En medio de la tensa negociación por la ley de Bases que ya se está debatiendo en las comisiones del Senado, la extitular de ese cuerpo salió a advertir que el gobierno no va a poder juntar los dólares para pagarle al FMI debido a que el régimen de inversiones que proponen les permite a los capitales salir sin dejar divisas. “El RIGI es el «estatuto legal del coloniaje del siglo XXI» dijo ante dirigentas y militantes cristinistas que se acercaron al Insituto Patria para participar de la inauguración del salón de las mujeres del Bicentenario.

“Cuanto les falta para entender que no fue magia, que conduce una mujer”, se cantaba este martes al atardecer en el palacete francés de la calle Rodríguez Peña en donde funciona el Instituto Patria, el lugar de militancia que eligió la exmandataria para trabajar, “acá cerquita” del Congreso de la Nación. “Cristina corazón, acá tenés las pibas para la liberación”, seguía.

“Todos saben que no soy feminista. Nadie tiene que asumir roles que no ha tenido, no soy militante feminista, pero respeto mucho a las que lo son. Digo esto porque tal vez se haya esgrimido el falso argumento para desmantelar este salón en el Día de la Mujer, para señalar que había un sesgo ideológico”, deslizó la ex presidenta. Es que la instalación de los cuadros de mujeres importantes de la historia, ya sea en el mundo político, las artes y la comunicación, son una forma de restaurar, aunque sea en parte, la eyección de muchas de estas imágenes que colgaban de las paredes del salón que tuvo el mismo nombre en Casa Rosada hasta la llegada de Javier Milei y su hermana Karina al poder, ideóloga de del renombre.

“Allá por el 2009 en vísperas del Bicentenario decidimos inaugurar en la Casa Rosada el Salón de las Mujeres del Bicentenario que fue desmantelado en el día de la Mujer. Estamos en presencia de una fuerza política que no tiene un problema con las feministas, sino con las mujeres”, dijo y recordó la propuesta de la diputada Lilia Lemoine sobre el abandono paternal.

Cristina enfocó la crítica directo al centro del gobierno de Milei, por sus declaraciones sobre posicionamientos ideológicos que considera perecidos, y por su plan económico expresado en la ley Bases. “A partir del tercer año la van a dejar exportar sin ingresar un solo dólar a las reservas del BCRA. Pero, pregunto yo, y les pregunto a los que votaron afirmativamente el acuerdo con el FMI, también a los que votaron afirmativamente la reestructuración de la deuda soberana: ¿con qué dólares piensan pagar la deuda externa si no entran dólares? ¿Con qué dólares van a pagarle al FMI y sostener el desarrollo de las industrias que evidentemente no le importan a nadie? O a lo mejor el objetivo es seguir que nos sigamos endeudando eternamente. ¿Cómo vamos a dejar la energía de esta manera, olvidándonos del autoabastecimiento interno?”.

“Deberíamos estar preocupados todos los argentinos por la ley que está en el Senado”, agregó quien se refirió al RIGI como “el estatuto legal del coloniaje del siglo XXI”, lanzó.

En salón principal, al frente del salón principal desde donde habló Cristina sobre un atril, estaban sentadas dirigentas y militantes kirchneristas de todos los colores. Desde La Cámpora, como la intendenta Mayra Mendoza, la ministra de Ambiente de la provincia de Buenos Aires Daniela Vilar, la diputada Paula Penacca, entre otras. También estaban del Movimiento Evita la intendenta de Moreno Mariel Fernández y la excandidata en La Matanza Patricia Cubría, que compitió en las PASO contra Fernando Espinonza. A metros, se encontraba la vicegobernadora bonaerense Verónica Magario, socia política del matancero, y la jefa de asesores de Axel Kicillof, Cristina Álvarez Rodríguez.

Entre las militantes que participan de la comisión de Juventud del Instituto Patria se mezclaban las diputadas y las senadoras, muchas de ellas – como dijo Cristina- con caras de amargura que dejaba ver el temor por la aprobación de la ley Bases. Conversaban la diputada entrerriana Blanca Osuna, que instó al PJ de su provincia a pronunciarse en contra, un espacio político atento a la decisión que tome el senador de Edgardo Kueider. También debatían preocupadas Julia Strada, Mara Brauer, Mónica Macha, Natalia Zaracho, Brenda Varga y Carolina Gailard y Gabriela Estévez. Las senadoras Juliana Di Tullio, Anabel Fernández Sagasti, ambas sentadas adelante estaban sentadas en primera fila, cerca de Estela de Carlotto. También allí, pero en el otro extremo del rango etario estaba la exlegisladora Ofelia Fernández. Además, estuvieron la jueza Martina Forns y la extitular de la AFI Cristina Camaño.

La expresidenta contó que la idea de hacer ese acto había sido de un varón, su amigo el senador Oscar Parrilli, presidente del Instituto para conmemorar el aniversario del natalicio de Eva Perón. La ocasión sirvió para tirar un dardo al centro del modelo económico de Milei que depende de que no escaseen los dólares. “Instan a las jurisdicciones a que pongan la plata que necesitan las distribuidoras. O sea que el superávit era trucho, como dijimos. Ayer mismo, Cammesa presentó la deuda de diciembre, enero y febrero. Agárrense, un billón en electricidad, ¿se dan cuenta de que todo ese verso del superávit era eso, un verso?”, lanzó filosa la exvicepresidenta.

La muestra que se podrá visitar a partir de este miércoles incluye las fotos de Eva Duarte de Perón, Alicia Moreau de Justo, Victoria Ocampo, Juana Azurduy, Mariquita Sánchez de Thompson, Alfonsina Storni, Lola Mora, Mercedes Sosa, Tita Merello, Aime Paine, Blackie, Cecilia Grierson, Madres de Plaza de Mayo y Madres de Malvinas. “Queríamos inaugurar este salón, con el optimismo de que algún día volverán a la Casa Rosada”, dijo Cristinae y se ganó el aplauso final.