El gobierno se adelantó a la firma formal del acuerdo de 120 productos que negocia con la industria alimenticia y otras de consumo masivo. Lo hizo el viernes a través del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en la conferencia de prensa que dio el Consejo contra el Hambre, aunque aclaró que la negociación está todavía en proceso.

El funcionario dijo que con este nuevo listado se busca cubrir la globalidad del mercado, por lo que llegaría a los comercios de proximidad.

De fondo está la escalada de los precios minoristas. Esta semana se conocerá la inflación oficial de abril. Los primeros índices privados indican que fue del 4%, nuevamente impulsada por los precios de los alimentos.

Kulfas destacó la efectividad de Precios Cuidados en los grandes supermercados pero advirtió que ese segmento cubre solo el 30% del mercado.

El ministro no mencionó el programa Precios Máximos, que es eje de controversia con las empresas. Las firmas manejan, desde el inicio de la negociación, que la lista de 120 productos reemplazará ese programa. Fuentes de la negociación dijeron a Tiempo que Precios Máximos «no será desactivado inmediatamente» pero no precisaron hasta cuándo estará activo.

Por otro lado, en la conferencia se informó que la lista de 120 productos comenzará a regir en junio. La vigencia será por 180 días «para dar certidumbre y evitar la volatilidad» de los precios de una lista de alimentos, bebidas e higiene personal.

En principio, señaló que la nómina estará formada por productos de las grandes firmas para asegurar «una logística acorde» destinada a «ampliar la globalidad minorista».

Informalmente se supo que la intención es «colocar los productos en los chinos, almacenes, etc.» y que «no se descarta que estén en las grandes cadenas, pero sí es clave que la distribución llegue a los comercios de barrio primero».

Como característica destacada, y por iniciativa de la Secretaría de Comercio Interior, los precios estarán en las 120 etiquetas de los productos para evitar la especulación de las empresas.

La voluntad de ir con los acuerdos a los barrios se complementa con la renovación del acuerdo de carnes con las empresas del sector, que estará disponible en 3000 comercios de todo el país, y con el lanzamiento del Mercado Federal Ambulante que ofrecerá frutas y verduras con descuentos de entre el 30 y el 40 por ciento.

Reclamos y respuestas

Por el lado empresarial, el titular de la Copal, Daniel Funes de Rioja, dijo en la conferencia que las empresas van a participar pero reclamó exenciones impositivas que motivaron una respuesta enérgica del presidente, Alberto Fernández (ver recuadro).

El viernes, antes de los anuncios del Consejo contra el Hambre, las empresas reconocían que la expectativa sobre lo que se iba a anunciar no era bien percibida. Los fabricantes de alimentos apuntaban que, sin tocar los costos de la industria con medidas de fondo, los anuncios no serían de impacto. En el canal supermercadista directamente hablaban de «falta de confianza» en la orientación de la política para el sector.

«El gran problema es lo que cuesta producir y mantener la actividad si no se puede aumentar precios –insistieron desde la industria láctea–. Sobre este problema por ahora no hay una respuesta concreta», remató el contacto.

La semana pasada el secretario de Industria de la Nación, Ariel Schale, dijo a este medio que las negociaciones con los fabricantes de insumos para la industria están avanzados y que se analizan medidas puntuales pero también advirtió que son negociaciones complejas con un sector poco acostumbrado a suscribir acuerdos de precios. «

Poner límites

Al cerrar los anuncios el viernes, el presidente Alberto Fernández apeló a que “la puja sectorial de algún encuentre un límite”. Lo hizo después de que el referente empresarial de la industria alimenticia, Daniel Funes de Rioja, alertó por los costos de las empresas y reclamó exenciones de impuestos como alternativa para que el sector transite la crisis en mejores condiciones.

Sin interpelar directamente al dirigente, el titular del Ejecutivo se preguntó en forma retórica: “¿Cuál es el aporte que hacen los empresarios?”, y agregó que: “El esfuerzo tenemos que hacerlo todos, no algunos, y los que menos esfuerzo deben hacer son los que menos tienen, que son los que indefectiblemente tienen que ir a comprar sus alimentos y ven que los precios no paran de subir”.