Buscando ampliar el universo narrado en su primera parte, llega la segunda temporada de Señorita 89, un thriller dramático que sigue desde la ficción a las concursantes del certamen Señorita México, el concurso más importante de belleza del país azteca desde hace más de 70 años, aunque en esta historia recrea los albores de la década del ‘90. Producida por los reconocidos hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín y dirigida por los argentinos Lucía y Nicolás Puenzo es la gran apuesta de la plataforma Universal+, que ya estrenó la nueva tanda de episodios. La primera temporada también está disponible, para aquellos rezagados que quieran ponerse al día. En el guión, la ganadora del certamen de la primera temporada intenta mantener ahora la corona; hay otras que ya juegan otro juego, que el espectador deberá descubrir.

Durante la primera temporada se contaron las historias de las participantes y los secretos que esconde La Encantada, la finca dónde se preparan las participantes. Allí, encaran una rutina de exámenes médicos, ejercicios y dietas, mostrando otra cara de los certámenes de belleza, con todos sus estereotipos y mandatos a cumplir, y qué pasa detrás de ellos en el camino para poder ganar la corona. En esta segunda parte se amplía esa narración, metiéndose en otro mundo que se relaciona con aquel: todo se desarrolla en 1990 y las dos principales cadenas de televisión de México entran en una guerra por imponer a la siguiente reina.

Protagonizada por Ilse Salas, Leidi Gutiérrez y Natasha Dupeyrón, se muestra cómo las chicas ahora saben que deben romper todas las normas y vencer los privilegios para sobrevivir, buscando alianzas improbables. En un mundo dominado por hombres y en el que las mujeres se consideran una extensión de la propiedad, estas reinas de belleza deberán luchar desde sus trincheras y con sus propias armas para buscarse un lugar, o morir en el intento, desafiando un mundo que no les pertenece. Ahora, se suman al elenco Dolores Heredia y Yoshira Escárrega. La primera, como “La Madrina”, la mujer fuerte de los cárteles, y Escárrega como Maribel Montaño, conocida como «La Santa», porque la noche en que la encontraron con los ojos de su víctima en las manos, dicen que el muerto aún podía ver.

Ángela Poblete, productora ejecutiva del show, habla sobre el proyecto. “Este trabajo es una producción muy latina. Participaron talentos de todos lados: no sólo de México sino de Argentina, de Chile, de España, y una de las escritoras es de Bolivia. Esa multiculturalidad le da otra profundidad a la historia. A la hora de crear un proyecto de esta densidad, tengo la sensación de que hay una historia en común que nos permite contarla de esta manera. Basta con encontrar algo que nos una para sentarnos juntos a contarnos una historia. En este caso el disparador eran esos concursos que en su momento llamaban mucho la atención. Todos recordamos que Colombia y Venezuela  ganaban siempre Miss Universo y eso marcó varias generaciones de latinos. En este caso tomamos México como escenario pero podría ser cualquier país de Latinoamérica. Hay cuestionamientos y dilemas que nos reúnen, las cosas que tenemos por cambiar que nos convocan todos”

Poblete agrega que esta serie puede interpelar la actualidad de alguna manera, al recordar el cambio de década de los 80 a los 90. “Esta historia partió de nuestro laboratorio de contenidos con la intención de contar lo que eran los concursos de belleza, sabiendo lo que significaban entonces y lo que significan hoy, con los cambios de paradigma que fuimos viviendo. Pasamos por una variedad de posibles tonos narrativos, antes de  encontrar el correcto o eadecuado para la historia que queríamos contar. Gracias a la incorporación de Lucia Puenzo pudimos encontrar un híbrido entre melodrama y thriller. La investigación que hicimos nos había dado un montón de temáticas subyacentes a las luces y el espectáculo. Era interesante mostrar a lo largo de  la serie todas esas ramificaciones posibles”. La productora aclara que los avances de los feminismos estuvieron presentes a la hora de encarar los guiones.

Esta temporada traslada la atención a la televisión, un universo reconocible sobre el que plantean una mirada crítica, descarnada, hablando de corrupción, de acoso, relaciones de poder y todos los vicios de ese medio. “Es la época dorada, la era de la plata dulce de la televisión abierta. Pero también de mujeres protagonistas más maduras, más empoderadas, con más atención en la sororidad; es la pérdida de la inocencia de alguna manera”.

Señorita 89 tiene 16 capítulos en total, ocho de la primera temporada y otro tanto en la segunda. “Espero  que la gente se identifique con al menos alguna de todas las aristas que tiene el proyecto”, confía la productora. “Cada personaje tiene algo, es una serie bastante coral, el equipo de guión trabajó mucho para que cada uno de los personajes tenga algo que decir, que pueda representar algo. Es una serie  que no sólo busca entretener o mantener la tensión, sino que a través de estos personajes apela a las emociones que comprometan e identifiquen a los espectadores”. Poblete aporta, además, que “siempre quisimos plantear problemas de nuestra sociedad, para repensarnos, de alguna manera. Pero no es una serie discursiva o aleccionadora, sino que un cuestionamiento a los modelos de vida hegemónicos, mirando las relaciones con el poder, el rol de la mujer en el mundo del espectáculo”.

Señorita 89

Thriller dramático producida por los  hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín y dirigida por Lucía y Nicolás Puenzo. Con Ilse Salas, Leidi Gutiérrez, Natasha Dupeyrón, Dolores Heredia, Yoshira Escárrega y elenco. Disponible en Unversal+.