Este lunes, el presidente de Chile, Gabriel Boric, recibirá en el Palacio de La Moneda a sus homólogos de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de España, Pedro Sánchez; de Colombia, Gustavo Petro y de Uruguay, Yamandú Orsi, para la «Reunión de alto nivel democracia siempre».

El objetivo de la cita, según la Presidencia chilena, es «avanzar en un posicionamiento compartido en favor del multilateralismo, la democracia y la cooperación global basada en la justicia social».

Las iniciativas que salgan de ese encuentro serán presentadas y desarrolladas durante la siguiente reunión de alto nivel, que tendrá lugar en septiembre próximo en el marco del 80° período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas.

En la previa, los cinco mandatarios publicaron una columna conjunta en el diario chileno El Mercurio en la que exhortan a «resolver los problemas de la democracia con más democracia, siempre».

Además, advierten que «en distintos rincones del planeta, la democracia enfrenta un momento de grandes desafíos».

«La erosión de las instituciones, el avance de los discursos autoritarios empujados desde distintos sectores políticos y la creciente desafección ciudadana son síntomas de un malestar profundo en amplios sectores de la ciudadanía. A ello se suman las persistentes desigualdades, el retroceso en derechos fundamentales, la difusión de desinformación y discursos de odio en plataformas digitales, y la expansión de redes criminales que desafían la legitimidad del Estado», señalan.

Los cinco mandatarios insisten en que «no cabe el inmovilismo ni el miedo» frente a estos desafíos y que, en vez de evocar la democracia o hablar en su nombre, hay que fortalecerla y renovarla.

«Es con más democracia como crearemos más oportunidades para las generaciones futuras, y como mejor nos adaptaremos a los retos globales que suponen la inteligencia artificial o el cambio climático. Resolver los problemas de la democracia con más democracia, siempre», afirman los autores de la columna titulada «Democracia siempre».

Defender la democracia, sigue el texto, requiere «condenar las derivas autoritarias y, a la vez, hablar en positivo, proponiendo reformas estructurales para enfrentar la desigualdad», así como «impulsar estrategias comunes en favor del multilateralismo, el desarrollo sostenible, la justicia social y los derechos humanos resulta un imperativo ético y político».

GS con información de Sputnik