Jan “Monchi” Gorkow creció en Jarmen, un pueblo de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en la Alemania que quedó atrapada entre la euforia de la reunificación y la desolación de la provincia. Calles vacías, fábricas cerradas, jóvenes sin futuro: todo esto le dio forma a su adolescencia. Allí, como muchos pibes de la región, se acercó al fútbol y a la barra del Hansa Rostock, con peleas y arrestos incluidos. Una rabia adolescente que pronto encontró un cauce más musical.

En 2004, Monchi y unos amigos fundan Feine Sahne Fischfilet (FSF). Al principio, un proyecto de punk-ska local; con los años, una banda que se volvió voz de resistencia desde la periferia, llevando la bronca de pueblos olvidados a conciertos que se llenan en cuestión de horas. Sus canciones hablan de desempleo, neonazis, injusticia social y el abandono de las provincias del Este. Letras directas, pegadizas, cargadas de rabia y orgullo territorial.

FSF nunca escondió su postura antifascista. Desde sus primeros shows, dejaron claro que no tocan si hay neonazis entre el público. Esa firmeza los metió en problemas: censura de autoridades, vigilancia del Verfassungsschutz y conflictos legales. La canción «Staatsgewalt» criticaba la violencia estatal y casi termina prohibida. Y aún así, la banda siguió tocando, organizando giras en pueblos donde la extrema derecha tenía presencia, con un mensaje claro: resistencia desde abajo, desde la comunidad.

Monchi y Feine Sahne Fischfilet: punk, antifascismo, lucha contra la censura y la Alemania olvidada
Feine Sahne Fischfilet.

Monchi, una vida de película

Monchi ha estado en el centro de varias historias que parecen sacadas de una película de punk. Durante una protesta pro-refugiados en Güstrow, se enfrentó físicamente con neonazis y terminó absuelto por la justicia. En otra ocasión, la difusión de imágenes falsas intentó vincularlo con saludos nazis; la banda respondió y desmintió rápidamente, dejando en claro que su lucha es clara y sin ambigüedades.

A pesar de sus problemas con el Estado, FSF creció. La banda decidió quedarse en su tierra natal, lejos de Berlín, manteniendo viva la cultura local y demostrando que se puede resistir sin mudarse a la capital. Cada disco, desde Backstage mit Freunden hasta Sturm & Dreck, combina la crudeza del punk con una conciencia social madura. No hay artificios ni grandes producciones: sudor, guitarra, trompeta y gritos antifascistas.

En 2018, el documental Wildes Herz mostró a Monchi como es: un tipo que pasó de la furia adolescente a la militancia cultural, que no olvida de dónde viene, que respira la brisa del mar y el polvo de su pueblo, y que convirtió la rabia en música, acción social y comunidad. FSF demuestra que el punk puede ser algo más que ruido: puede ser organización, territorio y memoria.

Monchi y Feine Sahne Fischfilet: punk, antifascismo, lucha contra la censura y la Alemania olvidada
La banda llegará por primera vez a la Argentina para acompañar a Die Toten Hosen en su despedida.

Para los argentinos, acostumbrados a la periferia, al abandono y a la resistencia cotidiana, FSF ofrece un espejo de cómo transformar el enojo en acción y mantener la dignidad intacta. Rabia, convicción y melodía: ese es el manual que Monchi y su banda dejaron en cada show, en cada canción y en cada lugar que pisan.

Monchi y Feine Sahne Fischfilet: punk, antifascismo, lucha contra la censura y la Alemania olvidada
Monchi tiene un carisma único.

¿Cuándo?

Die Toten Hosen + Feine Sahne Fischfilet + Cadena Perpetua. Sábado 10 de octubre de 2026 en el Movistar Arena (CABA)