La transferencia de recursos públicos al sector privado se convirtió en el leitmotiv de la administración porteña, y específicamente en el sistema educativo. Tercerizó el mantenimiento de edificios escolares; privatizó el servicio de los comedores; introdujo a ONGs y empresas en el dictado de cursos y, entre otros negociados, cada año cede 29 mil estudiantes secundarios a empresas multinacionales para que trabajen gratuitamente bajo la fachada de una pasantía laboral haciéndoles ahorrar millones de pesos.

A estas transferencias se sumó otra iniciativa que la CABA llama “ayuda económica escolar”. Jorge Macri presentó oficialmente los vouchers educativos para quienes envían a sus hijos a escuelas privadas. La Ciudad se hará cargo de la mitad de la cuota y la medida abarca a 212 mil alumnos de los tres niveles de 854 escuelas subvencionadas. Esta decisión se da en el marco de una profunda crisis edilicia en escuelas públicas de la Ciudad, carencia de viandas escolares y falta de pago a cooperadoras; razón por la cual la comunidad educativa criticó la iniciativa.

“Lo cuestionable es que la preocupación esté puesta en las escuelas privadas y no en la falta de financiamiento que tiene la educación pública. En tiempos económicamente complejos como los que estamos atravesando, donde las familias no pueden solventar los costos de los útiles escolares, el sistema estatal público es nuevamente invisibilizado”, expresó a este medio Karina Costaguta, secretaria general del gremio docente CAMYP. La dirigente sindical, recuerda que esto ocurre mientras “ni las condiciones edilicias de los establecimientos, ni los salarios docentes reciben la inversión necesaria por parte de las autoridades”.

Pablo Cesaroni, de Cooperadores en Acción e integrante de la Multisectorial por la Escuela Pública, advierte las similitudes de CABA con Nación: “Milei disolvió el programa Cooperar, un sector que tiene relación con las cooperadoras de todo el país y que repartía algunos fondos de ayuda, tampoco habrá obras en escuelas ni habrá libros para los estudiantes porque dieron marcha atrás la compra”, expone. “Y acá en CABA aún no nos pagaron el FUDE a las cooperadoras, siguen los robos en las escuelas, no entregan insumos a los equipos de conducción, ni artículos de limpieza e higiene. Hoy las escuelas de Ciudad se están moviendo con los fondos de las Cooperadoras”, termina.

Vouchers que excluyen

De acuerdo a cifras oficiales, hasta este viernes más de 100 mil personas solicitaron el beneficio. El gobierno porteño pagará directamente a escuelas privadas subvencionadas el 50% (con tope de 30 mil pesos) de la cuota, e incluye a salas de 4 y 5 años de Nivel Inicial, Primario y Secundario. Esta discriminación a menores de cuatro años, abre un nuevo frente de polémica porque, si bien la ley Nacional establece la obligatoriedad desde los 4 años, el artículo 24 de la Constitución porteña establece que “la Ciudad asume la responsabilidad indelegable de asegurar y financiar la educación pública, estatal laica y gratuita en todos los niveles y modalidades, a partir de los 45 de vida”, destaca el apartado.

“Mi hija tiene tres años y no está dentro de este circuito lamentablemente. Yo tuve que caer en la educación privada porque no consigo vacantes en la pública”, contó Érica Vinagui, que envía a su hija al jardín de la escuela privada Dr. Alberto Schweitzer del barrio de Almagro.

“Lo que hoy necesitamos es que el sistema de educación pública esté favorecido en todos los niveles con una erogación presupuestaria que esté a la altura del contexto que estamos atravesando”, analiza la diputada porteña de Unión por la Patria Victoria Freire. “En la Ciudad necesitamos que los comedores escolares brinden alimentos de calidad para la cantidad de pibes y pibas que hoy se están presentando sin tener garantizada la alimentación en sus casas; ampliar el boleto educativo para todos los niveles y los trabajadores de la educación; mejorar los salarios y la situación edilicia de las escuelas”, agrega.

Desde la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera) destacan que los vouchers de Macri «No son una medida universal porque no se enfoca en el mejoramiento de la educación ni en sus problemáticas. Esto lo único que produce es el desfinanciamiento de lo público y el desgranamiento de la matrícula», explica Martín Acri, docente y miembro de la comisión Directiva del sindicato. «