Dos hombres, dos mujeres y una nena de 4 años murieron por la inhalación de monóxido de carbono en una vivienda del barrio porteño de Villa Devoto. Fuentes policiales informaron que personal de la Policía de la Ciudad y Bomberos concurrieron hasta el domicilio situado en la calle Sanabria al 3700, entre Ricardo Gutiérrez y Pedro Morán, por dos personas desvanecidas.

En ese contexto, las autoridades hallaron los cuerpos sin vida de cuatro mayores y una niña de 4 años, hija de dos de los fallecidos, al tiempo que una beba fue derivada en una ambulancia del SAME al Hospital Zubizarreta.

Las puertas del inmueble estaban abiertas por un familiar que observó la situación y llamó al 911. Los brigadistas retiraron a la beba y ventilaron el ambiente para que el personal de salud pudiera constatar los cinco decesos.

El titular del SAME, Alberto Crescenti, conversó con la prensa y sostuvo que las damnificados habrían fallecido como consecuencia de la inhalación de monóxido de carbono por un escape de gas. “Llevaban varios horas fallecidos”, remarcó el médico, y agregó: “El monóxido de carbono es un asesino silencioso”.

Crescenti destacó que la beba “está fuera de peligro”, mientras que los familiares de las víctimas fatales llegaron al lugar y recibieron asistencia psicológica.

El riesgo de cada invierno

En este contexto de ola polar, los especialistas recomiendan revisar periódicamente las instalaciones de gas, debido a que es clave constatar estufas, hornallas y calefactores funcionen correctamente. Si la llama se ve amarilla o anaranjada, o si hay manchas de hollín en los artefactos o sus salidas, se debe contactar a un gasista matriculado.

Los habitantes de domicilios deben ventilar los ambientes todos los días aunque la temperatura baje, es esencial permitir la entrada de aire fresco, por lo que se aconseja abrir puertas y ventanas al menos una vez al día ayuda a renovar el oxígeno y evitar la acumulación de gases tóxicos.

Además, dormir con la estufa prendida representa un riesgo alto en el caso de que el artefacto no tenga salida al exterior, puede liberar monóxido de carbono mientras las personas descansan y se dificulta la detección de síntomas.

Se deben reconocer los síntomas de intoxicación, como, por ejemplo, dolores de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, visión borrosa, debilidad o dolor de pecho pueden ser señales de exposición.

En casos más graves, pueden presentarse convulsiones o pérdida del conocimiento. Ante cualquier sospecha, es imprescindible acudir de urgencia al centro médico más cercano.