Tras la polémica que generó la publicación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) lanzado por el Ejecutivo nacional el jueves pasado, la CGT y otras organizaciones sindicales se preparan para marchar desde mañana a las 12hs hacia el Palacio de Tribunales en repudio a la derogación de leyes claves en materia de derechos laborales. Se trata de la primera gran movilización opositora que organiza la central obrera en más de cuatro años.

En este marco, el vocero presidencial, Manuel Adorni, defendió las medidas tomadas por el gobierno nacional y envió un contundente mensaje a los organizadores. “Este es el camino de los argentinos que quieren un país distinto. Hay otros que no quieren cambiar, que anuncian marchas y protestas. Ahí se verá quién está en defensa de sus propios intereses y quienes se quieren beneficiar con el status quo”, sostuvo en su ya habitual conferencia de prensa este martes.

A pesar de esta declaración, puertas adentro el posicionamiento ante el espectro sindical no es tan tajante. Desde Casa Rosada advierten que no existe un ensañamiento puntual hacia la central obrera y que el presidente apuesta por tener un vínculo cercano con los líderes. En particular, Javier Milei busca profundizar el canal de diálogo con Gerardo Martínez, el primer sindicalista en reunirse con el entonces candidato en septiembre de este año, y a quien se le atribuye la dilatación del llamado a paro general por parte de la CGT.

El líder la de UOCRA, quien capacitó al mandatario en el régimen de despidos que lleva adelante el sindicato y el presidente busca replicar a nivel nacional, mantiene constante diálogo con el ministro del Interior, Guillermo Francos, a cargo de gestar alianzas con los sectores más adversos.

Desde el círculo del ex representante de Argentina ante el Banco Interamericano de Desarrollo confiaron a este diario que no reciben con resentimiento la movilización que Martínez y el resto de “Los Gordos” encabezarán mañana. “Con o sin marcha, vamos a seguir dialogando. Los canales están siempre abiertos”, sostuvo a Tiempo un colaborador cercano al titular de la cartera de Interior, quien no descartó la posibilidad de que se abra una instancia de encuentro entre el presidente y el sector sindical.

Este posicionamiento del gobierno llega, además, luego de las declaraciones del asesor presidencial, Federico Sturzenegger, quien apuntó contra la CGT y les cuestionó su inacción durante los cuatro años del gobierno del ex Frente de Todos. «Me pregunto por qué no marchó cuando Alberto Fernández hizo un DNU que encerró a nuestros niños durante más de un año en las casas», sostuvo en una entrevista el autor del megacanje de deuda. Decididos a bajar la tensión, desde Casa Rosada advirtieron a este diario que esas declaraciones responden a una expresión personal del economista y no una posición del gobierno.

Aunque la central obrera no se hace cargo del vínculo con el Ejecutivo, el plan de la CGT es dejar un margen de tiempo para que las medidas tomadas por el gobierno decanten e impacten de manera concreta en los salarios. De esta forma, con la crisis desatada, la Confederación podrá posicionarse al frente de los reclamos sin pagar el costo de ser acusados de impedir y coartar la gobernabilidad del nuevo oficialismo. Aunque existen diferentes versiones, la más preponderante indica que esto podría ocurrir a partir de abril, después de la ventana de los primeros cien días.

La movilización en respaldo a las presentaciones judiciales contra el “decretazo” llega, además, en medio de la puesta en marcha del protocolo antipiquete presentado por Patricia Bullrich. En este punto, el vocero presidencial advirtió que mañana se dispondrá nuevamente todo el aparato de seguridad necesario para evitar el corte de calles y que continúa vigente la línea 134 para “todos aquellos que sean extorsionados a marchar”.

La CGT no sólo pondrá a prueba el nuevo protocolo sino que, con la masiva movilización que se espera, enviará un contundente mensaje a un gobierno que atraviesa su segunda movilización a menos de 20 días de llegar al poder. De la convocatoria participarán también la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores; la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP); la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL). Además, la Federación de Tierra y Vivienda (FTV), a cargo de Luis D’Elía, y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), comandada por Juan Carlos Alderete, cortarán la ruta provincial 3.