“Sarampión, poliomielitis, pertussis y difteria vuelven a ser una amenaza”: la advertencia de infectólogos del continente

El continente, y en especial la Argentina, vive la avanzada de grupos negacionistas, antivacunas, terraplanistas, siempre con cierto aire de aceptación o mirada para el costado desentendida de La Libertad Avanza. En ese marco se desarrolló el XXI Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE 2025) que reunió a líderes en pediatría e inmunizaciones de toda la región. Allí alertaron que enfermedades como sarampión, poliomielitis, pertussis y difteria “vuelven a ser una amenaza” por la caída en las tasas de vacunación.

Las y los especialistas debatieron estrategias innovadoras que permitan mejorar las coberturas de vacunación y enfrentar los desafíos en la prevención de enfermedades respiratorias y otras inmunoprevenibles. El mensaje fue claro: la vacunación sigue siendo una herramienta esencial para salvar vidas, reducir inequidades y fortalecer los sistemas de salud.

“Las vacunas son comparables al agua potable: evitan millones de muertes y generan un retorno de inversión de hasta 52:1 dólares”, destacaron los expertos en el conversatorio sobre coberturas vacunales durante el congreso.

Recuperar las coberturas de vacunación: una prioridad impostergable

Hoy en día, las vacunas salvan más vidas que cualquier otra intervención médica. Pero las tasas de vacunación en la región permanecen estancadas desde 2019. Entre el 2019 al 2021, 6,8 millones de niños y niñas no se beneficiaron de la vacunación sistemática total o parcial en América Latina y Caribe, con millones de niños sin dosis básicas contra enfermedades como sarampión, poliomielitis, pertussis (o tos convulsa) y difteria. 

Esta situación ha llevado a la pérdida de la certificación de eliminación del sarampión en las Américas y a un riesgo real de reintroducción de poliomielitis. Por otro lado, se ha registrado un aumento significativo de casos de pertussis en varios países de la región. Si bien este incremento responde a múltiples factores, la disminución de las coberturas de vacunación constituye uno de los elementos contribuyentes más importantes.

Se enfatizó que la ciencia debe estar al servicio de la vida, y la vacuna debe estar en el brazo del paciente, no en el refrigerador. El estancamiento en la cobertura del 89% de la primera dosis de DTP (contra difteria, tétanos y pertussis) se traduce en 1,5 millones de niños sin dosis en 2024, con países como México, Brasil, Estados Unidos, Argentina, Colombia y Venezuela mostrando altos porcentajes de niños con esquemas incompletos o sin vacunación.

En nuestro país se suma la gravedad de lo que ocurre con la tos convulsa: se conocieron los casos de 7 bebés fallecidos. Se podría haber evitado con vacunación. Ya son 688 los casos de coqueluche en 20 jurisdicciones del país. Los contagios sumados entre las semanas 1 y 47 del año superan las confirmaciones para el mismo periodo de los cuatro años previos.

La falta de acciones del Gobierno nacional

Los expertos coincidieron en la necesidad de acciones urgentes: ampliar horarios y puntos de vacunación, incorporar la vacunología en la formación médica, realizar campañas nacionales y combatir la desinformación. En la Argentina, en cambio, desaparecieron las campañas públicas y desmantelaron los equipos territoriales de salud, dejándolo librado a lo que puedan hacer las provincias, a las que a su vez el Gobierno Nacional desfinancia. De hecho en este contexto crítico LLA aprovechó para la “politiquería” y golpes bajos: días atrás, ante el show antivacunas en el Congreso, el Ministerio de Salud de Nación sacó un comunicado asegurando que ellos y las provincias firmantes estaban a favor de las vacunas. En las firmas omitieron a la Provincia de Buenos Aires y Formosa.

Aníbal Gómez, ministro de Desarrollo Humano de Formosa, le mandó una carta al ministro de Salud nacional, Mario Lugones, en la que le expresa su malestar: “Este Ministerio no ha recibido comunicación oficial alguna, ya sea por correo electrónico ni por ninguna otra vía, para la suscripción del mencionado Comunicado. De haber mediado tal requerimiento, hubiéramos ratificado expresamente nuestra postura histórica y presente a favor de las vacunas y de las estrategias de inmunización como herramienta central de la salud pública”.

