En menos de un mes, mientras crece la inflación y la pobreza, y se lanzaron el Mega DNU y la Ley Ómnibus con más de 600 artículos, el presidente Javier Milei profundizó una faceta que posiblemente la mayoría pensaba que iba a apaciguarse a partir de la asunción: su militancia fervorosa en las redes. Y sus desvaríos, con peleas que parecen absurdas.

Ocurrió con Hugo Arana (fallecido hace tres años), con la Internacional Comunista y lo más reciente, una insólita cruzada contra una cuenta fake del gobernador bonaerense Axel Kicillof. ¿Es ‘fulbito para la tribuna’ para que ocupe las primeras planas mientras por detrás se aprueba lo densamente importante? ¿O habla de una personalidad difícil de entender para un presidente?

Empecemos por lo último. La cuenta Axel KicilIof (@Kicilloveok) que en su propio perfil admite ser fake del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, tuiteó en la noche del domingo, dirigiéndose al líder de La Libertad Avanza: «Presidente Milei, yo también tengo más años de estudio económico que usted. Licenciatura y Doctorado en Economía, Investigador Adjunto CONICET, Investigador Titular Instituto de Investigaciones Económicas de la UBA, dos veces Gobernador de la PBA. Y no me apañó ningún empresario».

A las 14.36 de este lunes (en horario laboral para la mayoría de los mortales), Milei le contestó: «Estimado Gobernador Kicillof, creí que no era necesario recordarle que Usted fue parte de la cartera de economía de un gobierno que inició el ciclo de estancamiento del PIB y caída en términos per-cápita pese a contar con términos de intercambio fabulosos.

A su vez, tampoco debemos olvidar su pésima gestión en el acuerdo con El Club de París y la coronación de su mala praxis en materia financiera con su catastrófico accionar en el caso de YPF. Tampoco, los argentinos de bien nos vamos a olvidar de su accionar liberticida durante la pandemia. Por ende, sus diversos títulos no han ayudado a que los argentinos puedan vivir mejor, sino todo lo contrario. Es más, me parece que exageró en el cariño a la parte mala de la biblioteca, esa que no es parte de la solución sino del problema. Saludos, JM VIVA LA LIBERTAD CARAJO».

En seguida las redes hicieron lo suyo. Y la noticia empezó a esparcirse. «Milei le contestó a una cuenta fake del gobernador Kicillof». Incluso lo subió Clarín. El presidente no borró su tuit, sino que eligió dos camino: primero, replicarle su respuesta al perfil verdadero de Axel (Kicillofok se lo remito para que esté al tanto Gobernador.»). Y segundo, tomar la nota de Clarín, para seguir el tema, queriendo justificarse: «Es que en rigor a la verdad, lo dicho en la cuenta fake es una tontería que bien podría haber dicho el verdadero sin duda…».

Milei contra todos

Pero lo de hoy tiene antecedentes. El domingo de Nochebuena (nótese el momento), eligió cuestionar un video viral del reconocido Hugo Arana, para defender la teoría neoliberal del derrame. Lo hizo contra un actor fallecido en 2020 que ni siquiera podía defenderse.

A través de su cuenta oficial en la red social X, Milei citó un extracto del programa “Debo decir”, grabado en mayo de 2017 y que era conducido por el periodista Luis Novaresio. Allí Arana cruzó al entonces ministro de Hacienda y Finanzas del macrismo, Nicolás Dujovne«La teoría del derrame me parece uno de los más graves insultos. Yo veo la imagen, estoy en mi casa comiendo, y le digo al nenito de la calle ‘sentate ahí y espera que van cayendo migas y podés comer’. Eso del derrame me parece una humillación, una hijaputez profunda«, resaltó el artista en ese momento.

E insistió: «para que haya multimillonarios tiene que haber miles y miles de chicos desnutridos, enfermos, tirados entre aguas contaminadas y viviendo en casas de madera, sino no puede haber millonarios. ¿Cómo hago para equilibrar? No lo veo, no entiendo».

Milei entonces retomó ese extracto y atacó al fallecido actor de Matrimonios y algo más«Aquí Hugo Arana repetía una de las frases más aberrantes y mentirosas sobre el capitalismo de libre empresa (…). Para despejar la ignorancia de los que repiten esta brutalidad, les cuento que en el capitalismo de libre empresa los intercambios son VOLUNTARIOS, por lo que si existiera el derrame, ello sería en favor de las dos partes que deciden hacer la transacción. Por otra parte, en el capitalismo de libre empresa no hay derrame, porque de ser así ello implicaría ineficiencia y en el sistema en cuestión ello conlleva a la quiebra».

Una semana después, Milei volvió a atacar (como lo hace asiduamente contra Lali o contra el Congreso o contra «los zurdos» y el socialismo, basta con ver qué cosas retuitea), esta vez a algo más insólito aún: la Internacional Comunista.

El método funciona como una regla de tres simples (algo similar a lo que hace el macrismo con los medios afines). Algún mecanismo de propaganda del gobierno publica algo y Milei entonces aprovecha a comentar algo en sus redes tomándolo. Acá fue La Derecha Diario que lanzó una nota, a inicios de año, titulada «La Internacional Comunista elige a Javier Milei como su máximo enemigo para el año 2024 a nivel mundial» (sic).

