Quienes se dedican a socorrer a gente en situación de catástrofe cuentan que más difícil que conseguir ayuda material es encontrar gente dispuesta a escuchar al socorrido, porque escuchar el dolor ajeno es una de las tareas más difíciles y complejas que existen: implica soportar lo que se escucha superando la angustia que eso produce al tiempo que evitar todo intento de interpretación sobre lo que se escucha. “Llegamos en el momento preciso, podríamos decir -cuenta Luciano Nacci, quien junto a Axel Emilien hicieron Tormenta de fuego incendios en la Patagonia, el documental sobre los incendios que provocaron muertes y pérdidas materiales importantes el 9 de marzo del 2021 en la zona de Lago Puelo, Chubut-. Fueron dos o tres semanas después de los incendios porque estaba el tema del Covid y había que pedir permiso y no se podía ir así como así.” Y tampoco es que el dúo realizador quería llegar al lugar de los hechos para “hacer una película”, sino que tenía intenciones de otra generosidad: “Queríamos ir a colaborar de alguna forma, a hacer un registro, y de ahí ver cómo avanzaba eso. Ahí se empezó a gestar la película”.
Lo que sucedió el 9 de marzo fue el incendio periurbano más grande de Latinoamérica. Y lo primero que encontraron Axel Luciano fue un desastre “de una magnitud que no se podía ver desde lo que mostraba la televisión”. Los primeros contactos corroboraron la idea de haber llegado en el momento justo: “Muchos nos dijeron que si llegábamos una semana antes no nos recibirían. Y al hablar lo primero que surgió fue el dolor”. Así, con el relato de la pérdida y lo perdido, quienes junto con el fuego vieron quemarse sus sueños de años empiezan a contar aquel día en la zona de Lago Puelo. “Una vez que se va el dolor, que se va la bronca, ok, qué pasó.”
Mientras están en pleno proceso de reconstrucción de sus vidas, los damnificados empiezan a buscar las razones de por qué pasó lo que pasó. Mientras el dolor se aplaca, empieza la búsqueda de razones. Que son varias y no tienen una jerarquía clara -tal vez siquiera tengan jerarquía- porque se buscan unas a otras como el fuego a la madera seca. “Son muchos los que no pudieron empezar a reconstruir su lugar y la causa judicial prácticamente no avanzó.” Las autoridades locales muestran sólo su lamento, los guardaparques muestran una docencia envidiable por cualquier docente y un amor por lo suyo que todos quisiéramos tener, y los afectados tratan de encontrarle una explicación a su desgracia. “Siempre hay una cuestión ecológica, en el sentido del cuidado ambiental, temperaturas que nunca tuvimos, pero acá lo que pasó fue más una mano humana, intencional o no. Para nosotros iba más de la mano de un tendido eléctrico que no estaba atendido porque toda la electricidad de esta zona es del de los años 70 y está súper dejada. Pero nos centramos más en lo que sentían los personajes,” Y está bien porque deja en evidencia una vez más que cada dolor siempre es subjetivo y no equiparable con otro, al tiempo que pone en superficie que el problema del medio ambiente y el desastre ecológico exceden los grandes tópicos y anuncios: no se trata de cantar alegremente cual infante vamos a vivir a la naturaleza.
Por eso cuando uno de los vecinos cuenta cómo se salvó él y otros por meterse en una pelopincho a la que taparon para que no la afectaran las llamas, de alguna manera se regenera la esperanza en lo humano: en el medio de la catástrofe hay gente que con lucidez toma sus precauciones. “No era la única pileta que tenían, en el plano en algún momento se ven algunas más: había llenado varias porque en esos días se prevía falta de agua y él quería estar preparado para la escasez; él fue el que más rápido empezó a reconstruir, porque además es albañil: a los tres o cuatro días ya estaba trabajando y cuando nosotros llegamos tenía paredes levantadas. Incendios hay casi todos los años (como ahora en Chile) y los guardaparques y brigadistas concientizan a la gente que llega (con la pandemia aumentó la cantidad), y hay gente que incluso tenía cortafuegos y estaba separada de los árboles y su casa se salvó y otras no; imaginate, se quemaron más de 500 casas.”
Pero se sabe por el dicho que Dios está con los buenos cuando son más que los malos. Y ahora los malos tal vez no sean tantos como se cree, pero tienen un montón de plata. Y quieren tener más para tener más poder o sólo están compitiendo con otros iguales que les quieren birlar el negocio, así que encienden el fuego para asustar, y el susto llega demasiado lejos. “Hay negocio inmobiliario y una de la posibilidad es que desde ese sector hayan iniciado el fuego para que la gente se vaya de donde hay tomas de tierra de gente que no tiene vivienda. Esa es una gran posibilidad, y en la causa no hay data de nada; y en el medio murió gente.” Pero sin políticas de estado es muy difícil que algún juez o jueza intente actuar para lo que fue nombrado.
“Para que te des una idea: ahora íbamos a hacer el estreno y había hablado con la provincia de Chubut y se habían copado. Les mandé la película y nunca más me respondieron. Seguramente no lo hicieron porque se habla de (Alberto) Weretilneck, y si bien el proyecto le pega más a (Mariano) Arcioni como es de otra gestión no les molesta pero si les molesta que le pegue a un gobernador en actividad.” Difícil que así prosperen las políticas de estado, y más que cuando ahora la tendencia es ir contra todas las que se pueda, como fue la que fomentó la industria cinematográfica en los últimos años. “Antes del estreno voy a estar en la manifestación”, dice sobre la concentración de hoy en la puerta del Cine Gaumont contra el cierre de la sala y el desguace del Incaa, que para Tormenta de fuego implica perder el apoyo al lanzamiento. “Se va a perder todo una identidad nacional, argentina. Toda una construcción cinematográfica increíble que se logró, perderla en unos meses. Porque ahora no se están produciendo películas. Es más, plata que había que cobrar de festivales no se está cobrando. La verdad que es algo terrible, no lo puedo creer. Directamente diría que es una cuestión de odio.”
Tormenta de fuego, incendios en la Patagonia
Una película de Luciano Nacci y Axel Emilien. Guión y Dirección: Luciano Nacci y Axel Emilien. Estreno jueves 14 de marzo, 20:30 hs. Cine Gaumont (Av. Rivadavia 1636).