“La Provincia de Formosa cumple estrictamente con el Calendario Nacional de Vacunación y sostiene a la vacunación como una verdadera política de Estado. En este sentido, el Gobierno de la Provincia de Formosa ha sido y es un firme defensor del esquema completo de vacunas: en numerosas oportunidades ha solicitado públicamente que el Estado Nacional no elimine vacunas del Calendario, garantice su provisión regular y respete el carácter obligatorio del programa de vacunación infantil y adolescente”, le acota.

Y completa: “Asimismo, en distintas ocasiones se ha advertido sobre situaciones de desabastecimiento que afectaron a las provincias, reclamando una respuesta oportuna y adecuada frente a planteos críticos en materia de salud pública. A la luz de lo expuesto, esta situación se apartad e los principios del espíritu federal que debe primar en todo lo vinculado a la prevención y la protección de la población, así como del carácter federal que debe tener la comunicación oficial”.

Vacunas combinadas y hexavalentes: simplificación para mejorar la adherencia

La pertussis (también llamada tos ferina o tos convulsa) sigue siendo un desafío para los especialistas, con brotes en lactantes y adolescentes por falta de refuerzos. Las vacunas combinadas facilitan la administración de múltiples antígenos en una sola dosis, reducen oportunidades perdidas y mejoran la aceptación.

“Las vacunas hexavalentes con componente acelular contra pertussis ofrecen ventajas en seguridad y costo-efectividad frente a las de células completas”, apuntó Ignacio Olivera, autor del análisis económico presentado en el congreso. Esta opción incrementa la equidad y mejora la adherencia en los programas de inmunización. 

Los expertos destacaron que “vacunar más y vacunar mejor implica usar herramientas que simplifiquen la vida de las familias y del sistema”.

Por otro lado, se presentaron posters científicos que evidencian resultados positivos tras la incorporación de la vacuna hexavalente acelular en los calendarios públicos en diferentes países de Latinoamérica. En Paraguay, el Programa Ampliado de Inmunizaciones, junto con la Sociedad Paraguaya de Infectología, concluyó que esta incorporación permitió elevar las coberturas de vacunación en el país. 

De manera similar, en El Salvador, la implementación de la vacuna acelular contra pertussis ha logrado reducir los eventos adversos y mejorar las coberturas de vacunación, pasando del 93% al 98%. 

A la fecha, 10 países de Latinoamérica han incorporado la vacuna hexavalente acelular en sus calendarios de vacunación pública. De estos, siete países -México, Guatemala, El Salvador, Panamá, Chile, República Dominicana y Paraguay- ofrecen la vacuna a todos los niños siguiendo el esquema de los 2, 4, 6 y 18 meses de edad. Por su parte, Argentina, Colombia y Brasil cuentan con la vacuna disponible, para un grupo específico de niños prematuros.

El Virus Sincicial Respiratorio (VSR), la protección de los más vulnerables y el ahorro

Mientras tanto, el Virus Sincicial Respiratorio (VSR) continúa siendo la principal causa de hospitalización en lactantes y la segunda causa de muerte en el primer año de vida. Las estrategias actuales se centran en dos enfoques complementarios: inmunización pasiva con anticuerpos monoclonales y vacunación materna. 

Chile y Paraguay emergieron como pioneros latinoamericanos en la implementación de estrategias de inmunización universal contra el VSR utilizando el anticuerpo monoclonal para proteger a los lactantes, logrando resultados notables: Chile, con un 96% de cobertura en los menores de 1 año, sin registrar muertes por VSR por segundo año consecutivo en menores de 1 año; y Paraguay, con 94% de cobertura, sin mortalidad por VSR en lactantes inmunizados menores de 6 meses.

