En medio de la reciente crisis de acceso al gas natural que afectó a gran parte del país resulta imprescindible mirar hacia una realidad que en Misiones se vive desde siempre. Esta provincia, ubicada en el corazón del Mercosur y a escasos kilómetros de la represa Yacyretá, nunca fue conectada a la red nacional de gas. Una deuda estructural que condiciona a la industria, la economía y la vida cotidiana de más de un millón de habitantes.

El ingeniero Gerardo Grippo, presidente del Movimiento Industrial Misionero, resume con crudeza la situación: “Misiones es la única provincia del país que nunca fue conectada a la red de gas natural. Esto nos coloca en desventaja estructural: producimos más caro, perdemos competitividad y se nos hace imposible atraer inversiones”.
Una deuda histórica
La falta de gas natural obliga a la provincia a sostenerse con energía eléctrica, biomasa y combustibles líquidos, alternativas más costosas y contaminantes. Según Grippo, esta situación impide que sectores clave como la foresto-industria, la construcción y los textiles puedan desarrollarse con normalidad.

“Cada fábrica que se instala aquí paga más en energía que en otras provincias. Esa diferencia la termina asumiendo el consumidor o se traduce en cierre de empresas”, explicó.
Industria en jaque
Los números son contundentes. Entre noviembre de 2023 y junio de 2025, la industria argentina cayó 8,4%, con una pérdida estimada de 170.000 puestos de trabajo. En Misiones, la crisis se profundiza: el 21% de las pymes redujo personal este año y más de 12.000 cerraron en la actual gestión. La paralización de obras públicas, la presión impositiva y los altos costos financieros completan un escenario adverso.
“Sin infraestructura energética no hay industria posible. Y sin industria no hay empleo ni desarrollo sostenible. El gas natural es un recurso estratégico que se nos negó históricamente”, advirtió Grippo.
Impacto social y económico
La ausencia de gas no afecta solo a las fábricas. Comercios, hospitales y familias dependen de garrafas o combustibles líquidos. En las ciudades del interior, el costo energético se multiplica, golpeando el poder adquisitivo de los hogares. “Mientras otras provincias planifican el futuro de su matriz gasífera, Misiones sigue esperando la conexión básica”, señaló el ingeniero.

La situación también incide en el comercio exterior: la foresto-industria, uno de los principales motores exportadores, pierde competitividad por costos energéticos elevados. A ello se suman las dificultades logísticas de una provincia con el 90% de su territorio lindante a fronteras internacionales y con una de las coparticipaciones más bajas del país.
“Una solución inmediata podría venir de una compensación económica en la tarifa de la energía más utilizada en el territorio provincial, que es la energía eléctrica. De esta manera se equilibraría, al menos en parte, la falta de equidad en la disponibilidad de recursos y en la estructura de costos que hoy soportan tanto los hogares como las industrias”, planteó.
Mirar hacia adelante
Grippo sostiene que la solución exige decisión política y planificación federal: conexión a la red de gas, inversiones en alta tensión, impulso a las energías renovables locales y un plan industrial que contemple las asimetrías regionales. “Necesitamos políticas expansivas, no restrictivas. Es hora de reparar una deuda histórica con Misiones”, concluyó.
Francisco Eduardo
27 August 2025 - 08:52
Como no se puede pagar tanto impuestos,, Misiones te cobran más retenciones todavía,,, que no se quiénes se benefician