La secretaria general de la presidencia y hermana del primer mandatario, Karina Milei, votó sin hacer declaraciones: “No hablo, chicos”, se limitó a decir mientras un grupo de militantes la rodeaba al grito de “¡la casta tiene miedo!”.

“Estoy perfecta” fue lo único que respondió a la consulta de la prensa sobre el impacto que podría tener el escándalo de los audios y las coimas en la elección bonaerense.

El operativo que rodeó a la hermana del presidente el Instituto Pedro Poveda de Vicente López fue tan absurdo que generó la indignación de la cronista de TN: “He cubierto varias elecciones y nunca me pasó esta situación de no tener acceso, de que los militantes y seguridad empujen de esta manera a los periodistas”.

En el ojo de la tormenta

La votación de Karina Milei generaba expectativa en el medio de las denuncias por coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), a partir de la difusión de audios que la involucran directamente.

Durante toda la caminata de regreso a su auto, los militantes que la rodeaban y oficiaban de custodios gritaban “Olé, olé, olé, jefe, jefe”.

Más allá de su hermetismo, el tema de las coimas había aparecido –como era de esperarse- desde el primer momento de la elección. En la escuela donde votó la secretaria general de la presidencia, junto a su nombre publicado en el padrón, alguien escribió el ya simbólico “3%”.