El doctor Juan Pablo Torres presentó el análisis económico de Chile con los primeros resultados a nivel nacional sobre el impacto y la efectividad de esta estrategia en la temporada 2024, que incluso ha generado ahorros: “Una inversión del Estado de 45 millones de dólares generó un beneficio neto de casi 20 millones de dólares, recuperando así la inversión en el mismo año“.

La defensa que hace a la supervivencia de la especie

“De todas las batallas del siglo XXI, la defensa de las vacunas, junto al combate al cambio climático, hace a la supervivencia de la especie. Las estamos perdiendo. Hoy, más que nunca, defender las vacunas es defender nuestra humanidad”, enfatizaron en un artículo en este medio Sofía Gastellu, historiadora y fundadora del colectivo “Niñez en Riesgo”, y Valeria Edelsztein y Claudio Cormick, investigadores del CONICET, especializados en antivacunas y otros discursos negacionistas.

Remarcan que asociar la pregunta de “qué contienen” las vacunas a la “autonomía personal” supone asignarle a cada persona, a cada familia, la responsabilidad de tomar posición sobre la eficacia y seguridad de las vacunas, “en lugar de apoyarnos en los organismos altamente especializados que evalúan toda la evidencia disponible, y cuyos análisis, a lo largo de años y en todo el mundo, ya mostraron la seguridad y eficacia de las vacunas”.

En Argentina, en particular, existe la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn). Expertas y expertos de todo el país, de manera rotativa, asesoran como un organismo técnico a las autoridades nacionales para definir todo aspecto relacionado con las vacunas basados en dos pilares: evidencia científica general y el contexto epidemiológico local.

“Confiar en los organismos de control experto es lo más sensato, lo más racional. Y, de hecho, lo hacemos todo el tiempo. Nadie diría que atenta contra nuestra autonomía personal que confiemos, por ejemplo, en que no se van a derrumbar los edificios que habitamos, en que el agua que bebemos es potable o en que los frenos de los micros y colectivos que nos tomamos funcionan. Nadie ganaría en ‘autonomía’ por verse repentinamente obligado a tener que especializarse en todos estos temas y responsabilizarse de ellos de forma individual para satisfacer los caprichos de quienes se ufanan de ‘desguazar el Estado desde dentro’. Y, por eso, es que necesitamos que esos organismos puedan seguir haciendo su trabajo y no caigan bajo la ‘motosierra’ de Milei, Lugones y Sturzenegger”, subrayaron.

Más ciencia, pero también más comunidad

La licenciada en psicología y en educación, Gabriela Dueñas, apuntó en Tiempo que las redes sociales y sus algoritmos son el caldo de cultivo perfecto para incentivar movimientos como los antivacunas: “Priorizan el engagement (las reacciones, los comentarios) sobre la veracidad. Si ves un video terraplanista, el algoritmo te recomendará diez más. El usuario queda atrapado en una ‘burbuja o cámara de eco’ donde solo escucha voces que confirman sus ideas, haciendo que la evidencia científica exterior se sienta como un ataque”.

Pero subraya que entender las causas psicológicas y sociales no significa justificar las consecuencias: “El movimiento anti-vacunas pone en riesgo la salud pública, y el terraplanismo erosiona la base del conocimiento compartido. Aquí surge la pregunta incómoda: ¿hasta dónde debe llegar la tolerancia de una sociedad? Una sociedad democrática debe ser comprensiva con el malestar, pero firme en la defensa de la verdad y el bien común”.

Sostiene que el desafío, entonces, es doble: por un lado, ofrecer “alternativas positivas” que satisfagan esas necesidades de comunidad, propósito y agencia (como proyectos de ciencia ciudadana o nuevos rituales comunitarios). Por otro, “defender con claridad los límites” que nos protegen de una desinformación que, en última instancia, nos daña a todos.

“La solución no es solo más ciencia, sino también más comunidad –completa–. No se trata de ganar una discusión, sino de reconstruir la confianza y ofrecer un sentido de pertenencia que no dependa de creer en lo increíble”.