Este 7 de junio es uno de los peores días de las y los periodistas de la democracia. Se combinan dos elementos que hacen un combo explosivo: salarios de pobreza y un ataque sin precedentes de parte del presidente de la nación Javier Milei.

El 70,45% de los trabajadores y trabajadoras de prensa tenemos salarios por debajo de la línea de pobreza, lo que nos lleva a un escenario de cada vez más pluriempleo, ya que para llegar a fin de mes nuestros compañeros y compañeras tienen que tener dos o más trabajos. Esta situación es generada y a la vez aprovechada por las grandes empresas de medios que construyen un escenario para precarizar cada vez más nuestro trabajo y el oficio.

Por su parte, Milei repite: “No odiamos tanto a los periodistas”, un discurso que después genera agresiones físicas, como la que sufrió Roberto Navarro. Milei, que construyó su candidatura paseándose por los grandes medios y que para explicar una estafa como la de la de la criptomoneda $Libra montó una teatralización de nota periodística en la señal de noticias del Grupo Clarín, con un operador que se disfraza de periodista, como Jonatan Viale.

Los periodistas no somos enso-brados, ensobrados son los que operan para un gobierno como éste. Los periodistas somos pobres y blanco de los ataques del gobierno.

¿Y por qué nos atacan? Porque no quieren un periodismo que investigue, que dé cuenta de la represión que sufren las y los jubilados todos los miércoles en el Congreso o porque demostramos, con el registro fotográfico y audiovisual, que a Pablo Grillo la policía de Bullrich le tiró a matar, o porque investigamos y damos cuenta de las estafas del gobierno de Milei. Por eso nos espían, como denunció Alconada Mon, o nos realizan denuncias penales, como le sucedió a Ari Lijalad por una nota periodística. Las compañeras de prensa sufren un particular ataque de parte del presidente como cada mujer con voz pública que expresa su descontento.

En definitiva, quieren un periodismo dócil, disciplinado, que se autocensure o no tenga capacidad de trabajar con las condiciones necesarias, porque quieren una sociedad desinformada. Y quieren una sociedad desinformada para que pase su plan de ajuste, saqueo de recursos y entrega de la patria.

El gobierno de las grandes corporaciones y la timba financiera tiene como enemigo el periodismo, como sucede con la ciencia, con los trabajadores de la cultura o del Estado, pero los trabajadores y trabajadoras estamos de pie. No nos victimizamos, salimos a luchar. Esta semana realizamos una foto colectiva en Plaza de Mayo para decir “Basta de ataques a la prensa” frente a Casa de Gobierno. En los medios públicos llevamos adelante un plan de lucha junto a otros gremios con paros, ruidazos y movilizaciones.

Los trabajadores y trabajadoras somos los que ponemos el cuerpo en estos contextos, pero también tenemos propuestas, para reconstruir los medios públicos, para democratizar y federalizar las comunicaciones, para regular las plataformas y disputar la renta que generan o el uso de la inteligencia artificial sin perder puestos de trabajo. Esos debates deben ser parte del programa de un proyecto popular transformador que tenga a los trabajadores y trabajadoras en el centro.

El 7 de junio de 1810 Mariano Moreno creó el periódico La Gazeta para defender la Revolución de Mayo. Es decir, el periodismo no nació neutro. Este 7 de junio SiPreBA cumple diez años y, en todo el país junto a la FATPREN, luchamos por un periodismo con salarios justos y condiciones dignas para poder garantizar el derecho a la información y estar junto a las luchas de nuestro pueblo. «