Sebastián Carranza era un operario del área de Telecomunicaciones del Ferrocarril Sarmiento. Como la mayoría de los trabajadores argentinos se vio obligado a realizar horas extras para tratar de mejorar sus ingresos y poder mantener a su familia compuesta por su compañera y una hija de apenas un año de edad.
El lunes, luego de las 22 horas, decidió continuar sus tareas de colocación de cámaras de seguridad en la estación Castelar. Pero un techo en el que se desplazaba cedió y expuso fatalmente las condiciones laborales a las que la empresa Trenes Argentinos somete a sus trabajadores. Sebastián no contaba con lingas ni arnés de seguridad, medidas elementales para el tipo de tarea que desarrolla. Tampoco había servicio médico de la empresa habilitado puesto que, por decisión de la empresa, sus puertas se cierran a las 19 horas. Un combo fatal que se llevó la vida de un nuevo operario de apenas 30 años.
Según denunció el cuerpo de delegados y la comisión directiva de la seccional Haedo de la Unión Ferroviaria, se trata de un «crimen laboral» generado por la «negligencia» de la patronal.
En un comunicado que difundieron responsabilizan a Marcelo Orfila, presidente del Directorio de Ferrocarriles Argentinos por la muerte del trabajador y explican que “no aplican los protocolos de seguridad y recortaron personal” y, ademas denunciaron que “a cada reclamo de seguridad, contestaron con persecuciones y sanciones”.
Por ese motivo la seccional Haedo que conduce Rubén “Pollo” Sobrero estableció un cese de actividades de 24 horas desde las 0 horas del miércoles en reclamo de la aplicación de los protocolos de seguridad y para exigir justicia por el caso. Al mismo tiempo reclaman a la conducción nacional del gremio que adhiera a la medida de paro en la línea Sarmiento y “cese con su silencio cómplice”.
Desde Trenes Argentinos señalaron a este medio que, «no tenemos confirmado el paro pero, de ratificarse, no dispondremos de micros de refuerzo». Así las cosas, los 320 mil trabajadores que desde la zona Oeste del Gran Buenos Aires se movilizan a diario a la Ciudad de Buenos Aires deberán recurrir a los colectivos de línea que cubren el trayecto que va desde la localidad de Moreno hasta la estación de Once pasando por Paso del Rey, Merlo, San Antonio de Padua, Ituzaingó, Castelar, Morón, Haedo, Ramos Mejía, Ciudadela, Liniers, Villa Luro, Floresta para recién el Flores poder acceder a la linea A del Subterráneo que, con seguridad, se verá colapsada.
Según la información proporcionada por el Ministerio de Transporte, quienes viajen a la Capital Federal desde Moreno sólo contarán con el servicio de la línea 57. La misma dificultad tendrán quienes se quieran movilizar desde Merlo y San Antonio de Padua con la única línea que los sirve: la 136.
Los vecinos de ciudades del Oeste más pobladas, como Morón, Ramos Mejía y Haedo, cuentan con más líneas de pasajeros para hacer el recorrido a Capital, pero no más de cinco.