El actor estadounidense James Ransone, recordado por sus roles en series emblemáticas como The Wire, Treme y Bosch, fue hallado muerto a los 46 años en la ciudad de Los Ángeles. La Oficina del Médico Forense del Condado de Los Ángeles informó que, tras las pericias correspondientes, la causa de la muerte fue un suicidio, y descartó la existencia de signos de una agresión.
La noticia fue confirmada por la familia del intérprete, que atraviesa horas de profundo dolor. Ransone residía en California junto a su esposa, Jamie McPhee, y sus dos hijos. En un mensaje público, sus allegados solicitaron que, en lugar de homenajes, se apoye a organizaciones dedicadas a la salud mental, una problemática que el propio actor había visibilizado en los últimos años.

Nacido en Baltimore, Ransone alcanzó notoriedad en 2003 con su interpretación de Ziggy Sobotka en la segunda temporada de The Wire, una de las series más influyentes de la historia de la televisión. Su personaje, el impulsivo y trágico hijo del líder sindical Frank Sobotka, se convirtió en una de las figuras más recordadas de la ficción creada por David Simon, elogiada por su crudeza y profundidad social.
A lo largo de su carrera, iniciada a comienzos de los años 2000, Ransone participó en numerosas producciones televisivas y cinematográficas. Tuvo apariciones en series como CSI, Ley y orden, Hawaii Five-0, Generation Kill, Low Winter Sun y Buscarse la vida en América. También formó parte del elenco de Treme y Bosch, donde volvió a destacarse por su capacidad para encarnar personajes complejos y vulnerables.
En el cine, integró el reparto de producciones de gran alcance como It: Capítulo Dos y Sinister, donde compartió pantalla con figuras como Jessica Chastain, James McAvoy, Bill Hader y Bill Skarsgård.
Ransone sufrió abusos en la infancia
En 2021, el actor había hecho pública una experiencia traumática de su infancia: denunció haber sufrido abusos sexuales a los 12 años por parte de un extutor que trabajaba en escuelas públicas de Maryland. En un testimonio difundido en redes sociales, explicó que ese episodio marcó su vida y estuvo ligado a posteriores problemas de adicción al alcohol y a la heroína. Aunque realizó la denuncia formal, la Policía decidió no presentar cargos penales.
Tras su fallecimiento, su esposa impulsó una campaña de recaudación de fondos en beneficio de la National Alliance on Mental Illness (NAMI), con el objetivo de promover la prevención, la concientización y el acceso a asistencia para personas que atraviesan padecimientos de salud mental. “Queremos transformar esta tragedia en ayuda para otros”, señalaron desde su entorno.
La muerte de James Ransone generó una ola de mensajes de despedida por parte de colegas, seguidores y críticos, que destacaron su talento, su honestidad interpretativa y su valentía para hablar públicamente de sus heridas.