A continuación, el presidente comentó: «Muchas gracias por tal HONOR…!!! VIVA LA LIBERTAD CARAJO». La situación llegó a tal absurdo que salió Chequeado a elaborar un artículo donde enfatiza: «No, la Internacional Comunista no eligió a Javier Milei como “su máximo enemigo”: la organización fue disuelta en 1943». El problema mayor es que, mientras tanto, en el país pasan cosas importantes, y difíciles para gran parte de la población, sobre todo los más desfavorecidos.

Redes y militancia

Los desvaríos del presidente en las redes (que, se supone, es el terreno donde mejor se mueve) volvió a poner en tela de juicio su equipo comunicacional. El 3 de enero el gobierno decidió desvincular a Iñaki Gutiérrez de las cuentas oficiales del gobierno.

Un retweet fue la gota que rebalsó el vaso. El joven que maneja las redes de Javier Milei hace unos cuantos años, publicó para año nuevo una foto con su novia -y parte del equipo de CM del gobierno- Eugenia Rolón. Luego, la retwitteó desde la cuenta de Casa Rosada. El posteo duró poco pero su efecto no: un “¡Feliz año!” terminó por desplazarlo, aunque seguirá manejando la cuenta de Tik Tok de Javier Milei. 

Iñaki pareciera buscar seguir aumentando sus seguidores -y su perfil, claro-, usufructuando los canales públicos del gobierno y la información. Ejemplo de ello fue su desempeño el 10 de diciembre con la asunción presidencial, donde la jura de Ministros, que sucedió a puertas cerradas, fue transmitido y publicado a través de sus redes.

Pero no fue el único “error”. Días después de que el nuevo presidente ultraderechista asuma la presidencia, el mismo Iñaki publicó un post desde el Twitter (X) de la Casa Rosada un video donde se muestran paredes y techos en mal estado, con el objetivo de señalar “la pesada herencia” del gobierno de Alberto Fernandez. “La dejaron como al país, en ruinas”, rezaba el video. 

El posteo tuvo dos inconvenientes: confundía falsos escombros -que en realidad eran las piedras que homenajean a las víctimas de Covid-; y el compilado aun no había sido aprobado al momento de su publicación. 

milei

La desvinculación de Iñaki fue anunciada en la primera semana del año. Desde el Gobierno confirmaron que le sacaron las contraseñas y que el joven seguirá siendo parte del equipo pero no tendrá acceso a las cuentas principales del gobierno. Eso sí, según indican fuentes cercanas al presidente, le manejan las redes como TikTok (donde más seguidores tiene), pero Milei suele usar él mismo su Twitter.

Como contó Tiempo días atrás, el manejo de las redes a cargo de Iñaki y Rolón, desnudaron un modo de ver toda la política del nuevo gobierno: la falsa libertad (hago lo que quiero con lo que tengo, aunque sea de todos y todas), y la lógica privatizadora, a la que el gobierno ahora, parece poner un mínimo límite.

El uso privado de la información pública fue un eje de las primeras semanas de gobierno libertario. En los videos publicados en la cuenta de Iñaki, aparece una insignia de regalo, que invita a “apoyar a los creadores” de contenido de Instagram. El regalo consiste en enviar “estrellas” a partir de un saldo que, por supuesto, hay que comprar: 15 estrellas salen 0,29 dólares. De cada estrella recibida, la o el creador recibe 0,01 dólares de la misma. Posible dinero fácil con una audiencia que solo puede ver un acto oficial a través de cuentas de influencers que ahora son funcionarios.

“Depender de seguir a influencers para la comunicación pública no es lo que corresponde institucionalmente”, relató a este diario Natalia Zuazo, directora de Salto Agencia y consultora en políticas tecnológicas. “Hay muchos problemas en las decisiones de comunicación pública que está tomando el gobierno. No se trata solo de lo que quiere transmitir sino del derecho a la información de la población. Los actos de gobierno deben ser públicos, hay una ley de acceso a la información pública aprobada en 2016 que implica la obligación de hacerlo”. 

Las redes son el terreno donde LLA supo construir nuevos sentidos y también conquistar un público cautivo, mayormente masculino joven. Esta política comunicacional inédita, alejada de los medios tradicionales a quienes niega la pauta, cierra perfecto con la lógica de las plataformas, donde el mercado manda. Como Elon Musk en X: quien tiene plata puede pagar la verificación, así tener más visibilidad y más derechos. La ley de la selva.

Mientras tanto, los funcionarios (con el presidente a la cabeza) siguen en su rol militante en las redes. Se vio en los últimos días, en los que Milei posteó memes con «No la ven», o discutió con declaraciones del actor ya fallecido, Hugo Arana, o a inicios de semana el mensaje con un Buda: el mandatario la publicó con el diálogo “Maestro, ¿por qué me duele más que antes?”, es la pregunta del posteo. “Porque esta vez elegiste la cura en vez de la anestesia”