El gran pianista argentino Pablo Ziegler termina los festejos de sus 80 años en la Argentina el próximo fin de semana en BeBop Club. “Nací en el 44 y este mi año de los 80”, dice sobre el festejo que tiene fechas en Nueva York, Tokio y Berlín, las otras ciudades en las que también cuenta con formaciones estables en las que se presenta todos los años. “Siempre vengo para esta fecha para la Argentina: acá tengo hijos y nietos. Ese es el principal objetivo, y de paso siempre armo algo. Y a fin de mes, con la misma gente que tocamos acá, vamos en gira pero en trío (con Quique Sinesi en guitarra y Walter Castro en bandoneón) para Colombia.” 


Las distancias y los vuelos “y eso”, como dice, lo llevaron hace muchos años a armar formaciones estables en esos puntos del planeta, “algo que han hecho los músicos de jazz en la época del be bop, que se movían como podían: de a uno, de a dos y se asociaban a otros músicos en otros países.” Residente desde hace 20 años en Nueva York, fue Quique Sinesi quien durante su estancia en Berlín le propuso “hacer lo mismo que en Buenos Aires”, y así fue que lo invitaron a Walter Castro para armar la formación berlinesa.

Su esposa Masae Shiwa fue la que lo puso en contacto  con músicos de Japón que “tienen una tradición increíble en el tango” surgida a la sombra de las bombas y la censura durante la Segunda Guerra Mundial porque no se podía pasar música de Estados Unidos.

Miembro del segundo gran quinteto de Astor Piazzolla, Ziegler actuó, entre otras, con la Orpheus Chamber Orchestra, The Royal Philharmonic of London, la Filarmónica de México, y ganó varios Grammys en distintos rubros. “Creo que sigo haciendo lo que siempre hice. Cuando entré con Astor ya era treintañero, fue en 1978”, dice sin falsa modestia este pianista de formación clásica que es también compositor y arreglador. Dueño de un estilo que hace gala de una gran elegancia en las que mezcla, hibrida y yuxtapone el tango con el jazz con la asombrosa facilidad con la que un mago hace sus trucos, Ziegler dice que en su carrera más que “huella, siempre vuelvo acá, al mismo grupo, y es un replay de lo que tengo armado con los años: todo el mundo sabe más o menos cuáles son las fechas en cada lugar, y qué vamos a dar”. 

Pablo Ziegler y el piano, una relación interminable.
Foto: Gentileza


Antes de empezar la nota, Ziegler dijo: “¡Qué país!” en referencia a la represión policial de manifestantes en alguno de los puntos de acceso a la Capital. Y es que Ziegler fue perseguido por la Triple A encabezada por López Rega en la década de 1970, cuando trabajaba con David Stivel en el Clan Stivel, donde se la pasaban “laburando como chanchos”. “López Rega decidió que “Stivel era peronista revolucionario, y Stivel no era ni peronista ni revolucionario. ‘Salgo a cazar zurdos’, decía López Rega.” Allí hizo música para varios programas, entre los que destacaba el de Cecilia Rosetto, y “muchas músicas de películas”. Hoy la nueva persecución que sufren los artistas le parece la misma “barbaridad” que entonces, y los motivos, semejantes: “El arte es como que descubre cosas y las pone en escena. Y de alguna manera, no sé, este muchacho tiene una locura galopante. Y los argentinos nos estamos dando cuenta de que salimos de guatemala y nos metimos en guatepeor”. Sin embargo no teme por su familia, aunque sí en cierto sentido se lamenta de las penurias a las que lleva la nueva situación: “A veces si te metés en este despelote te puede pasar cualquier cosa; a cualquiera -remarca-. Ahora me estaba llamando la madre de mi hijo, que se agarró el dengue y lo quería llevar a un médico a la Capital, pero acá no se puede entrar”.  


Luego de cierto ostracismo que lo llevó a tocar en el circuito más under de jazz de Buenos Aires, llegó el tiempo de Piazzolla (“en el 78, cuando le ganamos a los holandeses”): formó parte del Quinteto de Astor Piazzolla  por diez años participando de grabaciones como Tango Zero Hour, La Camorra y Central Park Concert. “Estábamos en un pequeño teatro en la calle Florida, y hacíamos el debut con el nuevo quinteto, y eso fue fantástico porque fue como un ensayo para todas las giras que hicimos después. Y diez años después Astor para el Quinteto porque se tenía que operar del corazón, que para mí fue lo que catapultó su ACV. Y después había que seguir solo.”


Así llegaron sus propios grupos, con los que por más de veinticinco años creó ese tan distintivo estilo que amplía los límites del tango moderno: Carneguie Hall, BBC Proms, Royal Albert Hall, Viena Konzerthaus, Muziekgebourw, Bozar, Victoria Hall, fueron, entre otros, sus escenarios. Y el Bebop Club, por supuesto. Y lo que ganó de experiencia y sabiduría con los años, dice que esos mismos años no se lo sacaron en capacidad física para la ejecución. “Disfruto de un gran momento, con mucha música para tocar y grabar. Supongo que el que va a salir más pronto es el que hice con Roberta Gambarini, una cantante italiana residente en Nueva York que ha sido cantante de la orquesta de Dizzy Gillespie. Tenía un paquete de temas con letra, para cantar, y finalmente encontré la cantante justa.”

Es que su condición física de alguna manera está cimentada en su entusiasmo y sus ganas. “En pleno covid me encontré con un libro de Tomás Eloy Martínez que se llama El cantante de tango. Lo leo y veo una página que dice: había un cantor que cantaba mejor que Gardel. Él había pasado por El Club del Vino y había conocido a Luis Cardei, que estaba medio enclenque pero era tremendo cómo cantaba. Se ve que Eloy Martínez lo vio y escribió una novela sobre un cantor de tango: tremendo el libro, con un final muy imprevisto. Y a un libretista americano le interesó el tema hicimos una ópera que se llama El cantor de tango y está esperando ahí porque los teatros de ópera, los americanos y en todo el mundo, han sufrido muchísimo por el covid porque se tenían que seguir pagando los sueldos y no vendían entradas. Así que estamos esperando el turno para poder hacer la ópera, Ojalá la podamos hacer acá también.”


Pablo Ziegler Jazz Tango Quartet

Celebra los 80 años de Ziegler. Horacio Mono Hurtado en contrabajo, Quique Sinesi en guitarra y Walter Castro en bandoneón. Viernes 22 y sábado 23 de marzo, a las 22:45 en Bebop Club (Uriarte 1658).

Pablo Ziegler.
Foto: Gentileza