El Día del Trabajador llegó luego de una jornada previa intensa que mostró a las centrales obreras, a los movimientos sociales y a la mayor parte de los representantes de la oposición en la calle donde, más allá de los matices o diferencias que pueda haber, sobrevoló la necesidad de articular una mayor unidad no sólo en las medidas de acción directas, sino también en la búsqueda de una representación política que defienda los derechos y demandas de esa mayoría silenciosa que por ahora soporta cada vez con mayor dificultad recortes, inflación, flexibilización laboral, salarios a la baja y en amplios sectores lisa y llanamente desocupación.

En eso está Oscar “El Colo” de Isasi, secretario general de la CTA Autónoma de la provincia de Buenos Aires, quien, además de formar parte de la movilización que tuvo su epicentro en el Monumento al Trabajo, también participó de la reunión que los representantes que las centrales obreras, -la CGT, y las dos CTA- mantuvieron con el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, además de algunos intendentes y funcionarios bonaerense.

En comunicación con Tiempo, el también secretario Gremial de ATE nacional pidió especialmente señalar el repudio de este sindicato a la represión que padecieron los trabajadores del INTA en medio de una manifestación pacífica en las inmediaciones de uno de los edificios del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), ubicado sobre la colectora norte de la Avenida General Paz, en la Provincia de Buenos Aires. Para de Isasi, que también estuvo allí, tanto la policía Federal como de la Ciudad quisieron “llevar a las páginas policiales” un justo reclamo laboral. “Habíamos acordado con la policía que cortábamos un carril, sin embargo nos reprimieron igual”, acusó. Luego de la manifestación y la represión que recibieron, en asamblea, estos trabajadores resolvieron “seguir la pelea contra la fusión del INTI y del INTA y contra los despidos”.

-¿Cómo llegan las mayorías en el país a este Día del Trabajador?

Muy mal. Si bien es cierto que no estábamos bien al finalizar el gobierno de Alberto Fernández, Javier Milei, lejos de corregir las cosas que no estaban bien, también profundizó al extremo todas las penurias de los trabajadores y trabajadoras en general. Hay un 33% de pérdida de poder adquisitivo desde que asumió, en lo que es el salario mínimo vital y móvil, alrededor del 24% de pérdida en los estatales. Bueno, todas las variables que vos puedas ver, perjudican a los trabajadores y trabajadoras. Así que llegamos muy mal en términos socioeconómicos, pero con un crecimiento de la lucha del movimiento de trabajadores y trabajadoras que se nota.

-El día previo los encontró, al menos, unidos y en la calle.

Tanto la CTA Autónoma como la CTA de los Trabajadores nos propusimos una acción unificada, y por eso fuimos a hablar con los compañeros y compañeras de la CGT. Y logramos que la acción del 30 de abril tenga un nivel de unidad sumamente importante. Para nosotros es clave eso, primer dato. El segundo dato es que hubo miles y miles de compatriotas, trabajadores y trabajadoras que ganaron las calles con un mensaje claro: por un lado, reivindicar a uno de los líderes mundiales que falleció hace poco tiempo, el Papa Francisco, porque es uno de los jefes de Estado a escala planetaria, uno de los pocos, que discutía la pobreza y la desigualdad, y la combatía. Y por otro lado, el mensaje era muy claro, contra el ajuste, la entrega y el saqueo del gobierno de Javier Milei. Si miles de compatriotas respaldaron ese mensaje en esta fecha, quiere decir que el dato político que construimos en esa Jornada de Lucha es absolutamente positivo para la acumulación de fuerza para detener a Javier Milei en este intento de convertir a la Argentina en colonia.

Oscar de Isasi: “Entre los que paran y los que no, crece la idea de que hay que cambiar el rumbo”

-También ustedes, como representantes de las tres centrales obreras, tuvieron una reunión con el gobernador Axel Kicillof e intendentes. ¿Qué reflexión surgió de ese encuentro?

Creo que Kicillof tiene la voluntad de ayudar a construir un frente político que traduzca en términos electorales lo que estamos haciendo en la calle no solo el movimiento obrero, los movimientos sociales, sino también el propio gobernador de la provincia, porque está en cada paro y en cada movilización que hacemos contra la política de Milei. Él expresó en varias oportunidades la solidaridad obvia hacia el movimiento obrero. Pero también expresó la necesidad, que comparto, de empezar a pergeñar un tejido, un frente lo suficientemente amplio que pueda terminar con este rumbo que está teniendo la Argentina.

Estamos en presencia de un gobernador que no perdió nunca el rumbo, que siempre tiene como horizonte reparar derechos de los bonaerenses, y que además enfrenta al gobierno nacional. No dice no puedo hacer nada porque el gobierno nacional me quita la plata. Dice, no tengo plata, vayamos juntos a pelearla porque es la plata de los bonaerenses. Kicillof piensa en la construcción de un gran frente político para derrotar a Milei , no solo en las calles sino también en las urnas. Y obviamente nosotros coincidimos en eso y vamos a trabajar de manera conjunta.

-Preocupa esa “batalla cultural” donde se intenta instalar como “natural” la precarización laboral, los despidos, la pérdida de derechos, los salarios a la baja, como ocurría por ejemplo en los 90. ¿Qué puede pasar de aquí en más?

Nuestro pueblo ha demostrado que tiene reservas, no solamente en esta movilización, que fue contundente desde todo el arco laboral. Porque ahí estaban las tres centrales, estaba la izquierda con los movimientos sociales, estaban todas las vertientes. Pero digo, no solo fue contundente hoy, sino que el último paro se hizo en condiciones muy adversas. Porque cuando nosotros convocamos a parar, por ejemplo, en la década del 60, el 93% de los trabajadores y trabajadoras estaba regularizado. O trabajaba en la fábrica o trabajaba en el sector estatal. Entonces tenía la estabilidad laboral que le permitía tener la seguridad de que no lo iban a echar o que no iba a tener represalias. Hoy tenemos el 53% de la clase trabajadora precarizada, que está bajo la amenaza permanente de perder el empleo, de perder el jornal, de perder los premios o perder derechos.

Sin embargo, el último paro tuvo una adhesión muy importante. Y es más, ¿viste cuando los medios televisivos iban a la cola del micro colectivo a hacer notas en el paro? Les preguntaban por qué habían decidido no parar. Y se encontraban con la sorpresa de que, de 10, tres les decian que no paraban porque si lo hacían los echaban, o no cobraban el día, o trabajaban por cuenta propia, pero que estaban de acuerdo con la medida. No consideraban al paro como una solución, pero sí que había que corregir el rumbo económico. En la Argentina, entre los que paran y los que no paran, entre los que movilizan y los que no, está creciendo la idea de cambiar el rumbo.