El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, culpó a la retórica de «la izquierda radical» del «terrorismo», término con el que se refirió al asesinato del comentarista conservador Charlie Kirk, ocurrido el miércoles cuando recibió un disparo en el cuello mientras participaba en un evento que estaba teniendo lugar en una universidad de la ciudad de Orem (Utah).

«De la manera más odiosa y despreciable posible, durante años, la izquierda radical ha comparado a estadounidenses maravillosos como Charlie con nazis y los peores asesinos en masa y criminales del mundo», sostuvo Trump en un vídeo publicado por su portavoz, Karoline Leavitt, en el que afirmó que «este tipo de retórica es directamente responsable del terrorismo que presenciamos hoy en nuestro país, y debe cesar de inmediato».

Asimismo, Trump declaró que «ya es hora de que todos los estadounidenses y los medios de comunicación confronten el hecho de que la violencia y el asesinato son la trágica consecuencia de demonizar a quienes discrepan día tras día».

El mandatario estadounidense prometió que su Gobierno «encontrará a todos y cada uno de los que contribuyeron a esta atrocidad y a otros actos de violencia política, incluyendo a las organizaciones que la financian y apoyan, así como a quienes persiguen a nuestros jueces, agentes del orden y a todos los que mantienen el orden en nuestro país».

«La violencia política de la izquierda radical ha herido a demasiadas personas inocentes y se ha cobrado demasiadas vidas», afirmó, recordando «el atentado contra mi vida en Butler, Pensilvania, el año pasado, que cobró la vida de un esposo y padre, hasta los ataques a agentes del ICE (siglas en inglés del Servicio de Inmigración y Aduanas), el brutal asesinato de un ejecutivo del sector salud (el CEO de United Healthcare, Brian Thompson) en las calles de Nueva York y el tiroteo contra el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Steve Scalise, y otras tres personas», en 2017.

Trump calificó a Kirk, un activista «antiwoke», con posiciones controversiales sobre la población negra, y promotor de la teoría del «reemplazo», entre otros tópicos habituales de la nueva extrema derecha global, como «un mártir de la verdad y la libertad» y «un patriota que dedicó su vida a la causa del debate abierto y al país que tanto amó».

Desde Buenos Aires, el presidente Javier Milei también acusó del hecho a una supuesta «ola de violencia política de izquierda en toda la región» y agregó: «La izquierda es siempre en todo momento y lugar un fenómeno violento lleno de odio».

A la condena del crimen se sumó también el gobernador del estado de Utah, Spencer Cox, que lo definió como un «asesinato político» y prometió que su gobierno encontrará al culpable y le exigirá responsabilidades «con todo el peso de la ley», que, recordó, incluye «la pena de muerte».

El asesinato de Kirk llega en el marco de una racha de violencia política que también incluyó, además de las instancias citadas por el presidente norteamericano, los asesinatos en junio de la máxima responsable demócrata en la Cámara de Representantes del estado de Minnesota, Melissa Hortman, junto a su marido, Mark Hortman, o el ataque en abril a la residencia del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, también demócrata.

Investigación

El FBI y el Departamento de Seguridad Pública de Utah informaron a través de un comunicado conjunto de que la investigación sobre los hechos se mantiene activa, después de que dos individuos hayan sido detenidos y, posteriormente, liberados tras considerar que no guardan «vínculos actuales con el tiroteo». En consecuencia, indicaron que «el campus de la universidad permanecerá cerrado durante el resto de la semana».

«Se cree que el tiroteo fue un ataque selectivo. Se cree que el tirador disparó desde la azotea de un edificio hacia el lugar donde se celebraba el evento público en el patio de estudiantes», expone el texto, que no proporciona más detalles «por la integridad de la investigación».

BB con Europa Press