La presentación del Censo Popular, realizado por unas 50 organizaciones sociales, dejó al desnudo la escasa seriedad del relevamiento del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En situación de calle y en alojamientos nocturnos transitorios fueron registradas 5872 personas. Si se tiene en cuenta aquellas personas que están en riesgo de caerse del sistema, la cifra trepa a 25.872.

El informe, que fue avalado por decenas de organismos oficiales de la Ciudad como la Defensoría del Pueblo, la Auditoría General, el Ministerio Público de la Defensa y el Consejo Económico y Social entre otros, dista bastante del censo oficial que se limitó a indicar que de abril de 2016 a igual mes de este año, la población en situación de calle creció en un 23,1%, pasando de 866 a 1066 personas.

“Esta invariabilidad no se condice con el aumento de la tasa de pobreza (32%) y de indigencia (6,3%) registrado para el área metropolitana en el último año (Según la UCA) ni tampoco con el deterioro socio-económico admitido por las propias cifras oficiales que registraron para el período enero de 2016 a mayo de 2017 un aumento de la pobreza al 18,9% y de la indigencia al 5%”, se precisa en el informe de las organizaciones sociales.

En este sentido, el 23% de las personas entrevistadas dijo que está en la calle desde hace menos de un año, mientras que el 60% respondió aseguró estarlo hace más de tres años.

Del censo se desglosa que la “población en calle efectiva”, es decir aquellas que utilizan el espacio público para dormir, representa a 4394 personas (3800 adultos y 594 menores); en instituciones del gobierno o bajo convenio, se contabilizaron 1123 personas (925 adultos y 198 menores); mientras que en los paradores dieron con 355 personas (324 adultos y 31 menores). Este universo es de 5872 personas.

“Desde el gobierno se preguntan por qué no quieren ir a los dispositivos. Porque son una mierda”, se autorespondió en la conferencia de prensa Horacio Ávila, referente de la ONG Proyecto 7, uno de los emprendimientos más importantes que trabajan la problemática. Ávila, que supo estar años en la calle, argumentó el rechazo a dormir en los paradores: “No es que no quieren ir. No queremos que nos traten como criminales, con 20 policías. No necesitamos que nos sientan el olor a alcohol para que nos dejen pasar la noche”.

El barrio de San Telmo encabeza el relevamiento con 427 personas, seguido por Villa Soldati con 340, Palermo con 307, Balvanera con 302, Retiro con 292, Mataderos 285 y Constitución con 242.

Entre otros datos, surge que un 12% de las “personas adultas entrevistadas nació en otros países, principalmente Uruguay (29%), Paraguay (21%), Bolivia (15%), Perú (16%) y Chile (8%). Sólo un 26% nació en otras provincias, siendo que el 62% de la población entrevistada nació en AMBA. En el caso de los niños, niñas y adolescentes, el 89% nacieron en AMBA, siendo sólo un 2,5% de otros países”.

El trabajo fue llevado adelante por 431 colaboradores divididos en 48 equipos que recorrieron entre el 8 y el 15 de mayo de 2017 los 48 barrios porteños. Cada una de las zonas fue visitada dos veces: de día y de noche.

El denominado “Primer Censo Popular” también contempló a los posibles futuros caídos del sistema. La cifra ronda en 20.000 personas: unos 6800 son beneficiarios de subsidio habitacional; 5430 beneficiarios de amparo judicial que garantiza el acceso a la vivienda; 1000 adolescentes institucionalizados de 18 años que por su edad deben egresar; y unos 6770 casos vinculados  con desalojos con sentencia firme, detenidos por ser liberados, adultos con problemas mentales dados de alta pero que permanecen institucionalizados, familias en hoteles por el Operativo Frío y adultos mayores.