Tras finalizar el anteúltimo encuentro del Consejo de Mayo, Santiago Caputo recibió a Gerardo Martínez en su oficina de la Casa Rosada. El encuentro entre el titular de la UOCRA y el asesor presidencial se enmarcó en la acalorada discusión que el Ejecutivo mantiene con varios sectores para avanzar con la aprobación de la reforma laboral, texto cuyo contenido ya se encuentra escrito.
El cónclave se organizó luego de la convocatoria que el jefe de Gabinete Manuel Adorni concretó esta semana para el organismo que discute el decálogo reformista que el presidente Javier Milei firmó el año pasado con veinte gobernadores. En este sentido, Martínez busca alcanzar entendimientos entre la CGT y el Gobierno para que la reforma laboral que el oficialismo planea presentar el próximo 9 de diciembre tenga condiciones que garanticen la supervivencia del sector sindical en la posteridad.

A la salida del encuentro, el sindicalista habló con la prensa acreditada y reconoció el buen vínculo que cosecha con el asesor. Respecto a la reforma laboral, Martinez advirtió que ”la propuesta del gobierno está en las antípodas” de lo que busca la CGT, al tiempo que afirmó que ninguno de los integrantes del Consejo de Mayo sabe a ciencia cierta cuál será el texto final que presentará el Ejecutivo.
Una de las principales propuestas que puso en alerta a la CGT fue la decisión del gobierno de avanzar con de modificar las leyes 14.250 (de Convenios Colectivos) y 23.551 (de Asociaciones Sindicales) que atentan de forma directa con el ingreso y financiamiento de los sindicatos.
Además de buscar la eliminación de la ultraactividad, la limitación de asambleas en horario laboral, e intentar imponer nuevas jerarquías en los Convenios Colectivos de Trabajo que limarían el poder gremial dentro de las negociaciones paritarias, el Gobierno apunta a que el patrimonio sindical se integre exclusivamente por cuotas de afiliados, bienes propios y donaciones no prohibidas. Este artículo eliminaría de cuajo los aportes solidarios que los trabajadores contribuyen mediante una retención de su salario, un mecanismo fundamental para la supervivencia de los gremios.
En la quinta reunión del Consejo de Mayo avanzamos en la construcción de acuerdos amplios para llevar adelante la agenda de reformas estructurales que la Argentina necesita.
— Guillermo Francos (@GAFrancosOk) October 20, 2025
Participaron del encuentro el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, @fedesturze; el… pic.twitter.com/oUclO6kOeG
Como contó este medio en exclusiva, la propuesta que llevará el Gobierno a la mesa de discusión será la de garantizarle a la CGT la vigencia de los ingresos a través del control del Fondo de Cese Laboral que utiliza el sindicato de la UOCRA conducido por Martínez, principal nexo entre el Gobierno y la Central Obrera. Uno de los argumentos a los que se aferran en el oficialismo es que la modificación de la ley laboral aumentará el flujo de trabajadores bancarizados, lo que a su vez garantizaría a los gremios mayores ingresos por el aumento de afiliados. Una teoría del derrame sindical de bajo mote.
Otra de las propuestas del Ejecutivo será reducir las prestaciones sanitarias que las obras sociales están obligadas a brindar y cuyo mantenimiento corresponde a cada gremio. Con la baja de las cargas sociales y, por consecuencia, los ingresos que percibirán los gremios, los operadores del oficialismo están dispuestos a conceder a las entidades de asistencia la posibilidad de que reduzcan su cartera de procedimientos a cubrir a cambio de no oponerse a las modificaciones que buscarán hacer en este plano. Este es uno de los temas que Caputo y Martínez analizan en su encuentro.

Pese a que la discursiva de la Central Obrera se mantiene aferrada a la disconformidad opositora, en el Gobierno están confiados que podrán llegar a un acuerdo que les permita avanzar en línea recta con la modificación de la ley laboral y sindical. «Van a hacer ruido en la calle, pero es lo que tienen que hacer», se sinceraron desde un importante despacho ante Tiempo. Según la misma fuente, hay un «acuerdo» entre la CGT y el gobierno para no deslegitimar las protestas venideras que convocará la central obrera, a cambio de que ésta apoye las reformas sin mayores modificaciones.
Desde Azopardo, en tanto, confiaron en estricto off the record a este diario que el gobierno advirtió que presentará un proyecto «ultra libertario» al que estarán dispuestos a «desmembrar» escuchando los pedidos y demandas que la central obrera acerque a la mesa de negociación. Una puesta de escena que le permitirá a todas las partes quedar bien paradas ante sus propios representantes.
En este sentido, fue el propio Martínez quien al ingresar a la Casa Rosada este mediodía advirtió ante la prensa acreditada que la CGT «habla de una modernización laboral que atienda sin perder derechos”. Los entendimientos no tardaron en llegar. «El gremio de Gerardo está 100% ligado al peronismo, no puede decir otra cosa», dijeron desde adentro del Consejo de Mayo respecto a la postura del sindicalista. La amenaza del líder sindical, sin embargo, llegó hasta los despachos más importantes de Balcarce 50, donde se pusieron a trabajar para llegar a una negociación que contente a todas las partes involucradas.
En este sentido, uno de los integrantes de la mesa de discusiones advirtió que todos los integrantes del organismo presentarán modificaciones no sólo en lo referido a la reforma laboral, sino también en el resto de los proyectos que buscarán aprobarse durante el período de extraordinarias en diciembre y enero. El próximo y último encuentro será el 9 de diciembre, instancia en la que se presentarán todos los cambios sugeridos. «Nosotros sólo integramos un organismo de consulta, la decisión final de lo que salga la tendrá el gobierno», se sinceró con resignación un miembro del Consejo.
Del cónclave multisectorial, que encabeza Adorni como jefe de gabinete, participaron el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo; la senadora Carolina Losada, el diputado Cristian Ritondo; el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini; y el dirigente de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), Gerardo Martínez.