El sueño geopolítico de Manuel Dorrego

Por: Alberto López Girondo

En la tarde del 13 de diciembre de 1828 Dorrego fue fusilado en la estancia El Talar, de Navarro.

En la tarde del 13 de diciembre de 1828 fue fusilado en la estancia El Talar, de la localidad bonaerense de Navarro, el gobernador Manuel Críspulo Bernabé Dorrego. Tenía 41 años y hacía trece días había sido destituido por el general Juan Galo de Lavalle, un héroe de la guerra contra el Imperio del Brasil pero “una espada sin cabeza”, como lo recuerda la historia. Las razones para el asesinato, el primero de la serie de barbaries que a nombre de la civilización cometieron las fuerzas antipopulares, fue que Dorrego era una amenaza para consolidar el proyecto de los unitarios.

Era demasiado querido por las clases bajas del campo y el pobrerío de la ciudad, razón muy fuerte para el desprecio. Además había sido el líder de la oposición contra Bernardino Rivadavia y, como tal, había rechazado los términos de la paz que habían negociado con el emperador sus enviados a Río de Janeiro. Pero hay otro condimento para la eliminación de semejante personaje: tuvo una visión geopolítica peligrosa para los intereses de la oligarquía del puerto y para el imperio británico, del que soñaban formar parte un día.

Sabía de qué venían las revoluciones americanas y había participado en los ejércitos del Norte, con Manuel Belgrano y José de San Martín, pasó por Chile, pero habrá que decir que cometió el error histórico de haber luchado contra las fuerzas de José Gervasio Artigas por orden del Directorio. En cierto sentido se reivindicó al rechazar la política del Supremo Juan Martín de Pueyrredón de arreglar con el imperio portugués en 1815 para atracar al caudillo oriental, lo que le valió el destierro, en 1816. Exiliado, Dorrego recibió cobijo del líder haitiano Alejandro Pétion, adalid de la independencia de ese país. Luego se trasladó a Baltimore, Estados Unidos, donde llegó a editar un periódico en castellano.

Vuelto a Buenos Aires, se convierte en gobernador de la provincia de Buenos Aires, entre el 29 de junio de 1820, y septiembre de ese año. Pero ya encabeza el movimiento federal y ejerce el periodismo en El Tribuno, donde promociona las ideas republicanas cuando todavía había quienes buscaban algún monarca desocupado para poner al frente de las Provincias Unidas. Puntualmente se opuso al centralismo rivadaviano plasmado en la Constitución de 1826, y defendió el derecho a voto de los «criados a sueldo, peones jornaleros y soldados de línea».

Cuando estalla la guerra contra Brasil también estuvo contra los rivadavianos, que habían cedido a la voluntad imperial pesar de que las tropas rioplatenses lograron triunfos resonantes en la batalla naval de Juncal y la de Ituzaingó, ambas en febrero del ’27. En agosto, Dorrego es elegido gobernador y en noviembre firma un convenio con un jefe de mercenarios contratados por el emperador Pedro I, Federico Bauer. Sabía que los alemanes no cobraban desde hacía meses y ensayó una estrategia de alto vuelo para instaurar una república al norte de Rio Grande. Si había que hacer un estado tapón, prefería allá lejos para mantener el control de las dos orillas del Plata. No era mala idea. Mantuvo también contactos con movimientos republicanos en Pernambuco.

El tema de los mercenarios es interesante. Pedro se había casado con la archiduquesa de Austria, María Leopoldina de Habsburgo. La gran idea entonces fue atraer a migrantes alemanes para poblar el sur de Brasil y mantener el control de la Banda Oriental. Y ya que estaban, si tenían antecedentes como soldados, servirían para cubrir cualquier eventualidad. Entre ellos había un tal Auguste Bullrich, capturado en Ituzaingó y traído a estas tierras como prisionero. El hombre se quedó, hizo fortuna y dejó un legado muy interesante.

El contrato de Dorrego con Bauer está en el Archivo General de la Nación y dice, entre otras, cosas, que tampoco cobró de los porteños y que habían decidido unirse a las huestes nacionales por el “tratamiento y comportación de este soberano” (por el Emperador), “siendo que a los soldados alemanes -sus compatriotas- los habían por la fuerza obligado a hacerse soldados de un tirano en vez de honrados lavradores (sic)”.

Dice el documento que el proyecto elaborado con el malogrado gobernador era:

«1º) Terminar la guerra que existía con la República. 2º) Desembarazar a sus compatriotas de la tiranía de aquel Emperador. 3º) Proclamar al Brasil livre e independiente para siempre».

Se entiende mejor que Dorrego era algo más que un caudillo populista.

Compartir

Entradas recientes

Los intentos previos de reforma laboral fracasaron en crear más empleo

El argumento oficial queda desmentido por los intentos previos. Menem modificó normas centrales, algunas de…

57 mins hace

Los empresarios rechazan críticas e insisten con que la reforma creará empleo

Aseguran que los cambios en la legislación laboral les permitirán mejorar la competitividad ante el…

1 hora hace

Marcelo Paiva: “La injerencia de Estados Unidos pone en riesgo la democratización de la región”

El escritor y activista brasileño, autor del libro que inspiró la película "Aún estoy aquí",…

1 hora hace

Los gobernadores, entre el silencio, el rechazo y la negociación con el gobierno

Actores claves en el debate de la Reforma Laboral, su posición depende de la situación…

1 hora hace

Una reforma laboral para consagrar los objetivos de la dictadura

Milei aplica una reforma laboral desde la sanción de la Ley Bases. El resultado: 222.000…

1 hora hace

La CGT prepara una marcha “contundente” contra la reforma laboral

La movilización irá a Plaza de Mayo y participarán todas las centrales sindicales y organizaciones…

1 hora hace

El gobierno pone en marcha el operativo seducción para aprobar la reforma laboral

Después de meses de tensión, Karina y Santiago Caputo firmaron una tregua para cumplir los…

2 horas hace

Sin trabajo protegido no hay democracia

El resultado previsible no es más empleo, sino mayor desigualdad y vulnerabilidad.

2 horas hace

Un negocio redondo para las grandes empresas de medios

En un contexto de salarios de pobreza, el Estatuto del Periodista otorga derechos fundamentales.

2 horas hace

Estatuto del Periodista: derogación y libertad de expresión en riesgo

El gobierno nacional incluyó su eliminación dentro de la reforma laboral. Múltiples voces se expresan…

2 horas hace

Kicillof se suma a la marcha del jueves y a la estrategia de Unión por la Patria en el Congreso

El gobernador bonaerense volverá a diferenciarse de Milei en las calles. Advierte que la reforma…

2 horas hace

Quieren extender el RIGI a más sectores

La extensión del RIGI implica que los dólares que ingresen por ese mecanismo quedan fuera…

2 horas hace