La enorme orquesta cooperativa de folklore con aires urbanos Oiga! prepara una fiesta para despedir el año. Será en su peña, La Atravesada, que realizan cada dos meses, aunque esta vez será distinta a las que tienen acostumbrado a su público: estuvieron trabajando en una producción más grande, que incluye a la gran Teresa Parodi. Hace algunas semanas anunciaron El festejo, un ágape en el que recorrerán todos sus temas y celebrarán la incorporación de nuevas canciones a su repertorio. La cita será el viernes 19 de diciembre desde las 21 en Atroden Club.
Tendrán como invitadas a Luciana Jury y al Dúo Bote (integrado por Flor Bobadilla y Abel Tesoriere), y el cierre de la velada será a puro cachengue con Laquetecumbió, todos amigos de la casa. Además, contarán con la presencia de Teresa Parodi, que compartirá escenario con su nieta Emilia, pianista de la orquesta. “Me parece maravilloso ser invitada por una orquesta de jóvenes, de compositoras y compositores que tienen esta búsqueda, esta necesidad expresiva, que están intentando dejar su huella generacional en la música de nuestro pueblo, en la música argentina”, considera Parodi, cantora referente de varias generaciones de folkloristas.

Nicolás Costanzo, alias Niso, es violinista y parte de la comisión de sonido de Oiga!, una de las tantas que tiene esta agrupación para organizar su trabajo. “Para hacer nuestra peña La Atravesada, que por ahora es bimensual, dividimos las tareas. Hay una comisión de redes, una de tesorería, de prensa, y así. Somos 19 músicos, más quienes están debajo del escenario en la parte técnica y organizativa, y varios participamos en distintas áreas. Lograr organizarnos siempre es un desafío, siendo tantos y siendo pocas las condiciones de posibilidad frente a las problemáticas económicas que obviamente nos atraviesan”, explica.
“Tenemos ganas de grabar nueva música y eso requiere dinero, que hay que conseguir de alguna manera o ingeniárnosla para grabar con menos recursos. Ese es uno de nuestros principales objetivos como orquesta. En este momento tenemos dos EP, volumen uno y volumen dos, y un single, que ya tienen un par de años. La idea es contar con material nuevo, pero en este contexto es difícil salir a grabar en estudio. Además, el tamaño de la orquesta nos obliga a conseguir escenarios y fechas por fuera de Capital Federal. En eso estamos trabajando, para llegar a personas a las que todavía no llegamos. Son objetivos que presentan desafíos que nos entusiasman”, comenta.
Apuestan a un repertorio original para celebrar la tradición, pero también para innovar. “La idea central es compartir, encontrarse y escuchar lo que otras personas tienen para contarnos. Así surge la peña: busca generar un espacio de encuentro entre nuestra propuesta y otras propuestas similares. Sentimos que lo que hacemos es una reivindicación de la riqueza de nuestros sonidos autóctonos y que también merecen un lugar en la mesa de los estilos, para ser apreciados. No tanto para entrar en una dicotomía contra otros géneros, sino simplemente para decir: esta música está buenísima y tiene que estar ahí, escuchándose, bailándose. Y, en nuestro caso, siendo creada”, afirma Niso.
Oiga! cuenta con varias secciones de instrumentos de distintas familias: guitarras, cantores, una sección de cuerdas con violines y violonchelo, una sección de vientos con saxos aerófonos, piano, flauta traversa y percusión tradicional, además de batería y bajo.

“En mi trabajo tengo el desafío de microfonear y lograr que del otro lado se escuche todo de forma equilibrada. Son instrumentos con intensidades muy distintas y parte del laburo es armar el seteo que permita que eso suceda, tanto para el público como para que cada músico y música se escuche. Es una dificultad técnica fuerte”, admite. “Por suerte tenemos una sala de ensayo propia, donde podemos experimentar y armar todo, incluso resolviendo muchas cosas de manera artesanal”.
“No es lo mismo grabar que tocar en vivo: hay que armar distintos canales de monitoreo para que todo funcione bien. Son tareas que muchas veces no se ven, pero que hacen que la actividad sea más gozosa. Porque además de lo técnico está lo humano: organizarnos para ver qué comemos sin salirnos del presupuesto, no terminar siempre con pizza. Todos los espacios de la orquesta muchas veces funcionan como un abrazo, como una salida colectiva a la realidad que nos toca”, reflexiona.
Para Niso, la tarea cooperativa es justamente eso: un abrazo. “El impacto de la realidad está presente en lo cotidiano y cuesta. Uno está más cansado y agobiado. Por eso necesitamos más del abrazo entre compañeros y compañeras, del encuentro a través de la música. También por eso invitamos a amigos para esta fecha, para despedir el año a pesar de todas las injusticias que vemos a diario”.

Con la caída del poder adquisitivo, todo se vuelve más difícil para los músicos. “Los objetivos se nos alejan, pero eso también nos obliga a ser creativos y a ayudarnos entre todos. No es solo lo económico: la violencia discursiva y otras cosas tiran lo emocional para abajo. Está bueno no aislarse en tiempos de tanto individualismo. Por eso creemos en lo que hacemos grupalmente”, admite.
Las ganas de crecer siguen intactas. “Hay muchas ganas de salir a tocar, de buscar nuevos escenarios, de seguir invitando músicos y músicas y agrandar la convocatoria. Esa es nuestra motivación. Eso, y grabar todos los discos que podamos”, concluye.

Oiga! Orquesta en El Festejo
La fiesta del folklore con la que cerrarán el año. Con invitados. El viernes 19 de diciembre desde las 21 en Atroden Club, Perú 571.