ofrecidos a los bancos cayó al 70% nominal anual y los bancos prefirieron apostar a los títulos del Tesoro para evitar la licuación de sus depósitos.

El efecto de esta maniobra se vio en la última licitación del jueves 11 de este mes: la Secretaría de Finanzas colocó letras y bonos para cubrir un vencimiento de $ 520.000 millones y recibió ofertas por 2,9 billones de pesos. “El excedente ($ 2,4 billones) se utilizará para comprar dólares para pago de vencimientos en moneda extranjera”, anunció el secretario del área, Pablo Quirno.

El informe abarca solamente la deuda de la Administración Central y por eso no comprende al Banco Central, que en los últimos meses incrementó su deuda en dólares a través de la emisión de los Bopreal (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre). Los títulos están destinados a las empresas que tenían compromisos impagos con sus proveedores del exterior, aunque luego los valores se pueden comerciar en el mercado abierto.

La entidad también dejó de entregar divisas para el pago de importaciones por una suma estimada entre 10 mil y 12 mil millones de dólares: esa deuda comercial está a cargo de los importadores y la promesa del BCRA es ir habilitando los billetes para cancelar esas operaciones en las próximas semanas, en la medida en que ingresen las divisas que liquiden los agroexportadores.