Quino alcanzó un reconocimiento unánime en todos los ámbitos del quehacer cultural. El hecho de que fuera nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional del Sur es una prueba más de su trascendencia.

Este nombramiento fue propuesto por el Rectorado y aprobado en la última sesión del Consejo Superior Universitario. La decisión se fundamentó en que Joaquín Lavado Tejón, más conocido como Quino realizó a lo largo de su vida “un trascendental aporte a la cultura, por la difusión de una identidad ciudadana que representa a toda una generación de argentinos y argentinas y por su permanente compromiso social”.

“Esta distinción –se agregó en la presentación- no sólo es un homenaje para quien la recibe sino que con ella reconocemos a aquellos con quienes nos identificamos y constituye un motivo de honor para nuestra universidad hacerlo público. Quino no sólo fue un lúcido artista gráfico, sino que supo desde su capacidad intelectual y creativa, rescatar los valores, aciertos y desaciertos, esperanzas y desvelos de la sociedad a la que observó, interpretó y reveló no sólo al mundo sino incluso, a nosotros mismos. Lo acompañó una capacidad comunicativa inigualable que hacen de su obra un bien cultural auténticamente nacional y atemporal. La entrega de esta distinción en particular, el título de Doctor Honoris Causa no sólo es un homenaje a quien lo recibe por sus actos sino que también nos define a nosotros como institución, porque por medio de él, reconocemos a aquellos hombres y mujeres con quienes nos identificamos y constituye un motivo de honor para nuestra universidad, hacerlo público”.


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El acto contó con la presencia virtual de la sobrina del homenajeado,  Julieta Colombo, que es también su representante.

No es este el primer Doctorado Honoris Causa que recibe el humorista gráfico.  También lo homenajearon con ese título la Universidad de Buenos Aires, la de Córdoba y la de Cuyo. Además, en 2014  obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

Quino falleció en septiembre de 2020, a los 88 años, cuando Mafalda, el personaje que lo hizo saltar a la fama, cumplía 56. La  primera tira de la niña antisopa apareció el 29 de septiembre de 1964 en Primera Plana.

Si su destino fue grande, su nacimiento fue accidental. Fue Miguel Brascó quien le pasó a Quino un encargo que le había hecho la agencia Agnes Publicidad para promocionar un electrodoméstico que se llamaba Mansfield. Quino debía ocuparse de que ese producto con nombre extranjero adquiriera carácter nacional. Así nació, en 1963, el personaje de Mafalda, una chica indudablemente argentina.

Pero la campaña no se concretó y Mafalda quedó olvidada en un cajón. En 1964, el director de Primera Plana, Julián Delgado, le pidió que pensara un personaje de historieta para ese medio. Fue así que Mafalda salió del cajón del escritorio de Quino y apareció en la revista.

Lo que siguió fue una carrera meteórica. La chica argentina se convirtió en una estrella internacional. Fue traducida a más de 30 idiomas, desde el italiano y el francés hasta el hebreo y el guaraní.

Curiosamente, Quino nunca compartió el entusiasmo que Mafalda generaba. Más bien la culpó de no permitirle mostrar sus habilidades como dibujante. Sin embargo, sus reproches no impidieron que su creación se convirtiera en un ícono cultural de la Argentina.