Pequeños soles artificiales es la segunda novela del escritor argentino Juan Aiub, publicada por Pixel Editora. La obra se desarrolla en el marco del Proyecto Huemul, el intento del gobierno de Juan Perón por desarrollar energía nuclear en la Isla Huemul, en la ciudad de Bariloche, entre 1949 y 1952. La trama sigue la relación entre Carlos, un obrero lector, y Ronald Richter, el científico alemán que dirigió el proyecto. Aiub combina elementos de novela histórica, aventura, espionaje y ficción policial, entrelazando hechos reales con narrativa especulativa para explorar la Patagonia, la ciencia, y la identidad argentina en la segunda mitad del siglo XX.

El Proyecto Huemul fue un intento del peronismo por posicionar a Argentina como potencia científica global mediante el desarrollo de energía de fusión nuclear. Inspirado por las promesas del científico autríaco Ronald Richter, Juan Domingo Perón invirtió millones de pesos y recursos estatales en la construcción de un reactor en la Isla Huemul. El proyecto representaba la aspiración de lograr autonomía energética y tecnológica, pero terminó en un fracaso emblemático que expuso la desconexión entre el gobierno y la comunidad científica argentina. Su colapso en 1952 se convirtió en un símbolo.

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El científico autríaco Ronald Richter trabajando en el Proyecto Huemul (Fuente: Wikipedia).

Richter había convencido a Perón de que podía lograr la fusión nuclear controlada utilizando métodos no convencionales. Con un pasado ambiguo —asociado a proyectos nazis—, Richter dirigió el Proyecto Huemul con autonomía total y sin supervisión científica rigurosa. Sus experimentos, que incluían el uso de arcos eléctricos y altavoces para generar reacciones, fueron luego desacreditados como fraudes. El científico fue arrestado por estafa tras el fracaso del proyecto, aunque algunos debates posteriores sugieren que sus ideas, aunque desorganizadas, podrían haber tenido destellos de innovación.

Durante la presentación de Pequeños soles artificiales que se llevó adelante el pasado 5 de septiembre, el escritor Julián Axat destacó el rigor y la originalidad de Aiub para abordar el Proyecto Huemul. Axat comparó la metodología de Aiub con la de un «detective salvaje», resaltando su exhaustiva investigación histórica —que incluyó revisar archivos, revistas peronistas como Mundo Peronista y Leoplán, y objetos de anticuarios— para construir una narrativa que mezcla realidad y ficción. Axat también enfatizó cómo la novela explora el «Mal» en sus múltiples formas, desde el fracaso científico hasta los crímenes de la dictadura, y traza paralelos entre la energía nuclear y los horrores de la ESMA .

Por su parte, Juan Bautista Duizeide, autor del texto que ocupa la contratapa del libro, elogia la capacidad de Aiub para cuestionar narrativas históricas estáticas. Destaca además que la novela plantea preguntas cruciales: ¿Era Richter un sabio o un charlatán? ¿Podría Argentina haber sido una potencia? ¿Eran evitables el golpe de 1955 y los horrores de la ESMA? Duizeide resalta que Aiub no se limita a victimizar a sus personajes, sino que los convierte en sujetos que desafían el determinismo histórico. La obra, según él, rompe con el «imaginario en loop» del Nunca Más para proponer historias alternativas y factibles.

Juan Aiub nació en La Plata, en 1977, es ingeniero químico y escritor. Codirigió la colección de poesía Los detectives salvajes (2007-2015), donde publicó su poemario Subcutáneo (2012) y participó en antologías como La Plata Spoon River (2014). Su primera novela, Los mundos que perdimos (EME Editorial, 2021), aborda temas de memoria e identidad, y fue bien recibida por la crítica. Pequeños soles artificiales (2023) fue finalista del Premio Hebe Uhart, consolidando a Aiub como una voz que fusiona ciencia, historia y literatura con una mirada profundamente argentina. Sus padres, el geólogo y poeta Juan Aiub y la licenciada en Ciencias de la Educación Beatriz Ronco, fueron desaparecidos por la última dictadura militar en 1977