El impacto del cartucho de gas disparado por el gendarme Héctor Guerrero el pasado 12 de marzo no solo hirió de gravedad al fotógrafo Pablo Grillo, sino que puso su vida en peligro “real y concreto”. Así quedó determinado en la pericia médica que le encargó la jueza María Servini al Cuerpo Médico Forense, y que constituye un elemento clave de cara al llamado a declaración indagatoria del efectivo imputado, que no estaría lejos.
En las últimas horas, el director del Hospital Ramos Mejía, donde Grillo permaneció internado en terapia intensiva desde el pasado 12 de marzo, le comunicó a la familia del fotógrafo que estaban en condiciones de darle el alta. La externación finalmente ocurrió este martes a media mañana, y las cámaras de TV tuvieron la posibilidad de tomar un plano del joven sonriente, en silla de ruedas, antes de ser trasladado para continuar la rehabilitación en el Hospital Manuel Rocca.
La pericia arrancó el martes pasado con una visita de los representantes del Cuerpo Médico Forense y de los peritos de parte al Ramos Mejía. Allí, tuvieron la posibilidad de entrevistarse por primera vez con el paciente y verificar su estado de internación, además de dialogar con los médicos a cargo.
Después de eso se programó una Junta de peritos, que se llevó a cabo este lunes a las 9 de la mañana. Tras analizar la historia clínica, los partes médicos y el detalle de las intervenciones quirúrgicas que le realizaron al fotógrafo, caracterizaron las lesiones como “graves y gravísimas, con un tiempo de curación de más de 30 días e igual tiempo de inutilidad laboral”.
Peligro de vida “real y concreto”
Uno de los puntos más importantes de las preguntas que planteó la jueza Servini fue si las lesiones pusieron en peligro la vida de Grillo. “Sí, real y concreto”, fue la breve pero contundente respuesta de la pericia médica. Según los profesionales médicos, no se puede comprobar en la actualidad si las lesiones que sufrió el fotógrafo podrían tener como efecto secuelas neurológicas permanentes.
La pericia médica es un elemento probatorio clave en el marco de la investigación penal que tiene como imputado al gendarme Héctor Guerrero, autor del disparo del cartucho de gas que impactó en la cabeza del fotógrafo. Fuentes judiciales dijeron a Tiempo que lo más probable es que la jueza ordene ahora la realización de una pericia balística, y de hecho el Cuerpo Médico Forense se lo sugirió a la magistrada ante la imposibilidad de determinar la trayectoria médico-legal de la lesión.
Una vez que eso ocurra, la causa estaría a las puertas de un llamado a indagatoria del gendarme imputado. En ese marco, la caracterización de heridas como “graves y gravísimas” es relevante para determinar la figura por la cual se lo convocaría al gendarme para el acto defensivo.
Según los peritos, Grillo sufrió una “herida contuso compleja en rostro región mediofrontal” con fractura expuesta de cráneo fronto temporo parietal izquierda, ambas producidas por “golpe o coque con o contra objeto contuso que logra vencer la elasticidad de los tejidos (piel y tejido óseo) produciendo su rotura”.
El impacto del cartucho disparado por la Gendarmería bajo la responsabilidad política de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich también le generó a Grillo un hematoma subdural y otro epidural, con requerimientos de cirugía. Hasta el momento fue operado seis veces por distintas cuestiones, y permanecerá bajo estricta atención médica.
La defensa, en conformidad
La pericia médica lleva la firma de Claudia Zuñiga, médica forense del Cuerpo Médico Forense.
Pero hay un dato que sirve para graficar aún más la importancia de la comprobación y es que no solo tiene la firma del perito Ezequiel Amar por parte de la querella, sino que está firmada en conformidad por la médica legista María Jimena Pérez Pelliser, perito de parte de la defensa.
En la causa hay una importante cantidad de material probatorio, principalmente fotografías y videos que muestran el momento del disparo, el impacto y cómo Grillo se desplomó en el piso. La querella pidió días atrás que Gendarmería envíe los registros completos de los videos y las comunicaciones tras detectar la existencia de fragmentaciones y baches en el material remitido. Guerrero, el imputado, está representado por los abogados Martín Luis Sarubbi y Claudio Pedro Nuncija.