El Obelisco, uno de los emblemas porteños, volvió a ser escenario de una escena inesperada: Rosalía, exhausta y divertida, trepando sus escaleras internas hasta asomarse a una de sus ventanas y lanzar una frase que encendió las redes: “Mira, Evita Perón”. El comentario, dirigido al emblemático retrato que domina la 9 de Julio, selló una secuencia que la propia cantante publicó en TikTok y que condensó su vínculo creciente con la ciudad.

“Acompáñame a subir al Obelisco”, dice al inicio del video. Primero filma el monumento desde la base, asombrada por su altura. Después, ya adentro, encara la escalera angosta entre risas y jadeos: “Uf, me he cansado ya y llevo cinco pisos… Todos los squats me están reventando”. A contrarreloj para llegar antes del anochecer, sube piso por piso hasta coronar la cima. Desde allí se recuesta de espaldas al ventanal, se deja despeinar por el viento y remata la odisea: “He subido una vez, y no más”.

Rosalía y y un desembarco que sacudió la ciudad

La visita de Rosalía a Buenos Aires -relámpago, intensa y documentada casi minuto a minuto- desató entusiasmo en fans, artistas y medios y aunque ya siguió viaje rumbo a Brasil siguen trascendiendo imágenes y detalles. La estrella del pop llegó el jueves por la noche y, desde entonces, su presencia se volvió omnipresente: asistencia sorpresa a recitales, entrevistas, recorridos por sitios históricos, encuentros con colegas y hasta filmaciones secretas para un videoclip.

“Mira, Evita Perón”: Rosalía y una postal inolvidable desde el Obelisco
Rosalía en un recital en Ferro.

A pocas horas de aterrizar, irrumpió en el show de Cindy Cats en Ferro, donde disfrutó la noche en la platea VIP junto a figuras como Soledad Pastorutti, Juliana Gattas y Emilia Mernes. Vestida de negro, lentes oscuros y un pañuelo blanco, se mezcló con el público en un gesto que terminó recibiendo ovación y homenaje.

El viernes fue el turno del universo del streaming: pasó por Luzu TV, donde probó medialunas, habló de la gastronomía porteña y confesó entre risas que combinó chimichurri con todo lo que le ofrecieron. Allí recibió su primera camiseta: la de la Selección Argentina. Más tarde visitó a Mario Pergolini, que sumó el obsequio boquense de rigor: la camiseta azul y oro.

La cantante no ocultó su fascinación ante La Bombonera, adonde fue con Trueno. “Qué chulo, es muy bonito… Es muy grande pero está cerca”, dijo mientras recorría los pasillos del templo xeneize. Descalza, incluso corrió por el césped antes de recibir la camiseta con su nombre y el número 10.

“Mira, Evita Perón”: Rosalía y una postal inolvidable desde el Obelisco
Rosalía y su camiseta de Boca
Foto: X Boca Juniors

Su agenda también incluyó paseos urbanos: caminó por Almagro, visitó Las Violetas, recorrió la Basílica María Auxiliadora y grabó contenido junto a la escritora Mariana Enriquez en Los Galgos. En una entrevista, explicó la frase “el cielo nació en Buenos Aires”, incluida en el universo estético de Lux, su nuevo álbum: habló del tango, de Gardel, de Piazzolla y de cómo la ciudad influye en su obra desde hace años.

El encuentro más esperado: Charly García

Uno de los momentos más comentados llegó con la foto que Charly García subió a Instagram: Rosalía, flores en mano, recibiendo de Charly un ejemplar autografiado de La hija de la lágrima. Ella, a su vez, le entregó su nuevo disco Lux con una dedicatoria: “Para Charly, la leyenda. Con amor y admiración, Rosi”. Sonrisas, regalos y un intercambio que condensó el puente cultural que su visita terminó de encender.

“Mira, Evita Perón”: Rosalía y una postal inolvidable desde el Obelisco
Rosalía con Charly García

Aunque se presume que vino para grabar escenas del videoclip de “Reliquia” en el Obelisco, su paso dejó mucho más que contenido promocional. En apenas dos días, Rosalía combinó devoción tanguera, culto boquense, amistad con artistas locales y un recorrido emocional por la ciudad. Su ascenso al Obelisco, esa postal imposible, funcionó como metáfora perfecta: una artista global encontrando, en Buenos Aires, otra forma de mirar el mundo.