Más de 100 taxis tienen sus autos estacionados sobre Diagonal Sur, a unos pocos metros de la Legislatura porteña. Una bandera los agrupa: Identidad Taxista. Un reclamo los convoca: conseguir las prórrogas para evitar que alrededor de siete mil personas se queden sin trabajo. “Los taxis no se rinden, los taxis no se rinden”, cantan antes de que en la sesión se apruebe el proyecto presentado por el bloque de Unión por la Patria (UxP) que extiende la vida útil para circular como transporte público de los modelos 2010, 2011 y 2012 que quedaban fuera de juego este año en la Ciudad de Buenos Aires.
“Es un reconocimiento muy importante para la actividad porque permite prorrogar la vida útil de los vehículos de 2010 y que de a poco va a ir llevando de vuelta la antigüedad a los 10 años para el 2030”, dijo Juan Pablo O’ Dezaille, uno de los autores de la iniciativa junto a Juan Modarelli, después de que se diera por aprobado con 56 votos positivos y las tres abstenciones de los representantes de la izquierda (Gabriel Solano, Celeste Fierro y Mercedes Trimarchi).
La expectativa era que se avanzara con la iniciativa porque ya habían logrado dictamen cuando se debatió en la Comisión de Tránsito y Transporte. La situación del sector es compleja. La pandemia, el avance de las plataformas como Uber o Cabify y la falta de financiamiento son los problemas principales que marcan los trabajadores.
De hecho, las taxistas que se movilizaron al centro porteño la describieron como “una crisis terminal” que se viene agudizando año tras año. “Hay una imposibilidad de renovar los autos por los 0km que oscilan entre 20 y 23 millones de pesos. En lo inmediato, no aprobar esto significaba que 7 mil compañeros y compañeras quedaran desafectados de sus trabajos”, explica Pablo Villarruel, integrante del colectivo Identidad Taxista que trabajó en el proyecto junto a los legisladores.
En la previa de la votación, los y las transportistas del sector señalaron que este es un primer paso para ir en busca de otras medidas y remarcaron la importancia de poder generar un financiamiento distinto para poder renovar los taxis, entre otros puntos.
“Es importante saber que para la seguridad de los transportes y pasajeros va a tener una doble VTV en cada año”, explicó O’ Dezaille en la sesión. Es decir, aquellos vehículos de 2010, 2011 y 2012 que ahora cuentan con la prórroga están obligados a hacer la VTV cada seis meses en estos dos años de extensión. “Sabemos que necesitamos soluciones de fondo. Esto es un paliativo, pero es muy necesario”, evaluó Villarruel sobre esta primera conquista para el sector.
El proyecto
Unos minutos antes de que se debatiera la iniciativa, las y los integrantes de Identidad Taxista llevaron adelante un acto frente a la legislatura junto O’ Dezaille, Modarelli, Alejandro Grillo, Claudia Neira y Juan Pablo Valdés, entre otros integrantes del bloque porteño de UxP. “Es muy importante porque es un pedido del sector que bien muy castigado por la política pública de la Ciudad por lo que significó el desembarco de las aplicaciones ilegales de movilidad”, señaló Modarelli antes de ingresar al recinto de Perú 160.
En definitiva, el proyecto aprobado prorrogó por dos años el uso de aquellos taxis modelo 2010, 2011 y 2012 que, sin esta iniciativa, hubieran quedado impedido de circular este año. Además, establece un cronograma de antigüedades máximas para que en 2030 vuelva a fijarse 10 años como el tope para tener este transporte público en la calle.
“Este sector necesita mayor inversión, planificación y presencia del Estado”, sostuvo Modarelli para dar cuenta de la emergencia que atraviesa la actividad. “Sigan tomando taxis porque en un momento de crisis lo necesitamos”, pidió Villarruel. “Nosotros y nosotros estamos todos los días cara a cara con las personas arriba del auto. Tenemos que contarles y convencerlos de nuestra importancia”, dijo otro de los taxistas en medio de la manifestación en el centro porteño. Al menos por un tiempo, muchos de ellos podrán seguir bajando la bandera por las calles de la Ciudad.