Argentina año verde. El Fondo Monetario Internacional (FMI) se pronunció públicamente a favor de que el gobierno de Javier Milei arbitre todas las medidas necesarias para asegurar la asistencia social a las millones de personas de mayor vulnerabilidad de nuestro país y, al mismo tiempo, que el ajuste que lleva adelante el presidente no recaiga más sobre los trabajadores y, sobre todo, sobre los jubilados y pensionados.

¿El FMI se volvió sensible de los problemas sociales que suceden en los países a los que otorga préstamos impagables y luego asfixia financieramente? No, en absoluto. Lo que sucede es que el propio organismo internacional empieza a darse cuenta que la política económica de Milei y Caputo es insostenible socialmente.

En una conferencia de prensa ofrecida este jueves en Washington, el portavoz del FMI Julie Kozack dijo textualmente: “Dada la muy delicada situación social, junto con las ya muy altas tasas de pobreza en Argentina, será importante asegurar asistencia social adicional y preservar el valor real de las jubilaciones. También se necesitan esfuerzos sostenidos para apoyar a los segmentos vulnerables de la población y, como ya dije, es muy importante para nosotros que, según el programa, la carga del ajuste no recaiga sobre las familias trabajadoras y los segmentos más vulnerables de la población”.

Recién después de las advertencias, el vocero del Fondo dijo que en Argentina «se está implementando un ambicioso plan de estabilización para corregir graves desvíos políticos en los últimos trimestres de 2023 y volver a encarrilar el programa” y que “el plan se centra en el establecimiento de un ancla fiscal fuerte junto con políticas para reducir de manera duradera la inflación, reconstruir las reservas y abordar las distorsiones, así como los impedimentos de larga data al crecimiento”.